Como en toda enfermedad crónica confiere al paciente cambios en su estilo de vida y la adherencia a un régimen terapéutico que de no cumplirse se asocia a mayor mortalidad, cabe destacar que la evolución de la enfermedad a través de la historia y el desarrollo de las ciencias ha permitido mejorar la calidad de vida de los pacientes; pero, no se puede dejar de lado las consecuencias que la enfermedad causa en el entorno familiar ya que el grupo debe enfrentar una crisis accidental de tipo continuo, que aflige no solo al enfermo, sino a cada uno de sus integrantes y a la familia como un todo.