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Cuidados de Enfermería a pacientes afectados de cólera

Cuidados de Enfermería a pacientes afectados de cólera

La OMS define el cólera como una infección intestinal aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados por la bacteria Vibrio cholerae. El cólera se caracteriza por una aparición brusca de diarrea acuosa sin dolor y de aspecto en forma de agua de arroz, generalmente sin fiebre, que puede volverse rápidamente voluminosa y es a menudo seguida de vómitos.

Cuidados de Enfermería a pacientes afectados de cólera

Lucía Jiménez Cupet. Diplomada en Enfermería. Enfermera en el hospital Raymond Poincare. Paris.

María Garrido Piosa. Diplomada y Master en Enfermería. Enfermera en el hospital Raymond Poincare. Paris.

Ossama Nasser Laaoula. Diplomado y Master en Enfermería. Enfermero en el hospital Raymond Poincare. Paris.

Palabras clave: cólera, Enfermería, deshidratación, cuidados enfermeros

INTRODUCCIÓN

Si la diarrea continua pueden aparecer calambres generalizados y oliguria. Esta es la manifestación más grave, y si no se trata puede causar la muerte (1). La OMS afirma que esta bacteria es un indicador del grado de desarrollo social, siendo una enfermedad que se extiende en países que no pueden asegurar el acceso a agua potable. No es muy raro caer enfermo de cólera en Panamá, ya que aunque este país no es el que más brotes ha acumulado, durante el período entre 1991 y 2011 en América Latina se notificaron 1.839.037 casos de cólera, teniendo un repunte importante a partir del año 2010 (2).

Ver Grafica 1. Casos de Cólera (OMS), a final del artículo

La complicación más importante del cólera, y en la que deberíamos centrarnos al tener un paciente con esta enfermedad, es la deshidratación. Los signos de ésta son los siguientes:

  • Deshidratación leve o moderada: Sed, sequedad en las mucosas, oliguria, orina espesa y oscura, cefalea y calambres musculares.
  • Deshidratación grave: Anuria u oliguria con orina muy espesa, piel seca y arrugada, irritabilidad o confusión, mareos o desvanecimiento, taquipnea, cuencas oculares hundidas, estado de inconsciencia y shock hipovolémico.

PLAN DE CUIDADO DE ENFERMERÍA ANTE UN PACIENTE CON CÓLERA

El tratamiento que recibirá un paciente afectado de cólera dependerá de su grado de deshidratación. Para evaluar dicho grado de deshidratación es necesario definir el porcentaje de peso perdido y una apreciación general del paciente, que incluirá una cuantificación del volumen y el número de diarreas cada hora, un control del volumen de orina horario y de la tensión arterial (3). En el siguiente cuadro podemos ver claramente el curso clínico de la deshidratación.

Ver tabla n 2: cuadro clínico de la deshidratación

Lo primero es dejar claro las metas del tratamiento que deberá recibir un paciente de cólera (3):

  1. Conseguir tolerancia oral alta
  2. Conseguir flujo urinario adecuado en 3 horas.
  3. En el retorno al domicilio, el paciente deberá ingerir un aporte por vía oral mayor que el de sus pérdidas por diarrea
  4. Recuperar el peso considerado como perdido por las diarreas.
  5. Detectar tempranamente al paciente con Insuficiencia Renal Aguda.

Si después de la evaluación previa se demuestra que se trata de un caso de deshidratación leve o moderada, el paciente recibirá una terapia de rehidratación oral y permanecerá en observación durante al menos 6 horas (4). La terapia de rehidratación oral es preferente a la intravenosa en este caso y se recibirá en pequeñas dosis en intervalos de tiempo frecuentes (1), la cantidad recomendada es de 1000ml/hora, siempre observando que el volumen urinario sea correcto y hasta que las diarreas cesen (3). Se recomienda que los pacientes con signos de deshidratación moderada permanezcan sentados durante el tratamiento  que en el caso de sentir nauseas durante el mismo esta terapia se lleve a cabo mediante una sonda nasogástrica (1).

En el caso de que el paciente sufra signos o riesgo de deshidratación severa (vómitos o diarreas incontrolables) será hospitalizado para una rehidratación inmediata (4). Los signos que nos van a indicar que el paciente se encuentra en una situación de emergencia debido a la deshidratación son:

  • El estado de conciencia;
  • La tensión arterial. Una PAS < 80 y/o una PAD < 40 deberá ponernos en alerta ante la posibilidad de un shock hipovolémico (2);
  • El pulso radial. En el caso de que el pulso radial no sea palpable o de que sea débil, nos encontraremos ante una situación en la que la vida del paciente peligra. Dos o más vías de acceso venoso deberán ser instaladas para alcanzar la velocidad de perfusión necesaria hasta la reinstauración de un pulso radial palpable.

En el caso de que la vida no corra peligro inmediato, pero en estado de deshidratación severa, se comenzará con una infusión intravenosa de 1500ml en  una hora, siguiendo con 1200ml repartidos en las dos horas que siguen, hasta conseguir un volumen de orina superior a 120ml en esas 3 horas. Si esto no pasa, deberá considerarse la posibilidad de que el paciente haya desarrollado una insuficiencia renal aguda (3). Si el paciente recupera una micción normal, se continuará con una terapia de rehidratación oral (1).