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Estilo de vida y problemas de salud de los docentes universitarios

Estilo de vida y problemas de salud de los docentes universitarios

Resumen

El estilo de vida es una forma particular de vivir; Es un término que se refiere a combinaciones de factores diferentes. Factores tangibles como la cultura, que se relacionan específicamente al perfil demográfico del ser humano, y los factores intangibles que se refieren a aspectos psicológicos como valores, preferencias y perspectivas.

Estilo de vida y problemas de salud de los docentes universitarios

Autores: Gómez Rosas MAa*, Camargo Bravo Ab, García Jiménez MF a, Estrada Pérez JLa, Calderón Murillo Aa, Saucillo Vela Ba.

 a Estudiante de Posgrado, Profesor Facultad de Enfermería Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, B. C., México.

b Profesor Facultad de Enfermería Universidad Autónoma de Baja California, Mexicali, B. C., México.

* Autor para Correspondencia:

Estos son factores importantes que influyen en el estrés psicosocial como el abuso del alcohol, la violencia, las dietas malsanas, la inactividad, entre otros que están en los principales factores de riesgo. De igual manera  el comportamiento y conducta del docente universitario y sus malos hábitos, pueden plantear riesgos para su salud, en su vida laboral y familiar, provocándose  así  consecuencias tales como: Trastornos psicológicos o psicosomáticos, que se manifiestan en fatiga, trastornos del sueño, ansiedad, estrés, depresión, trastornos del habla, enfermedades infecciosas y lesiones musculo-esqueléticas, entre otros.

Palabras clave: estilo de vida, salud, docente universitario

Introducción

El estilo de vida (EV), se refiere al conjunto de comportamientos, que de manera cotidiana, practica una persona, y que son llevados a cabo de manera consciente y voluntaria durante su vida, por ello, tienen una gran influencia en la aparición de diferentes enfermedades, específicamente, las de tipo crónico. La Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere que “las enfermedades crónicas son enfermedades de larga duración y generalmente de progresión lenta, entre ellas se encuentran las enfermedades cardíacas, los infartos, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, las cuales son responsables del 63% de las muertes a nivel mundial, y además, se encuentran entre las  principales causas de mortalidad”. 1

Actualmente, las enfermedades que están relacionadas con el estilo de vida de cada persona, presentan componentes de riesgo similares, a los efectos que presentan algunas conductas relacionadas con el estilo de vida como el tabaquismo, una dieta no saludable y la inactividad física. Dichas conductas, favorecen el desarrollo de enfermedades crónicas, como las enfermedades del corazón, los accidentes cerebrovasculares, la obesidad, la diabetes, algunos tipos de cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el síndrome metabólico. 2

Los EV modernos en México, también han acarreado hábitos no saludables, que aumentan el riesgo de desarrollar este tipo de enfermedades, pues la alimentación que anteriormente estaba constituida en su mayoría por verduras, frutas, leguminosas y cereales, hoy en día, está conformada por azucares y grasas, además, están asociadas a una vida sedentaria, al consumo de alcohol, tabaco y  drogas recreativas, entre otras. 3

Cabe agregar, que las enfermedades crónicas, también se encuentran entre las principales causas de mortalidad en Baja California, entre ellas, las enfermedades del corazón, diabetes mellitus y enfermedad cerebrovascular, las cuales, están asociadas con la obesidad, el síndrome metabólico y EV no saludable como la falta de actividad física, alimentación inadecuada y el tabaquismo. 4

Por ello, la OMS, recomienda adoptar un EV saludable, con el fin de proteger la vida, y así, mantenerse sano, disminuir la discapacidad y el dolor en la vejez, ya que, si no se adoptan medidas preventivas o correctivas de manera temprana, el envejecimiento en la población obstaculizará el logro de los objetivos de desarrollo socioeconómico y humano en todos los países del mundo. 5

