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Deshabituación tabáquica. Programa de Educación Sanitaria desde la Enfermería Pluridisciplinar

Deshabituación tabáquica. Programa de Educación Sanitaria desde la Enfermería Pluridisciplinar

El tabaquismo es un problema serio que atenta contra la salud de la población, siendo la primera causa aislada de mortalidad y morbilidad evitable. Muchos son los datos que asocian el tabaquismo con problemas de salud importantes.

Deshabituación tabáquica. Programa de Educación Sanitaria desde la Enfermería Pluridisciplinar

Ossama Nasser Laaoula. Master en Ciencias de la Enfermería en la Universidad de Almería. Enfermero en el hospital Ambroise Paré, Paris.

María Garrido-Piosa. Master en Ciencias de la Enfermería en la Universidad de Huelva. Enfermera en el hospital Raymond Poincaré, Paris.

Introducción

En nuestro país dichos problemas quedan bien reflejados en nuestro boletín oficial del estado 1: «Se estima, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el consumo de tabaco es responsable del 90 por ciento de la mortalidad por cáncer de pulmón, del 95 por ciento de las muertes por enfermedad pulmonar obstructiva crónica, del 50 por ciento de la mortalidad cardiovascular y del 30 por ciento de las muertes que se producen por cualquier tipo de cáncer.

En España fallece cada año como consecuencia del consumo de tabaco un número de personas que representa el 16 por ciento de todas las muertes ocurridas en la población mayor de treinta y cinco años. Asimismo, hay evidencias científicas de que el humo del tabaco en el ambiente (consumo pasivo o involuntario de tabaco) es causa de mortalidad, enfermedad y discapacidad.

La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer de la OMS ha determinado que la exposición al aire contaminado con humo del tabaco es carcinogénica en los seres humanos. El consumo de tabaco, como factor determinante de diferentes patologías y como causa conocida de muerte y de importantes problemas sociosanitarios, constituye uno de los principales problemas para la salud pública; de ahí, pues, la necesidad de implantar medidas dirigidas a su prevención, limitar su oferta y demanda y regular su publicidad, promoción y patrocinio.»

El tabaco 2 es una droga aceptada socialmente, cuya venta está regularizada por los gobiernos y su consumo permitido. Sin embargo, las nuevas tendencias han provocado que muchos de los gobiernos europeos legislen para restringir las áreas públicas donde está autorizado su consumo y legislen leyes para fomentar la prevención y el abandono del consumo.

Como profesionales de Enfermería, y agentes de promoción, prevención y tratamiento de la salud, hemos de ser fuente de información, y educación para promover una vida saludable y un apoyo en el abandono de prácticas perjudiciales para la salud. Para ello hemos elaborado un Programa de Educación Sanitaria, que no pretende ser más que una guía, discutible y mejorable.

  1. Preámbulo

A la hora de plantearnos un Programa de Educación Sanitaria es importante realizar una reflexión profunda que debe tener en cuenta la relación teoría-práctica que servirá de soporte para el programa. Para llevar a cabo un programa de “deshabituación tabáquica” necesitamos transmitir una base teórica, junto a las habilidades y las técnicas necesarias para afrontar este proceso. Además, para el éxito del programa, hay que implicar al paciente activamente en este proceso, ya que el cuidado es percibido de diferente modo en cada persona.

Pérez Gómez 3 nos plantea, en su aportación « la reflexión acerca de la interacción teoría-practica en la formación del docente », tres perspectivas:

  • Racionalista: Caracterizada por resaltar la imagen del profesor/a como profesional racional, cuya formación se apoya en el principio básico del racionalismo que defiende que la práctica educativa satisfactoria consiste en la aplicación consciente y directa de la teoría
  • Técnica: La formación de los profesores/as se concibe como el desarrollo de habilidades y competencias técnicas que el docente debe dominar para garantizar una intervención eficaz de acuerdo a los objetivos propuestos desde fuera en los procesos de enseñanza.
  • Reflexiva: Concibe la formación del docente como el desarrollo de complejas competencias profesionales de pensamiento y de acción.

Nos parece interesante tomar como referencia a este autor, pues el hecho de cuidar y educar presenta características similares tales como la incertidumbre y la apertura; en los cuales hay que estar atentos a cambios que se producen día a día.

No nos decantamos por la perspectiva racionalista por su carácter academista. El profesional es demasiado racional e intenta involucrar de forma consciente y directa la teoría, lo cual no seria práctica en nuestro caso pues se le da un valor absoluto a la teoría.

Tampoco optamos por la perspectiva técnica, en cuyo caso ofrece conocimientos teóricos dirigidos exclusivamente para el uso práctico. Y por lo tanto no nos permite alcanzar nuestro objetivo: el uso de conocimientos teóricos y prácticos de forma integrada

Sin embargo, la perspectiva reflexiva encaja a la perfección en nuestro programa, pues aborda tanto los conocimientos teóricos, como los prácticos. Lo cual permite al paciente desenvolverse de forma eficaz y autónoma ante situaciones complejas.

  1. Fundamentación

Para nuestro programa de Educación para la Salud, nos basaremos en el modelo de “Proceso de educación” de Stenhouse; el cual se basa en los cuatro procesos siguientes:

  • Entrenamiento: este tiene como meta preparar a los individuos para que adquieran capacidades y hábitos que les permitan ejecutar acciones concretas.
  • Instrucción: se encara de proporcionar a las personas aprendizajes (sobre todo contenidos) para que retengan información.
  • La Iniciación o Socialización: se refiere a la familiarización de los individuos con las normas y valores sociales de su contexto social, es decir, las