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Actuación del personal sanitario de atención primaria de ZBS costeras ante la picadura de pez araña

Actuación del personal sanitario de atención primaria de ZBS costeras ante la picadura de pez araña

Tanto las personas que van al litoral marítimo con fines recreativos como los que trabajan en el mar  están expuestas a la toxicidad producida por la picadura o contacto con diversas especies animales que habitan en el mar. Existen más de 200 especies de peces venenosos que pueden causar lesiones en los seres humanos. En nuestras costas, el más común es el pez araña. Por ello, tanto médicos como enfermeros debemos estar instruidos en el protocolo de actuación ante este tipo de picaduras para poder dar atención de calidad a aquellas personas que desafortunadamente sufran este tipo de incidente.

Actuación del personal sanitario de atención primaria de ZBS costeras ante la picadura de pez araña

AUTORAS

Noelia Murez Mojica. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

Arantza Mojica Blanco. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

María del Pilar Tierra Burguillo. Universidad de Huelva, PHd.

INTRODUCCIÓN

Se denomina pez araña a las cuatro especies del género Trachinus (T. draco, T. araneus, T. radiatus, T. vipera), familia traquínidos, orden perciformes; en inglés weeverfish, literalmente » pez dragón». Todas son venenosas. Su picadura es conocida desde la antigüedad. Su área de distribución comprende el Mediterráneo, Atlántico y Báltico, habitando en zonas arenosas y fangosas a menos de 100 m de profundidad, ascendiendo en verano cerca de la costa.

Suele permanecer semienterrado en la arena, alimentándose de pequeños mariscos, cangrejos y peces. Su tamaño oscila entre los 15 y los 50 cm. Posee un cuerpo alargado y comprimido, hocico corto, boca grande y muy oblicua, ojos en la parte alta de la cabeza, primera aleta dorsal corta (con espinas venenosas), opérculo de cresta abultada terminada en un aguijón corto y robusto (igualmente venenoso) y escamas corporales dispuestas en series oblicuas abajo y atrás. Las glándulas productoras del veneno se encuentran en relación con las espinas de la primera aleta dorsal y el aguijón del opérculo, en cuyos finos canalículos, cubiertos de tegumento, discurre el tóxico.

El veneno es una mezcla de proteínas con capacidad antigénica, mucopolisacáridos y enzimas (fosfatasas, lipasas, proteasas) que produce una intensa irritación local que puede llegar a provocar necrosis. La penetración de las espinas o el aguijón en la víctima determina la rotura de la cubierta tegumentaria y la inoculación de la toxina. Su efecto es neurotóxico y principalmente citotóxico, aumentando la permeabilidad al potasio en las preparaciones de sistema nervioso. El aparato venenoso es una defensa contra los depredadores, causando lesiones al hombre accidentalmente al pisar el pez en su medio natural o al manipularlo fuera del agua, lo que incluye entre las posibles víctimas a bañistas, submarinistas, pescadores deportivos….

 Estos peces son bastante sedentarios y no suelen atacar a menos que se sientan molestados. La mayoría de picaduras se producen al pisarlos inadvertidamente con el pie cuando están semienterrados en la arena de la playa de una de nuestras costas, o al desengancharlos con la mano del anzuelo o de la red con los que han sido pescados sin que se haya reconocido la especie. La toxina puede permanecer activa durante horas en el pez ya muerto, por lo que hay que ser siempre muy cuidadoso al manipularlos, incluso en estas circunstancias.

 Los lugares comúnmente lesionados son las extremidades inferiores o superiores. . Los casos mortales son excepcionales, según la literatura médica, pero se han descrito también en España.

CLÍNICA

La picadura causa dolor local instantáneo, muy intenso y que se va incrementando durante los siguientes 60 minutos. El dolor llega a irradiarse a toda la extremidad y en la zona de la picadura aparece prurito, vasoconstricción, edema perilesional progresivo y trastornos de la coloración, con palidez en el lugar de la picadura y cianosis distal. Suele acompañarse de trastornos de la sensibilidad local que persisten semanas o meses. Puede producirse compromiso vascular con necrosis superficial y profunda y ocasionalmente gangrena. Entre las manifestaciones generales agudas destacan mareo, cefalea, náuseas, vómitos, hipotensión, sudoración y calambres musculares.

Raramente se dan parálisis muscular, arritmias, distrés respiratorio y colapso. Los excepcionales casos de muerte se han asociado a la desafortunada circunstancia de penetración intravascular del aparato venenoso. Puede haber infección secundaria de la herida, favorecida por la retención de cuerpos extraños (restos tegumentarios, espinas rotas), especialmente preocupante en caso de compromiso vascular, localización intra o yuxtaarticular, formación de absceso profundo o de huésped inmunodeprimido. La herida puede cicatrizar con granuloma y retracciones, especialmente si se infectó. Las picaduras reiteradas, como les ocurre a los pescadores profesionales, no inmunizan de estos desagradables efectos.

OBJETIVO Y MÉTODO

El principal objetivo que queremos alcanzar es mejorar el conocimiento por parte del personal sanitario sobre el protocolo de actuación ante la picadura del pez araña. Para ello se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica en las bases de datos Dialnet, Scielo y Pubmed- Medline, partiendo de los descriptores de la salud: Pez araña; Trachinus; Picaduras; Animales venenosos.