Por su parte, la Dirección General de Promoción de la Salud (DGPS), la representación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS en México, llevaron a cabo sesiones virtuales durante el año 2015, con el fin de compartir experiencias en promoción de la salud, y para lograr estilos de vida saludables en la población mexicana, entre los temas centrales, se encuentran: la alimentación correcta, el consumo de agua simple potable, la actividad física y alimentación complementaria adecuada, la cultura alimentaria tradicional correcta, la regulación de alimentos y bebidas, etiquetado y publicidad de alimentos y bebidas, así como, las unidades móviles de orientación alimentaria y actividad física. 6

Por ello, es importante adoptar un estilo de vida saludable, como una dieta adecuada, ejercicio regular, evitar fumar y mantener un peso saludable, pues estas conductas se asocian a la disminución de un 80%, en el riesgo de presentar las enfermedades crónicas más comunes y letales, como las enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y la obesidad. La presencia de una enfermedad crónica, puede conducir a la pérdida de independencia, años con discapacidad o muerte en las personas, y en consecuencia, una carga económica considerable para los servicios de salud. 2

Concepto de salud

A través del tiempo, el concepto de salud se ha transformado, iniciando desde una dimensión negativa y reduccionista, con cimiento en la ausencia de enfermedad, incapacidad o invalidez, hasta un nuevo pensamiento más positivo y holístico, que contiene las dimensiones de bienestar, ajuste psicosocial, calidad de vida, funcionamiento cotidiano, protección de posibles riesgos de enfermedad y  desarrollo personal, entre otras. 7-9

Por un lado, el enfoque negativo de la salud es el proceso en el cual, la salud se restituye a través de acciones médicas aplicadas a las personas que están enfermas, mientras que el enfoque positivo, se refiere a una decisión considerada por los gobiernos y sociedades, a fin de prevenir la enfermedad y promover el bienestar de los individuos. 10

En la actualidad, promover la salud desde el enfoque positivo, no  sólo es un derecho para las personas, también, es considerado un elemento para detener la enfermedad física y mental. 11 En este sentido, algunos autores han demostrado, la relación mutua que existe, entre las actividades que se realizan y la salud positiva, como el efecto de bienestar de una persona, y el buen funcionamiento de los sistemas biológicos en el organismo. Estos efectos, pueden ser medidos por medio de diferentes marcadores biológicos, como el nivel de cortisol en la saliva, el nivel de citoquinas inflamatorias, el riesgo cardiovascular o el tiempo del período REM del sueño. 9

Por su parte, la OMS, define la salud como el “completo estado de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia”. 12 Por tanto, esta definición permite diferenciar entre salud negativa y positiva, sin embargo, también ocasiona críticas, a pesar de las ventajas que conlleva este concepto. Entre las ventajas de la definición de salud de la OMS,  se encuentran, en primer lugar, el apreciar al individuo como desde un enfoque total, y no como la suma de sus partes, así también, favorece una visión de la salud, en donde se considera tanto el ambiente personal e individual, como al ambiente externo, y en segundo lugar, destaca la salud y no la enfermedad. En cambio, entre las críticas recibidas, sobresale la comparación del bienestar con la salud, así como, el considerar la salud como un estado estático, que no permite escalas de medición, por último, el olvido de los aspectos subjetivos sobre los aspectos objetivos en la salud. 13

En consecuencia, y debido a la necesidad de un nuevo concepto de salud mundial, en noviembre de 1986, se realizó la Conferencia Internacional sobre la Promoción de la Salud en Ottawa, Canadá, en la cual, se formula la Carta a Ottawa, dirigida al logro del objetivo «Salud para Todos en el año 2000”.  Esta conferencia, se basa en los logros que se alcanzaron como resultado de la Declaración de Alma Ata, dada a conocer en la Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, realizada en septiembre de 1978, en la ciudad de Alma-Ata, URSS, y respondiendo a la urgente necesidad de que los gobiernos, el personal de salud y la comunidad, trabajen en la protección y promoción de la salud de todos los pueblos del mundo. 14

