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Una mirada a la Calidad de Vida Gerontológica, desde la Atención Primaria de Salud

Una mirada a la Calidad de Vida Gerontológica, desde la Atención Primaria de Salud

El interés por la Calidad de Vida ha existido desde tiempos inmemorables. En un primer momento, la expresión aparece en los debates públicos en torno al medio ambiente y al deterioro de las condiciones de vida urbana. La calidad de vida, de nuestra vida, que equivale a la calidad de nuestro envejecimiento, es elegible en la medida que elegibles son individual y socio-culturalmente las condiciones en que vivimos, nuestras actitudes y nuestras formas de comportarnos.

Una mirada a la Calidad de Vida Gerontológica, desde la Atención Primaria de Salud

AUTORES: Dra. Paulina Raquel Quinche-Granda 1, MsC. Dr. Daniel Ramón Gutiérrez-Rodríguez 2, Dra. Paola Guadalupe Ureña-Guachizaca 3, y MsC. Dra Cleyne Rodriguez Pardillo 4.

1 Dra. en Medicina. Residente de la especialidad de medicina familiar y Comunitaria.

2 Dr. En Medicina. Especialista de primer grado en Alergología. Especialista de primer y segundo grado en Medicina General Integral. Máster en Ciencias en Longevidad Satisfactoria. Coordinador de investigaciones del postgrado de Medicina Familiar Universidad Nacional de Loja. Direcc.

3 Dra. en Medicina. Especialista En Atención Primaria de Salud, Residente de la especialidad de medicina familiar y Comunitaria.

4 Dra. en Medicina. Especialista de primer grado en Medicina General Integral. Máster en Ciencias en Longevidad Satisfactoria.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LOJA. AREA DE TALENTO HUMANO. POSTGRADO DE MEDICINA FAMILIAR

RESUMEN

La calidad de vida resulta de una combinación de factores objetivos y subjetivos donde el aspecto objetivo depende del individuo (utilización y aprovechamiento de sus potenciales: intelectual, emocional y creador) y de las circunstancias externas (estructura socioeconómica, socio psicológica, cultural y política) que interactúan con él. La característica esencial que cuesta evidenciar en esta etapa de la vida es el cambio. Primero por los atributos y la complejidad de la calidad de vida y luego por la mayor diferenciación que las experiencias vitales le introducen a las personas. En tal sentido en su valencia moral el constructo calidad de vida es un mediador entre creencias, normas, principios y realidades concretas.

Palabras clave: Calidad de vida, envejecimiento.

INTRODUCCION

El interés por la Calidad de Vida ha existido desde tiempos inmemorables. Sin embargo, la aparición del concepto como tal y la preocupación por la evaluación sistemática y científica del mismo es relativamente reciente. (Gómez & Sabeh, 2005) La idea comienza a popularizarse en la década de los 60 hasta convertirse hoy en un concepto utilizado en ámbitos muy diversos, como son la salud, la salud mental, la educación, la economía, la política y el mundo de los servicios en general. (Gómez & Sabeh, 2005)

La mayoría de los autores coinciden en afirmar que el término calidad de vida aparece a mediados de la década del 70 del recién concluido siglo XX, con una gran expansión hacia los años 80. Aunque su existencia, encubierta en conceptos como bienestar, salud y felicidad, data de las civilizaciones griegas, romana, egipcia y hebrea. (Moreno & Ximénez, 1996)

En un primer momento, la expresión Calidad de Vida aparece en los debates públicos en torno al medio ambiente y al deterioro de las condiciones de vida urbana. Durante la década de los 50 y a comienzos de los 60, el creciente interés por conocer el bienestar humano y la preocupación por las consecuencias de la industrialización de la sociedad hacen surgir la necesidad de medir esta realidad a través de datos objetivos, y desde las Ciencias Sociales se inicia el desarrollo de los indicadores sociales, estadísticos que permiten medir datos y hechos vinculados al bienestar social de una población. Estos indicadores tuvieron su propia evolución siendo en un primer momento referencia de las condiciones objetivas, de tipo económico y social, para en un segundo momento contemplar elementos subjetivos. (Arostegui, 1998)

DESARROLLO

La calidad de vida (CV) de nuestra vida, que equivale a la calidad de nuestro envejecimiento, es elegible en la medida que elegibles son individual y socio-culturalmente las condiciones en que vivimos, nuestras actitudes y nuestras formas de comportarnos. (Prieto & Vega, 1996)

En líneas generales, la investigación sobre Calidad de Vida es importante porque el concepto está emergiendo como un principio organizador que puede ser aplicable para la mejora de una sociedad como la nuestra, sometida a transformaciones sociales, políticas, tecnológicas y económicas. No obstante, la verdadera utilidad del concepto se percibe sobre todo en los servicios humanos, inmersos en una «Quality revolution» que propugna la planificación centrada en la persona y la adopción de un modelo de apoyos y de técnicas de mejora de la calidad.

En este sentido, el concepto puede ser utilizado para una serie de propósitos, incluyendo la evaluación de las necesidades de las personas y sus niveles de satisfacción, la evaluación de los resultados de los programas y servicios humanos, la dirección y guía en la provisión de estos servicios y la formulación de políticas nacionales e internacionales dirigidas a la población general y a otras más específicas, como la población con discapacidad. (Gómez & Sabeh, 2005)

La CV resulta de una combinación de factores objetivos y subjetivos (Dulcey-Ruiz & Quintero, 1999) donde el aspecto objetivo depende del individuo (utilización y aprovechamiento de sus potenciales: intelectual, emocional y creador) y de las circunstancias externas (estructura socioeconómica, socio psicológica, cultural y política) que interactúan con él. El aspecto subjetivo viene dado por la mayor satisfacción del individuo, el grado de realización de sus aspiraciones personales y por la percepción que él o la población tenga de sus