Se considera una manifestación rara que obedece a muchas etiologías, en su gran mayoría de carácter benigno en su pronóstico y evolución, pero puede ir hasta procesos malignos como manifestación paraneoplásicas de determinados tumores, sobre todo aquellos que su histología es un adenocarcinoma; apareciendo incluso años antes de diagnosticarse o manifestarse la localización del cáncer.