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Estudio de la cirrosis hepática

Estudio de la cirrosis hepática

RESUMEN

Se realiza un estudio en distintas bases de datos de interés científico para la unificación de conocimientos y así profundizar en qué consiste la cirrosis hepática, las causas que provoca su aparición, las manifestaciones que presenta, la epidemiología a nivel mundial, sus complicaciones así como su plan de tratamiento.

Estudio de la cirrosis hepática

Autores:

Pedro Luis López Carmona. (Enfermero).

José Iglesias Moya. (Enfermero).

Palabras clave: cirrosis hepática, patología del hígado.

DEFINICIÓN

La cirrosis hepática consiste en una enfermedad crónica que provoca la alteración de la estructura y el funcionamiento normal del hígado. Se produce una muerte celular, una fibrosis y aparición de nódulos de regeneración. Constituye el último tramo de la enfermedad de las enfermedades crónica del hígado como por ejemplo la hepatitis.

ETIOLOGÍA

Entre las causas más importantes y frecuentes de la cirrosis hepáticas están el alcoholismo e infecciones por hepatitis B o C, y las menos frecuentes se encuentran patologías hepáticas autoinmunes, patologías metabólicas, hemocromatosis, esteatosis hepática no relacionada con el consumo de alcohol, trastornos de las vías biliares y algunos medicamentos.

MANIFESTACIONES

La aparición de signos y síntomas se relaciona con el deterioro a nivel celular que el hígado va sufriendo y con la hipertensión portal.

Al inicio de la enfermedad aparecen signos y síntomas como fatiga, pérdida de peso, nauseas, dolor abdominal, rotura de pequeños vasos sanguíneos y arañas vasculares en piel. Conforme va deteriorándose el hígado y sus funciones pueden aparecer edemas, ascitis, ictericia, inflamación testicular, facilidad de aparición de hematomas, sangrados anormales, dificultad de concentración, heces pálidas, etc.

La aparición de manera más frecuente de sangrados a nivel digestivo y de encefalopatía generan unas complicaciones potencial que ponen el peligro la vida del paciente.

EPIDEMIOLOGÍA

A nivel mundial se calcula que se producen unas 800.000 muertes a consecuencia de la cirrosis. La prevalencia en Europa y Estados Unidos gira en torno a doscientos cincuenta caso por año por cada cien mil personas. En relación al sexo es 2 veces más frecuente en hombre que en mujeres.. En cuanto a la edad la prevalencia aumenta a partir de los 50 años.

COMPLICACIONES

Las complicaciones que se puede generar y pueden desembocar en cirrosis compensada o descompensada (ascitis, encefalopatía, varices esofágicas y gástricas) depende de la hipertensión portal.

Desde la época de Hipócrates, dónde se decía que el hígado es el responsable de generar dos tipos de humores como es la bilis amarilla y la negra, se relacionaba el acumulo de bilis amarilla con la aparición de agitaciones y delirios.

Aunque el amonio a lo largo del tiempo ha variado en cuantos a sus ideas, se ha mantenido la concepción de que es una sustancia que precipita la aparición de encefalopatía hepática. Según esto, tal sustancia se produce por la acción de las bacterias que se encuentran en el colon y llega al hígado por medio de la circulación portal y a través de los shunts porto-sistémicos desembocan a la circulación general provocando trastornos en el metabolismo del cerebro y pudiendo llegar a provocar un coma hepático.

Cabe destacar que la complicación más grave de la hipertensión portal es el sangrado a través de la aparición de várices esofagogástricas, debido a que una de cada tres muertes de pacientes con cirrosis se debe a esta complicación.

TRATAMIENTO

Se recomienda la práctica de ejercicio diario suave, descansos regulares manteniendo horarios y descanso nocturno. La dieta debe repartirse en 5 comida al dieta y baja en sal. El consumo de alcohol está prohibido aunque la causa de la aparición de la cirrosis haya sido por otro motivo distinto a esta sustancia.

En cuanto a la medicación se engloban en dos grupos:

  • Aquellos que van encaminados a eliminar la causa que provocó la aparición de la cirrosis y evitar su curso. Entre los medicamentos que se pautan están aquellos tratamientos contra la hepatitis B y C y contra el consumo de alcohol.
  • Aquellos encaminados a prevenir o actuar ante las complicaciones que genera la cirrosis. Entre los fármacos usados están: los diuréticos para eliminar la inflamación en los tobillos y la ascitis, fármacos como la lactulosa para aumentar las deposiciones y evitar la aparición de encefalopatía hepática y fármacos como los betabloqueantes que actúan para evitar roturas de las varices esofágicas.

El único tratamiento que cura la cirrosis avanzada es el trasplante de hígado, presentando muy buenos resultados.