Cabe señalar, que la salud es un derecho fundamental, puesto que, según la OMS, “los gobiernos deben crear las condiciones que permitan a todas las personas vivir lo más saludablemente posible”, estas condiciones incluyen: el poder disponer de servicios de salud, condiciones de trabajo saludable y seguro, vivienda adecuada y alimentos nutritivos. Además,  el derecho a la salud no debe entenderse como el derecho a estar sano. 15 De hecho, la salud es un proceso dinámico y complejo, que está favorecido por diversos factores, entre ellos: los hábitos alimenticios, los aspectos sociales como los lazos familiares o sociales y los aspectos ideológicos, formados por los valores y creencias de cada persona. 16 Así, la salud es un estado de equilibrio no solamente físico, psíquico y espiritual, la salud, es un deseo básico de las personas, es la forma para poder satisfacer cualquier otra necesidad o aspiración de bienestar y felicidad, aunque, la salud no puede ser identificada literalmente como el estado total de felicidad o bienestar. 17

Entre otros conceptos que se refieren la salud de las personas, se han identificado los siguientes: a) el logro del más alto nivel de bienestar físico, mental y social y la capacidad de funcionamiento que permitan los factores sociales en los que viven inmersos los individuos y la colectividad. 18 b) el grado en que una persona o grupo, es capaz de realizar sus aspiraciones, y satisfacer sus necesidades y enfrentar adecuadamente a su medio ambiente. 18 c) un concepto positivo que engloba tanto recursos personales y sociales como capacidades físicas, y no un concepto negativo como la ausencia de enfermedad. 18 d) el bienestar individual y la finalidad primordial de la propia existencia. 19 e) una orientación general que expresa la magnitud del profundo sentimiento de confianza constante, pero dinámico,  de que los entornos interno y externo de cada uno, son predecibles y de que hay grandes probabilidades de que todo vaya tan bien como es razonable esperar. 20

La salud y sus determinantes

Desde la antigüedad, el ser humano se ha preocupado por las causas o condiciones que establecen la salud en las personas, las que se conocen desde los años 70, como determinantes de salud. Los determinantes de la salud, están conformados por mecanismos personales, sociales, culturales, económicos y ambientales, que determinan el estado de salud de los individuos y las  poblaciones. En este sentido, entre los modelos que intentaron explicar la producción o pérdida de salud y sus determinantes, se encuentra el  modelo holístico de Laframboise, 21 que fue desarrollado de manera posterior, por Marc Lalonde, 22 ministro de sanidad canadiense, el cual, señala en su informe sobre las  “Nuevas Perspectivas de la Salud de los canadienses”, que la promoción de la salud, es un elemento fundamental dentro de las políticas públicas saludables.

Este autor, cita cuatro determinantes de la salud, 22 los cuales, en su mayoría se pueden modificar, pero cuando existe interacción entre ellos, generan un gran número de enfermedades, por lo que, al controlar sus efectos, se reduce la probabilidad de presentar enfermedad y muerte; a) La biología humana, la cual depende de la carga genética, la constitución, el crecimiento, desarrollo y envejecimiento del individuo. b) El estilo de vida y conductas de salud, como el consumo de drogas, el sedentarismo, la alimentación, el estrés, la conducta sexual no saludable, el manejo peligroso y la mala utilización de los servicios sanitarios. c) El sistema de asistencia sanitaria o sistema de cuidados de salud,  los cuales están provocados por la acción preventiva o de tratamiento, como sucesos desfavorables en la asistencia sanitaria, largas esperas y la burocratización en la atención. d) El medio ambiente, provocado por la contaminación física, química, biológica, psicosocial y sociocultural. 22 Ver figura nº1: Modelo de determinantes de salud según Lalonde, 1974.

