Las personas con trastornos del espectro autista (TEA) presentan obstáculos para poder expresarse y así informar de sus necesidades, entre ellas, sus dolencias o su estado de salud. Cuando acude a un servicio de urgencias lo hace acompañado de alguien de su confianza, el cual conoce sus comportamientos y sus respuestas, por lo que sirve de ayuda al personal sanitario en su atención.