Una mirada a las Estrategias de Afrontamiento al Estrés desde la Discapacidad Intelectual
La relación entre las estrategias de afrontamiento al estrés y la discapacidad intelectual constituye uno de los retos más importantes de la salud mental y al ser ésta una condición primordial para lograr la paz y seguridad de los pueblos, conviene conocer las repercusiones que se tienen en el ámbito de la misma, ya que la salud mental hace posible que el individuo sea consciente de sus propias capacidades y pueda afrontar las tensiones normales de la vida, pueda trabajar de manera fructífera y que sea capaz de contribuir con su comunidad (Salud, 2013).
Una mirada a las Estrategias de Afrontamiento al Estrés desde la Discapacidad Intelectual
Comentario Bibliográfico
Autores: Dr. Arturo Eliazer Flores Luna 1, Dr. Miguel López Magaña 2, Md. Ginger Tamara Goya Rodríguez 3 , Dr. Jorge Vicente Vásquez Illescas 4, Md. Lyzzy Verónica Carrasco Luzarraga 5.
1 Dr. en Medicina y Cirugía. Diploma Superior en Gerencia en Servicios de Salud. Residente del tercer año en el Posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.
2 Dr. en Medicina. Especialista de primer grado en Medicina General Integral.
3 Médico. Residente del tercer año en el Posgrado de Medicina Familiar y Comunitaria, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.
4 Doctor en Medicina y Cirugía. Diploma Superior en Docencia Universitaria. Diplomado en Atención Primaria en Salud. Postgradista de Medicina Familiar y Comunitaria, estudiante del postgrado de Medicina Familiar, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.
5 Médico General. Diploma Superior en Enfermedades Inmunodeficientes VIH-SIDA. Residente del tercer año en el Postgrado de Medicina Familiar y Comunitaria, Área de la Salud Humana. Universidad Nacional de Loja.
Universidad Nacional de Loja – Ecuador. Área de Talento Humano. Postgrado de Medicina Familiar.
Resumen
El conocer la forma en que las familias afrontan la difícil tarea de atender a un familiar con discapacidad intelectual y cómo tienen que sobrellevar los múltiples estresores, a los cuales están sometidos estos miembros de nuestro entorno social; ayudará a comprender mejor, su realidad y analizar cómo está influyendo en su funcionamiento familiar. Para poder de esta manera hacer futuras intervenciones, en las cuales dotemos de herramientas y que así tengan un mejor afrontamiento a esta realidad, de forma más efectiva. Logrando que los padres y/o cuidadores de estas personas, no frustren su presente y futuro; fortaleciendo sus virtudes y mejorando las debilidades que sean detectadas, ya que son una parte de la sociedad por mucho tiempo olvidada.
Palabras clave: afrontamiento al estrés, discapacidad intelectual, funcionamiento familiar.
Introducción
Dentro del grupo familiar en el proceso natural de evolución existen situaciones estresantes que generan crisis normativas o paranormativas dependiendo de la relación con el ciclo vital familiar, estas requieren la existencia de un conjunto de habilidades que se adquieren básicamente en el núcleo social primario esto es la familia y que se afianzan en relación con el entorno.
Cabe mencionar que existen grupos con características particulares, como son los integrantes de hogares en los cuales hay un descendiente con discapacidad intelectual, debe entenderse además que la discapacidad de una persona en el seno de la familia no se debe considerar un obstáculo para el desarrollo y éxito del entorno de la familia; sin embargo, su sola presencia es causante de múltiples estresantes para los integrantes de la misma. Por lo cual el proceso de adaptación requiere mucho más de recursos externos para que el afrontamiento al estrés se dé de forma apropiada.
Para tener un panorama claro sobre la discapacidad cabe mencionar que en el mundo más de mil millones de personas viven con alguna forma de discapacidad, esto es aproximadamente el 15% de la población y de ellas, alrededor de 190 millones o sea el 3,8% experimentan dificultades en su funcionamiento por discapacidad grave, al referirse a la carga mundial por morbilidad tomando en cuenta las discapacidades que se presentan en la población infantil con edades comprendidas entre 0 y 14 años se estima en 95 millones de niños (5,1%), y de estos 13 millones (0,7%) tienen discapacidad grave, lo más preocupante en esta situación es que las cifras van en aumento influidas por factores ambientales, hábitos alimentarios, exposición temprana a abuso de sustancias, accidentes de tránsito, desastres naturales, conflictos (Salomon, 2010) (Organización Mundial de la Salud, 2011).
En relación a Ecuador la cifra de personas con discapacidad asciende a 293.743 a nivel nacional, de los cuales 145.349 están en la región costa(Discapacidades, 2013). En la provincia de El Oro el 6% de la población tiene alguna tipo de discapacidad (Xavier Torres, 2013); y en el cantón Pasaje el número de personas con discapacidad intelectual, es alrededor de 995 pacientes (INEC, 2012).
Esto ha generado a nivel mundial, el compromiso de construir sociedades más incluyentes, para alcanzar mejoras en la situación de los niños y niñas con discapacidad y de sus familias, puesto que muy frecuentemente estas personas deben lidiar con un sinfín de situaciones que impiden su participación en asuntos cívicos, sociales y culturales de sus comunidades (World Health Organization, 2011)(Unicef, 2013).
Dentro de este marco nace el interés de las naciones del mundo, en dirigir sus políticas para llegar a estos grupos marginados durante mucho tiempo, frente a esta propuesta el Ecuador no es la excepción; pues, el estado garantiza políticas de prevención de las discapacidades y equiparación de oportunidades para las personas con discapacidad implementando acciones para su participación política, social y laboral (Asamblea Nacional, 2008). Pero si bien el enfoque es favorable a este grupo de personas, falta actuar de forma más enfática en los padres y cabezas de familia de estos hogares, pese a que también gozan de claros derechos estipulados en la Ley Orgánica de Discapacidades(Asamblea Nacional del Ecuador, 2012).
Al respecto se destaca que los padres de la persona con discapacidad debe afrontar de manera empírica y sin mayor guía los diferentes estresores tanto internos como externos que implica el convivir con un familiar directo que tiene esta condición lo cual es más complejo si se trata de una discapacidad intelectual grave, ya que ello demanda una mayor carga y compromiso de la familia, cobra gran valor en estos grupos familiares el desarrollo de programas con soporte psicológico, direccionados hacia una mejor comprensión en el manejo integral de la discapacidad, donde se