Lalonde, también señala acontecimientos, en los que causas diferentes, pueden provocar diversos efectos al mismo tiempo, pero ninguna causa por sí sola, puede originar una consecuencia, al contener todos los determinantes de la salud mencionados anteriormente. En años posteriores, este autor valora la adecuación de gastos sanitarios y los distintos determinantes de salud, comprobando el inadecuado reparto del gasto federal, y cita la influencia de los determinantes de salud, de la siguiente manera: 11%  los sistemas de asistencia sanitaria, 19% el medio ambiente, 27% la biología humana y 43% los estilos de vida.22

Posteriormente Tarlov, 23 durante una conferencia llevada a cabo Bethesda (Maryland), construye un diseño de determinantes de salud, parecido al de Lalonde, en el cual, clasifica los determinantes de salud en cinco niveles, sin embargo, la atención sanitaria no es señalada como determinante de salud, sino como una estrategia reparadora: Nivel 1. Determinantes biológicos, físicos y psíquicos. Nivel 2. Determinantes de estilo de vida. Nivel 3. Determinantes ambientales comunitarios como la familia, la escuela, el vecindario, el empleo e instituciones locales, entre otros. Nivel 4. Determinantes del ambiente físico, climático y contaminación ambiental. Nivel 5. Determinantes de la estructura macrosocial, política y percepciones poblacionales.23 También, los determinantes se agrupan de acuerdo al momento en que su influencia se presenta, con relación al proceso de enfermedad, como: factores predisponentes, factores precipitantes y factores perpetuadores. De hecho, también se consideran los factores que dificultan la aparición de la enfermedad, llamados factores protectores. 24 Ver figura nº2: Factores que influyen en la enfermedad, adaptado de Lask & Fosson, 1989.

Sobre la base de las observaciones anteriores, se puede señalar, que el realizar cambios moderados en los hábitos de vida, genera un impacto enorme en la salud de las personas, tanto, de manera individual como colectiva, y no es raro, que los profesionales de la salud y los medios de comunicación, transmitan regularmente, mensajes para que las personas se mantengan sanas, llevando a cabo comportamientos saludables de manera habitual, como el realizar actividad física, consumir  alimentos con fibra, dejar de fumar, controlar su peso, una dieta baja en grasas y manejar el estrés adecuadamente, ya que, estas conductas reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y mortalidad prematura. 2

Estilos de vida

A lo largo del tiempo, el desarrollo del término, estilos de vida, se ha mostrado en el área de las ciencias socioculturales, en donde, los estilos de vida, refieren los esquemas de comportamiento de diferentes grupos, donde la formación social tiene una gran influencia. De igual manera, los estilos de vida, se han estudiado por distintas disciplinas, entre ellas, la sociología y la epidemiología. 25

Desde la visión de la sociología, varios autores, hicieron grandes aportaciones al concepto de estilos de vida. Según Karl Marx, 26 la posición de una persona en la clase social, depende únicamente, de la cantidad de bienes que tiene. Sin embargo, para Weber, 27 el estatus, prestigio y poder, influyen de manera importante, en la posición social; la clase social, se refiere a personas que comparten condiciones materiales afines, prestigio, educación e influencia política.  Este autor, refiere que los estilos de vida no se basan en lo que el individuo produce, sino en lo que las personas, usan o consumen; por lo que, los estilos de vida no se basan en los medios de producción, sino en los de consumo. Del mismo modo, Bourdieu 28 señala, que las personas de una misma clase social, comparten los mismos estilos de vida, como: la preferencia por determinados alimentos, los deportes, las distracciones, así como, las mismas oportunidades.

