El envejecimiento progresivo de la población, particularmente más notorio en los países industrializados, plantea toda una nueva problemática socio-sanitaria, cultural y económica. Las causas de este envejecimiento están relacionadas con el evidente descenso de la natalidad y la disminución de la morbilidad y mortalidad consecuencia de los progresos sanitarios y sociales de los últimos años.