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Toxoplasmosis, embarazo y abortos a repetición: ¿una tríada inevitable?

Toxoplasmosis, embarazo y abortos a repetición: ¿una tríada inevitable?

La toxoplasmosis es una zoonosis parasitaria, de distribución cosmopolita, ocasionada por Toxoplasma gondii, un coccidio intestinal del gato, con hospederos intermediarios como vertebrados homeotermos. Del 5 al 90% de la población general, según áreas geográficas, ha estado en contacto con este microorganismo a partir de la juventud, debido a su cercanía con animales domésticos.

Toxoplasmosis, embarazo y abortos a repetición: ¿una tríada inevitable?

MsC Dania Bárbara Duque–Estrada Ferrán1

Licenciado en Educación Especialidad Biología. Profesor Asistente, Jefe del Departamento Ciencia e Innovación Tecnológica, Facultad de Tecnología de la Salud. Ciudad de La Habana, Cuba.

Lic. Dioenis Campoamor Hernández 2

Licenciado en Tecnología de la Salud perfil Laboratorio Clínico. Profesora principal de Hemoquímica. Profesor Asistente. Cuba.

Resumen

Su prevalencia oscila a nivel mundial entre el 40 y el 50%, dentro de lo cual se estima que cada año se primo infectan en Cuba entre 500 y 600 mujeres y que nacen alrededor de 250 niños infectados. A pesar de los daños que puede causar en una embarazada y en su descendencia, no provoca abortos a repetición.

Este trabajo permitió argumentar las medidas para la prevención de la infección por Toxoplasma gondii en las gestantes, teniendo en cuenta el ciclo de vida del parásito y la relación existente entre la respuesta inmune del hospedero y el daño que se produce, mediante una revisión bibliográfica a partir de fuentes digitales de Internet e Infomed y literatura impresa especializada en Parasitología Médica, consulta a expertos y análisis de documentos relativos a toxoplasmosis facilitados por el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK).

Se actualizó la información sobre esta parasitosis cuyas vías de transmisión fundamentales son la oral y materno-fetal, la patología resultante más grave, aborto o daño fetal en una ocasión cuando se adquiere por primera vez durante el embarazo y la prevención, una estricta educación sanitaria a la población e higiene ambiental.

Palabras Clave: Toxoplasma gondii

Introducción

La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria, zoonótica, ocasionada por Toxoplasma gondii, un coccidio intestinal del gato, con numerosos hospedadores intermediarios como vertebrados homeotermos (aves y mamíferos). Puede encontrase en todas las partes del mundo, por lo tanto es una infección cosmopolita. Se plantea que del 5 al 90% de la población general dependiendo de las áreas geográficas ha estado en contacto con este microorganismo a partir de los 20-30 años.

Toxoplasma gondii fue descrito en 1908 por Nicolle y Manceaux en el Instituto Pasteur de Túnez, en un roedor salvaje del norte de África, Ctenodactylus gondii 1. Las primeras descripciones de toxoplasmosis humana fueron realizadas por Castellani, en 1913 2; pero se toma conciencia de su existencia gracias a los estudios del oftalmólogo checo Janku, en 1923, cuando describió la presencia de toxoplasma en la retina de un niño que había fallecido con un cuadro de coriorretinitis acompañada de microftalmía 3. Puede producir infección en individuos inmunocompetentes, la mayoría cursa de forma asintomática y sólo en el 10-20% de los individuos, se presentan manifestaciones clínicas.

Los pacientes inmunodeprimidos y el feto en desarrollo experimentan riesgo especial de una enfermedad grave, así como las embarazadas por el peligro de sufrir un aborto en el primer trimestre de la gestación, o patologías severas de forma congénita. El diagnóstico clínico es difícil de establecer, dada la ausencia o diversidad de sintomatología, por lo que el diagnóstico específico se fundamenta en la investigación de la inmunidad humoral y en la detección del parásito 4.

 La infección congénita fue reconocida por Wolf en 19395. La infección generalizada en el hombre adulto con predominio linfoide (fiebre ganglionar) fue descrita en 19406. Desde el punto de vista epidemiológico, se destaca el aporte realizado por Hutchinson en 1965, al comprobar la existencia en las heces del gato, de formas de resistencia hasta entonces desconocidas. Este hecho alertó acerca de la importancia del gato en el ciclo, por lo tanto, en la transmisión de la enfermedad 7. En Cuba, el eminente investigador Embil en 1956 logró aislar por primera vez Toxoplasma humano en un recién nacido y López en 1985 estudió la relación entre la infección toxoplásmica y el embarazo.

La prevalencia de toxoplasmosis varía según la edad y la ubicación geográfica, además de influir otros factores como costumbres o hábitos higiénico-dietéticos, la cultura y el clima. En Norteamérica se reporta alrededor del 25% de prevalencia, mientras que en algunos países sudamericanos y del continente africano existen seroprevalencias entre 50 y 75%. En Cuba, según la encuesta nacional sobre toxoplasmosis, el 29,7% de la población tiene títulos de anticuerpos contra Toxoplasma gondii, sin embargo, en Ciudad de la Habana en un estudio retrospectivo de 6520 pacientes se encontró una seropositividad de 51,2%8. Así mismo en pacientes cubanos fallecidos con diagnóstico de linfoma primario del Sistema Nervioso Central, a los que se le realizó autopsia en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), 66,6% mostraba infecciones oportunistas neuropatológicas asociadas, y entre ellas se encontraba la infección por Toxoplasma gondii 9.

En la actualidad, dentro de la población e incluso en el personal de salud existe aún el concepto erróneo de que Toxoplasma gondii, o el parásito del gato, como es conocido popularmente, es causa de abortos a repetición, y es el gato doméstico, como reservorio natural de este parásito, el que resulta encausado y predestinado a sufrir el resultado de este equívoco dentro de la población.

Este trabajo permite aclarar este desacierto mediante una revisión