Por otra parte, en el campo de la epidemiología y la salud pública, entre los años 50 y 60, el término de estilo de vida y salud, señala los comportamientos particulares, relacionados a las enfermedades crónicas, sin tener en cuenta las enfermedades infectocontagiosas, con excepción del VIH/sida. De manera posterior, la epidemiología, ha enlazando los estilos de vida, con el conocimiento del riesgo o factores de riesgo, resaltando la responsabilidad que tiene cada individuo sobre su salud. 27

Según la OMS, “Un factor de riesgo es cualquier rasgo, característica o exposición de un individuo, que aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión. Entre los factores de riesgo más importantes se encuentran: las prácticas sexuales de riesgo, la hipertensión, el consumo de tabaco y alcohol, el agua insalubre, la deficiencia en el saneamiento y la falta de higiene”. 29

Con respecto al EV, la OMS, lo define como: “una forma de vida que se basa en patrones de comportamiento identificables, determinados por la interacción entre las características personales individuales, las interacciones sociales y las condiciones de vida socioeconómicas y ambientales”, además, señala que, “Los estilos de vida individuales, caracterizados por patrones de comportamiento identificables, pueden ejercer un efecto profundo en la salud de un individuo y en la de otros”, aunque, “no existe un estilo de vida óptimo en todas las personas, ya que su estilo de vida depende de su cultura, ingreso económico, familia, edad, capacidad física, ambiente en el hogar y el trabajo”. 30

Por lo tanto, el estilo de vida se refiere, a la forma de vida, actividades y rutinas diarias, como: el número y características de la alimentación, las horas de sueño y descanso, el consumo de alcohol, cigarrillos y estimulantes, y la actividad física, entre otras. A estas prácticas, se les nombra hábitos o comportamientos sostenidos, los cuales se dividen en dos categorías: 1) los que mantienen la salud y promueven la supervivencia, llamados factores protectores. 2) y aquellos que limitan la salud o resultan dañinos, y en consecuencia, reducen la esperanza de vida, llamados factores de riesgo. 31

Con referencia a lo anterior, el último informe del Banco Mundial, advierte, que “las conductas de riesgo como fumar, usar drogas ilegales, abusar del alcohol, llevar dietas nocivas para la salud y las relaciones sexuales sin protección, están aumentando a nivel mundial, y proyectan una amenaza cada vez mayor para la salud de las personas, sobre todo en los países en desarrollo”. 32 Según el informe anterior, estas conductas de riesgo, tienen un costo considerable en la productividad de las personas a largo plazo.

No obstante, y a pesar de los beneficios ya conocidos de un estilo de vida saludable, tan solo una pequeña cantidad de las personas, siguen esa rutina; más aún, el porcentaje de los individuos que llevan una vida sana está disminuyendo, y constituye un factor muy importante en la aparición de las enfermedades crónicas como las causas de mayor morbilidad y mortalidad en el mundo, de hecho, el estilo de vida, es considerado, para muchas personas “un asunto personal”. 2

El docente y las exigencias de su entorno

Como docente se entiende, aquel individuo que se dedica a enseñar, o que realiza acciones referentes a la enseñanza, la palabra docente, se deriva del latín docens, que a su vez, procede de docēre que significa enseñar. En este contexto, la profesión docente, favorece la formación de valores y conocimientos en los alumnos, así también, en la formación profesional y personal, por ello, la importancia que tiene el papel que desempeña el profesor, en la vida de cualquier persona. 33

En la actualidad, las funciones que desempeñan los profesores han aumentado, repercutiendo en el propio significado del rol docente, como en su salud. 34 Es decir, cada vez, los docentes están más preocupados por su entorno, las exigencias del trabajo y la presión que ejercen los alumnos, padres y administrativos; estas situaciones, favorecen la aparición de enfermedades psíquicas y psicosomáticas, las cuales, son difíciles de identificar y definir, debido al largo tiempo que llevan para manifestarse en cada persona. 34

