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Algunos factores relacionados con las infecciones urinarias en niños

Algunos factores relacionados con las infecciones urinarias en niños

La infección urinaria (IU) es un problema frecuente en los lactantes y niños, con una prevalencia aproximada del 2 al 5%. Alrededor del 5-8% de niños y niñas menores de 2 años con fiebre sin una localidad definida tienen una IU. En los primeros 4-6 meses de vida es más frecuente en varones, cuando éstos no están circuncidados como es lo habitual en Europa, con una relación niño/niña del orden de 4-5/1. A partir de los 3 años la IU es mucho más frecuente en niñas, de modo que la padecen cerca de un 5% de las escolares, con una relación niña/niño superior a 10/1.(Liria, Hernández, & Robles, 2011)

Algunos factores relacionados con las infecciones urinarias en niños

Comentario Bibliográfico

AUTORES: Dra. Gladys Rocío Oviedo Paccha 1, Dra. Betty Solanshy Prieto Aguilar 2. Dra. Silvana del Cisne Vivanco Celi 3, Dra. Ligia Gabriela Briceño Mogrovejo 4, Silvia Rosalia Zumba Jami 5. Dra. Marian Carmen Villalta López 6.

1 Dra. en Medicina y Cirugía. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional De Loja-Ecuador.

2 Dra. en Medicina y Cirugía. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional De Loja-Ecuador.

3 Dra. en Medicina y Cirugía. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional De Loja-Ecuador.

4 Dra. en Medicina y Cirugía. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional De Loja-Ecuador.

5 Dra. en Medicina y Cirugía. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional De Loja-Ecuador.

6 Dra. en Medicina y Cirugía. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional De Loja-Ecuador.

Universidad Nacional de Loja-Ecuador. Área de Talento Humano. Postgrado de Medicina Familiar

INTRODUCCIÓN:

La IU febril en los niños pequeños, sobre todo los menores de 2 años, o la que se presenta en niños con una anomalía importante de les vías urinarias, especial- mente reflujo vesicoureteral (RVU) intenso, obstrucción al flujo de orina o vejiga neurógena, puede ocasionar daño renal permanente.(Liria et al., 2011)

Según, Palacios,M. &Segura,F.& Ordoñez,F, (2012).Las infecciones urinarias se dan por la invasión microbiana al aparato urinario por gérmenes que sobrepasa los mecanismos de defensa del huésped, y provoca una reacción inflamatoria y alteraciones morfológicas o funcionales, con bacterias en la orina. Las anomalías nefrourológicas congénitas (CAKUT) con alta prevalencia en la población general; de ellas, las más frecuentes son las dilataciones de la vía urinaria, además la causa más importante de enfermedad renal crónica en la edad infantil.

“Al afectar a la uretra o la vejiga (vías urinarias bajas) y a los uréteres, pelvis renal, cálices y parénquima renal (vías urinarias altas) de difícil diagnostico en los niños pequeños. La IU febril en menor de 2 años se asocia a anomalía como: reflujo vesicoureteral (RVU) intenso, obstrucción al flujo de orina o vejiga neurógena, para evitar daño deben descubrir estas y evitar secuelas a largo plazo”. Pigrau, C.( 2013)

La afección de las vías altas: Pielonefritis aguda afecta el parénquima renal hay fiebre > 38,5° la proteína C reactiva (PCR), la pro calcitonina o la velocidad de sedimentación globular (VSG) aumentadas, hay un riesgo de lesión renal con aparición de cicatrices corticales renales.

FACTORES FAMILIARES ASOCIADOS A LAS INFECCIONES URINARIAS.

En forma general con una patología de esta índole en un infante su salud se lo enfocaba como un tema individual, embargo, existe cada vez mayor evidencia de que en la mayoría de situaciones de salud y enfermedad del individuo independiente de su ciclo vital dentro de la familia la misma tiene un rol importante. Las interacciones familiares moldean muchas de las principales conductas que favorecen la salud, así por ejemplo hábitos de alimentación, de higiene, actividad física. Esto posibilita entender que los estilos de vida de los individuos surgen a partir de cómo estos fueron socializados en relación a conductas protectoras y riesgosas para su salud. El conocimiento de los factores protectores como de riesgo que agreden a la salud, derivados de las condiciones de vida identificadas; importantes para anticipar los daños que se enfrentarían a corto, mediano y largo plazo y son determinantes de la calidad de vida en la edad adulta. Lo que cabe destacar en estos factores biológicos, ambientales y nutricionales tienen mucha influencia en los extremos de la vida, lactantes, niños y adultos mayores; mientras que los conductuales y culturales tienen una mayor influencia en adolescentes, adultos, (ejemplo, violencia, uso de drogas, tabaco, licor, etc.).

La familia en los estados de salud y enfermedad y en especial en la niñez, sin descartar la herencia de factores genéticos. La familia como el principal agente socializador de los niños, comunica estilos de vida practicas saludables (Protectoras) o Patógenas (riesgo), como también ciertas formas de resolver los problemas de salud según los describe. (OMS. 2014.)

Factores de riesgo y de protección de la familia y su relación con las infecciones infantiles es central dada su participación directa así como el estado emocional con sentimientos de aprecio, simpatía, amistad, amor y solidaridad se asocian con actitudes de acercamiento hacia las personas que se vinculan a su satisfacción y, por asociación y extensión, suelen terceros beneficiarse de ello. Tales sentimientos positivos hacia los otros y las actitudes y conductas concurrentes propician retroalimentación del mismo signo por parte de quienes son objeto de ellos. Por otra parte, sentimientos negativos como el reproche y el rencor, el enojo, la envidia, la desconfianza, la susceptibilidad, el odio, la búsqueda de lástima y el chantaje emocional, entre otros, movilizan actitudes y conductas riesgosas que suelen promover un clima de malestar interpersonal,