La primera referencia que se tiene del problema data de 1940, cuando Simpson describe casos de embolismo pulmonar en sujetos que permanecían largo tiempo en refugios anti bombardeos durante la batalla de Inglaterra, donde la movilidad era casi nula. Y la primera vez que se nombra esto como Síndrome de la clase turista fue en 1977 por Symington y Stack, para definir los problemas de retorno venoso que se producían en los pasajeros de avión que tenían que viajar en asientos de limitado espacio que permitían poca movilidad de los miembros inferiores.