Como exigencias, se entiende como “los elementos potencialmente nocivos derivados del trabajo y la organización”, Noriega, 35 las clasifica de la siguiente manera: a) exigencias relacionadas con el tiempo de trabajo, como la rotación y jornada prolongada; b) exigencias relacionadas con la calidad e intensidad de trabajo, como el grado de atención, minuciosidad y repetitividad; c) exigencias relacionadas con la vigilancia en el trabajo, como la supervisión y control estricto de la calidad; d) exigencias relacionadas con la calidad o el contenido del trabajo, como la movilidad, comunicación, y claridad de las tareas; e) y exigencias relacionadas con el tipo de actividad en el puesto de trabajo, como las posturas forzadas y esfuerzo físico sostenido. 35

En efecto, las funciones realizadas por los docentes, desde el inicio, hasta el fin del semestre, y algunas veces en su tiempo libre, como permanecer de pie, escribir demasiado, elevar la voz, realizar tareas fuera de su horario de trabajo, laborar horarios mayores a 48 horas, entre otras; asociadas a la interacción, que forzosamente tienen con el alumno, los padres de familia, administrativos y directivos, provocan en los docentes, malestares psíquicas y psicosomáticas, como ansiedad, trastornos músculo esqueléticos, lumbalgias, estrés laboral, depresión u otras manifestaciones en el organismo. 36  De hecho, las exigencias no es lo único que afecta la salud del profesor, también, la ausencia o disminución de otros componentes, como la creatividad, el vínculo entre el pensar y el actuar, el control sobre su trabajo, y el perfeccionamiento del potencial tanto, físico como mental, entre otros. 37

Con base en lo referido por Balseiro, 38 el estrés laboral también, trastorna el desarrollo del docente, incluso, causando efectos múltiples, como el ausentismo y el desaliento, la ansiedad y el colapso emocional, la desilusión y la irresponsabilidad profesional, baja calidad en el trabajo y la productividad, y por último, la pérdida crónica de identidad institucional.

Según se menciona, en un estudio sobre Trastornos psíquicos y psicosomáticos en docentes mexicanos, el 80%, permanecen de pie durante la jornada de trabajo, una cuarta parte recibe órdenes confusas por parte de los directivos o administrativos, provocando trastornos emocionales, por la duda de que su labor esté bien realizada; asimismo, el 50% de los docentes señalan que realizan trabajos de mucha concentración como, la revisión de tareas diarias, y más del doble de los docentes encuestados, utilizan de la computadora, lo cual, obliga al docente a mantener posiciones incómodas, como estar sentado o encorvado largo tiempo. 36

Trastornos físicos, psíquicos y somáticos en los profesores

Tal como se observa, la enseñanza es una profesión que puede llegar a provocar niveles de estrés elevado, inclusive, por encima de otras profesiones de riesgo. 39 Por lo que, en muchos casos, el estrés crónico en el trabajo, puede originar la aparición del “Síndrome de estar quemado por el trabajo” o “Síndrome de burnout”, y en consecuencia, provoca síntomas físicos o psicosomáticos que se asocian al estrés. 40 Cabe decir, que en años anteriores, la OMS pronosticó, con respecto a que la enfermedad mental, que ésta sería la segunda causa de incapacidad laboral a partir de 2010. Las causas de la aparición del estrés laboral dentro de la enseñanza es variado, como los problemas con los compañeros, los insuficientes recursos materiales, la falta de reconocimiento social, el conflicto de rol, las presiones de tiempo, la carga excesiva profesor-alumno, el deterioro en motivación de los estudiantes, las perspectivas laborales no cumplidas, entre otras. 41

Por otra parte, entre los principales síntomas que se asocian al estrés del docente, se encuentran: la incapacidad para desconectarse del trabajo, los problemas de sueño y cansancio, los cuales favorecen la aparición de enfermedades, como los problemas gastrointestinales, de espalda y cuello, dolor de cabeza, enfermedades coronarias, nauseas, taquicardia, y el aumento de la predisposición a enfermedades virales y respiratorias.42 En algunas ocasiones, estos síntomas, se relacionan con el consumo, o abuso de tranquilizantes, estimulantes, café, tabaco, alcohol y otras drogas. 43 En relación a lo anterior, diversos estudios 39,44-45 se han referido el estrés y burnout, como trastornos característicos de la población docente, así mismo, otro estudio realizado en España señala, que los problemas psicológicos, son citados por ocho de cada diez profesores, como la principal dolencia de esta profesión. 46

