El síndrome de Ehlers-Danlos tiene una incidencia de 1 de cada 150.000 nacimientos. Se caracteriza por hiperelasticidad de la piel, laxitud articular, fragilidad vascular y cierta dificultad para la cicatrización de las heridas. El defecto se trasmite de forma autosómica dominante, ligada al sexo o recesiva. El síndrome de Ehlers-Danlos se clasificó inicialmente en nueve tipos; siendo en la mayor parte por una mutación específica de los genes del colágeno.