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Actuación enfermera ante paciente con Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM)

Actuación enfermera ante paciente con Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM)

Las infecciones nosocomiales, los pacientes infectados con microorganismos resistentes y sus familias, precisan cuidados especiales que en ocasiones no están abordados de forma correcta desde el personal sanitario que los atiende.

Actuación enfermera ante paciente con Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM)

1.- José María Loidi-García, diplomado en Enfermería. Unidad de Medicina Interna del Hospital Universitario Virgen Macarena.

2.- Miriam Sabbagh-Sequera, diplomada en Enfermería. Unidad de recuperación Post-Anestesia Hospital Universitario Virgen Macarena,

RESUMEN:

El Staphylococcus aureus resistente a la Meticilina (SARM), es uno de los microorganismos resistentes más comunes y de mayor proyección en los últimos años en los hospitales, centros gerontológicos y clínicos a nivel mundial.

Con este artículo, queremos recoger diferentes puntos clave en el abordaje de este tipo de pacientes intentando reseñar los aspectos más importantes del cuidado de los pacientes colonizados por estos microorganismos resistentes, haciendo sobre todo mención a los mecanismos de contención y propagación de la infección dentro de las instituciones hospitalarias y en la población general.

PALABRAS CLAVE:

Staphylococcus aureus resistente a la Meticilina, SARM, aislamiento de contacto, aislamiento por gotas.

INTRODUCCIÓN:

El Staphylococcus aureus resistente a Meticilina (SARM) es una cepa de la bacteria Staphylococcus Aureus, un tipo común de bacterias Gram Positivas que normalmente vive en la piel y algunas veces en las fosas nasales, periné y mucosas de personas sanas. La diferencia de esta cepa, está en que no responde (es resistente) a los antibióticos utilizados habitualmente en las infecciones por estafilococos. Aunque la patogenicidad de las cepas de Staphylococcus aureus resistentes a meticilina (SARM) es similar al resto de Staphylococcus aureus no resistentes, la reacción de la infección por él es de mayor gravedad debido a la fragilidad del estado de salud de los afectados y a las limitaciones de las posibilidades terapéuticas a unos pocos antibióticos.

Considerados como patógenos oportunistas, estas bacterias pueden causar infecciones cuando entran en contacto con una persona a través de una herida, una úlcera, una sonda, un tubo endotraqueal, etc., llegando a provocar infecciones virulentas que comprometen la salud y la vida, normalmente en pacientes institucionalizados en centros hospitalarios, clínicos y gerontológicos (pacientes y personas dependientes, mayores o con minusvalías, etc.).

Estas infecciones graves tienen una mayor incidencia en personas con sistemas inmunitarios deficientes o débiles, circunstancia ésta muy frecuente en pacientes hospitalizados. Considerado como uno de los principales patógenos causantes de infecciones nosocomiales y siendo el reservorio habitual los humanos, el principal medio de transmisión de este tipo de bacterias es el contacto directo de persona a persona; y con frecuencia a través de las manos de los profesionales que prestan cuidados sanitarios y no sanitarios.

El aumento de infecciones por Staphylococcus aureus resistente a Meticilina (SARM) en los últimos años ha sido destacable, tanto en la población general como entre las personas residentes en instituciones socio-sanitarias. Debido a sus características estructurales, el riesgo de propagación y su carácter contagioso, y al estado de salud de sus usuarios, están considerados como patógenos nosocomiales de alta importancia en el ámbito hospitalario.

La aplicación de medidas específicas de precaución y aislamiento, son necesarios para favorecer la no propagación al resto de la población institucionalizada y evitar el número de portadores, disminuyendo el riesgo de contagio y favoreciendo la rápida recuperación de las personas institucionalizadas.

EPIDEMIOLOGÍA:

La resistencia del Staphylococcus aureus a la meticilina fue detectada en 1961, un año después del lanzamiento de la meticilina como fármaco de elección para tratamiento de infecciones causadas por cepas del Staphylococcus. A partir de la década de los 80, el MRSA pasó a representar un problema endémico mundial.

En España, los primeros brotes de Staphylococcus aureus resistente a Meticilina (SARM) fueron detectados finales de la década de los 80. Diversos estudios de prevalencia multicéntricos han mostrado aumentos en el porcentaje de resistencia a meticilina lo largo de la década de los 90. Su progresivo aumento queda reflejado en el estudio de prevalencia de infecciones nosocomiales en España (EPINE) en donde el porcentaje de cepas de SARM sobre el total de Staphylococcus aureus ha ido aumentando desde el 5% en 1990 hasta el 51% en el año 2009.

RESERVORIO Y MECANISMO DE TRASMISIÓN:

Aunque principalmente es humano, el reservorio de Staphylococcus aureus resistente a Meticilina (SARM) puede ser inanimado (superficies, objetos ambientales….).

La trasmisión por contacto es el modo más importante y frecuente de trasmisión de infecciones nosocomiales. Los mecanismos de transmisión son principalmente dos, destacando las manos como principal vehículo trasmisor de Staphylococcus aureus resistente a Meticilina (SARM):

    • Por contacto: El mecanismo de contacto más común. En este caso existe un contacto directo entre el paciente u objeto infectado y el paciente sano. Existen dos tipos:
      • Contacto directo: ocurre cuando existe contacto entre la superficie corporal de una persona infectada o colonizada con un huésped susceptible (por ejemplo al movilizar un paciente, bañarlo o cualquier actividad que conlleve un contacto personal directo).
      • Contacto indirecto: Implica el contacto de un huésped susceptible con un objeto intermedio contaminado normalmente inanimado (instrumentos, agujas, vendajes, guantes no cambiados entre pacientes, etc.)
    • Por gotas: En este tipo de transmisión, los