Asimismo, el Observatorio permanente de riesgos psicosociales, señala que, los problemas de salud físicos más frecuentes en los docentes, son: los trastornos gastrointestinales, cardiovasculares, respiratorios, endocrinos, sexuales, dermatológicos, musculares, dolor crónico, cefaleas, insomnio, trastornos inmunológicos, entre otros. También refiere, que entre los problemas psicológicos y emocionales en los docentes, se encuentran: la ansiedad, el estrés, la depresión, la preocupación excesiva, la incapacidad para tomar decisiones, la confusión, la incapacidad para mantener la atención, olvidos frecuentes, mal humor, entre otros.47

 De la misma manera, la alimentación, la actividad física, la cantidad de grasa corporal, el consumo de alcohol y el fumar, también se ha asociado con el riesgo de padecer enfermedades crónicas, entre ellas, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. 2 Por lo que, el llevar a cabo estilos de vida saludables en la población docente, resulta es de suma importancia.

Según cita, el trabajo sobre la salud mental en docentes, realizado por Domich y Faivovich, 48 las cuatro enfermedades psicosomáticas más frecuente en los profesores son: el colon irritable, el lumbago, las alteraciones digestivas y las alergias. Asimismo, entre los síntomas psicológicos se observan: la dificultad para relajarse y estar tranquilo, dolores de espalda, falta de energía, agotamiento, miedo, temblores, palpitaciones y  dolores de cabeza.

Cabe agregar, que durante el segundo semestre del 2010, Reyes Gómez y otros, 49 analizaron el estrés como un factor de riesgo en la salud entre docentes de universidades públicas y privadas, el resultado, reporta que, el 100% de los profesores padece estrés en diferentes niveles, de los cuales, el 42.5% se encuentran en el nivel bajo, 55% en nivel moderado, y el 2.55% en nivel de estrés alto.

Por su parte, García-Hernández y otros, 50 investigaron los estilos de vida y riesgos en la salud en profesores universitarios, los resultados mostraron la existencia de diversos riesgos a la salud por herencia y por comportamiento. Del mismo modo, otro estudio aplicado a trabajadores de nivel superior en Guaymas, Sonora, México, 51 describe los estilos de vida y eventos estresantes que presenta el personal docente, los resultados exponen diversos riesgos: los que suponen la probabilidad de aparición de enfermedad, los que coexisten con alguna, o los que pueden ser factores de riesgo que la provoquen. También, se observó en este mismo estudio, que existen muchos docentes que no realizan ejercicio, y que además, cuentan con antecedentes familiares de diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer, sobrepeso u obesidad.

Cabe señalar, que en la actualidad, la enfermedad coronaria es la principal causa de muerte en Norteamérica, y el segundo lugar en México, en donde la diabetes, es la causa principal de muerte.52 Por lo que, fumar, ingerir una alimentación alta en grasas, y no hacer ejercicio físico, asociado con factores psicosociales como el estrés, la depresión y hostilidad, tienen una gran influencia en el desarrollo de las enfermedades antes mencionadas en los docentes, y en la población en general. 53

Con base en los resultados de los estudios anteriores, 50,51 y la poca cantidad de docentes que realizan ejercicio, se fundamenta la necesidad del diseño y desarrollo de programas preventivos, que se enfoquen en transformar los comportamientos poco saludables en los docentes. De hecho, la actividad física, previene la aparición de enfermedades cardiovasculares y mejora algunos de los problemas asociados a estos padecimientos, incluyendo, el mantener el peso corporal apropiado y la disminución de la tensión arterial. 54 Además de los beneficios sobre el sistema cardiovascular, el ejercicio, también puede disminuir el riesgo de padecer diabetes mellitus, debido a que provoca una mejoría en la síntesis de proteínas a nivel muscular, lo que lleva, a mejorar el manejo de la glucosa en el cuerpo. 55

