La infección vaginal o síndrome de flujo vaginal constituye un proceso infeccioso de la vagina caracterizado por uno o más de los siguientes síntomas: flujo, prurito vulvar, ardor, irritación, enrojecimiento, disuria, dispareunia y fetidez vaginal, determinados por la invasión y multiplicación de cualquier microorganismo en la vagina y como resultado de un balance ambiental no adecuado en el ecosistema vaginal.