En referencia a los EV, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), realizó una investigación, 56 con más de 800 docentes en América Latina, donde se enfoca en los estilos de vida los profesores, y en las respuestas afectivas, emocionales y humanas, para un apropiado ejercicio profesional. Dicho estudio, clasificó las enfermedades en tres grandes grupos: En primer lugar; los problemas de salud asociados a las exigencias ergonómicas, como la disfonía 46%, las várices 35%, columna 32% y lumbalgias 13%. En segundo lugar; las problemas mentales como el estrés 42%, la depresión 26% y en general, sentirse poco valorados. Y en tercer lugar; los problemas de salud general, entre ellas, las enfermedades crónicas y estaciónales, como el colon irritable 44%, resfriados 39% e hipertensión 13%.

Ahora bien, es importante mencionar, que el docente siempre es un modelo a seguir por los alumnos, y necesita poner mayor atención a su salud física y emocional, ya que, al gozar de una  buena salud, también efectuará una labor más eficaz y comprometida. Así también, la conducta personal y estilos de vida saludables, son un mensaje positivo para los que lo observan, por el contrario, aunque el docente posea grandes conocimientos, si no tiene una buena salud, difícilmente podrá ser un promotor de ella. 57

Ante la situación planteada, es trascendental, que los responsables de las instituciones universitarias, creen  espacios donde los docentes puedan desarrollar estrategias eficaces, para afrontar de manera positiva, situaciones como el estrés laboral, y además, mejorar las relaciones interpersonales, favorecer la conciencia, la responsabilidad y el autocuidado en cada uno de los profesores, asumiendo el compromiso de promover hábitos y estilos de vida saludables por medio de la prevención y promoción de la salud. Una estrategia para conservar la salud entre los docentes, puede ser, la introducción de actividad física dentro de las horas de trabajo; pero no como una iniciativa individual, sino en el marco institucional.

Finalmente, y dado que la atención dentro de las políticas educativas, se ha centrado en la búsqueda de una “enseñanza de calidad”, se ha restado la importancia que tiene el profesor, y en especial, su salud, para lograr este objetivo. Sin embargo, los planteamientos anteriores, incitan a  ocuparse más, en torno a la salud de los docentes, y la necesidad de continuar los estudios, sobre la  influencia que pueden tener los estilos de vida, sobre la salud de los profesores universitarios.

Anexos – Estilo de vida y problemas de salud de los docentes universitarios

Anexos – Estilo de vida y problemas de salud de los docentes universitarios

Referencias

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5. OMS. Campaña del Día Mundial de la Salud 2012.
http://www.who.int/world-health day/2012/toolkit/campaign/es/

6. OMS. Prácticas y experiencias sobre estilos de vida saludables en la población mexicana. México, D.F., Noviembre de 2015. http://www.paho.org/mex/index.php?option=com_content&view=article&id=975:practicas-y-experiencias-sobre-estilos-de-vida-saludables-en-la-poblacion-mexicana&Itemid=499

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11. Seligman M. Positive Health. Applied Psychology: An international review. 2008; (57): 3-18 doi: 10.1111/j.1464-0597.2008.00351.x

12. World Health Organization, Constitution Statement. WHO, OMS, Ginebra, 1946. Asimismo, véase el art.25 de la Constitución de la OMS del día 7 de abril de 1948 y la definición recogida en la Declaración de Alma Ata de 1978, donde se ratifica dicha concepción de la salud, en OMS, «Declaración de Alma-Ata», Tribuna Médica 1979; (784):11.

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