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Intervención sanitaria específica en caso de pacientes gestantes politraumatizadas

Intervención sanitaria específica en caso de pacientes gestantes politraumatizadas

El embarazo causa cambios fisiológicos mayores y alteraciones anatómicas que involucran a casi todos los órganos y sistemas del cuerpo. Estos cambios de estructura y función pueden influir en la evaluación de la paciente traumatizada, y alterar los signos y síntomas de las lesiones, como también el resultado de las pruebas de laboratorio.

Intervención sanitaria específica en caso de pacientes gestantes politraumatizadas

AUTORAS

Noelia Murez Mojica. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

Arantza Mojica Blanco. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

María del Pilar Tierra Burguillo. Universidad de Huelva, PHd.

El embarazo también puede afectar las características o la severidad del trauma.

Las prioridades del tratamiento en la embarazada traumatizada siguen siendo las mismas que para la no embarazada. El mejor tratamiento para el feto es tratar a la madre. Sin embargo, la resucitación y estabilización deben modificarse para adaptarse a los cambios anatómicos y fisiológicos únicos del embarazo.

El personal sanitario, tanto médicos como enfermeros, encargado de la embarazada traumatizada debe recordar que, en realidad, está tratando a dos pacientes. Es esencial el conocimiento profundo de esta relación especial entre la madre y el feto si se quiere ofrecer la mejor atención a ambos.

INTRODUCCIÓN

Hoy día sabemos que la reanimación de una embarazada traumatizada debe centrarse en la madre porque la causa más común de muerte fetal es el shock materno, el cual puede no manifestarse hasta que la madre ha perdido el 30% de su volumen sanguíneo por la hipervolemia del embarazo, por lo tanto, no es recomendable perder el tiempo en la auscultación fetal en la escena del trauma ya que puede resultar dificultoso y retrasar la atención a la madre. Así, en la escena del accidente consideraremos que el feto está vivo hasta que llegue al hospital o podamos proceder a auscultación fetal con doppler tras estabilización materna.

Es lógico pensar que en el caso de embarazadas conscientes, la victima sumará a su propia angustia por el accidente el temor por el bienestar fetal, esto hará que el equipo de emergencias tenga que tranquilizar a la madre ofreciéndole apoyo y confianza y recordándole que el mejor tratamiento para el feto es el tratamiento de su propia madre.

Los mecanismos de lesión son semejantes a los de las pacientes no embarazadas; sin embargo, se deben reconocer ciertas diferencias al respecto en la paciente embarazada ya que las modificaciones fisiológicas que se producen en la mujer como consecuencia de la gestación hacen que las medidas generales de urgencia aplicadas al resto de la población no sean útiles en estos casos.

TIPOS DE TRAUMATISMOS

  • Traumatismos penetrantes: A medida que el útero grávido aumenta su tamaño, el resto de las vísceras se encuentran relativamente más protegidas de una herida penetrante, mientras que el riesgo para el útero aumenta. La consistencia y densidad de la musculatura uterina pueden absorber una gran cantidad de la energía de los proyectiles penetrantes, disminuyendo la velocidad y el impacto a otras vísceras. También el líquido amniótico y el feto contribuyen a disminuir la velocidad y el impacto de los proyectiles. Como resultado, la baja incidencia de lesiones asociadas en otras vísceras maternas explica el que generalmente la madre tenga una evolución satisfactoria, cuando existen heridas penetrantes en un útero grávido.
  • Traumatismos cerrados: El líquido amniótico actúa como amortiguador de las lesiones fetales en traumatismos cerrados. Ocurren lesiones directas cuando la pared abdominal se golpea contra el tablero, el volante o es directamente golpeada por un instrumento contuso. Una lesión indirecta en el feto puede ocurrir cuando exista una compresión rápida, desaceleración, efecto de contragolpe o una fuerza opuesta a otra. Aunque el uso del cinturón de seguridad disminuye las lesiones y mortalidad materna, evitando que sea expulsada del vehículo, el tipo de fijación que da el cinturón aumenta la frecuencia de ruptura uterina y muerte fetal.

El uso del cinturón que cruza el abdomen permite flexión hacia delante, causando compresión uterina y posible ruptura de este órgano. También cuando el cinturón se coloca en una posición más alta, puede ocurrir una ruptura uterina ya que en caso de impacto, hay una transmisión directa de la fuerza hacia el útero. El uso de tirantes sobre los hombros mejora los resultados en el feto, posiblemente porque hay mayor área en donde la fuerza de desaceleración se disipa y se previene la flexión de la madre hacia delante. Por tanto, el determinar si la madre usaba cinturón en el momento del accidente y las características de éste, son importantes en la evaluación general de la paciente. En estos casos la lesión más grave para el feto que nos podemos encontrar es el desprendimiento prematuro de placenta, y para la madre la rotura uterina.

CRITERIOS DE GRAVEDAD.

La severidad de las lesiones maternas no solo determina el resultado final en la madre sino también en el feto. Es por eso que el método de tratamiento dependerá de las lesiones en la madre. Todas las pacientes embarazadas con lesiones mayores deberán hospitalizarse en un centro con instalaciones obstétricas y quirúrgicas; en este grupo de pacientes existe un 24% de mortalidad materna y un 61% de mortalidad fetal.

Existe un 80% de mortalidad fetal cuando la madre es hospitalizada en estado de shock hemorrágico. Aún las pacientes embarazadas con lesiones menores, deben ser observadas muy cuidadosamente, ya que ocasionalmente aún en presencia de lesiones pequeñas, se pueden asociar a complicaciones como la transfusión feto-materna (presencia de glóbulos rojos del feo en la circulación materna, con posible inmunización de ésta). Las lesiones fetales son más frecuentes que ocurran en las últimas etapas del embarazo, siendo las más frecuentes las fracturas de cráneo con hemorragia intracraneana, aunque puede ocurrir cualquier tipo de lesión.

OBJETIVO

El principal objetivo que queremos alcanzar es que tanto médicos como enfermeros seamos capaces de realizar una adecuada valoración de la gestante traumatizada así como un correcto manejo de la situación para poder así minimizar las repercusiones del accidente sobre la madre y el feto, mejorando su supervivencia. Para ello es fundamental conocer las modificaciones fisiológicas que se producen en la mujer embarazada y que precisan consideraciones especiales en la atención de urgencias prehospitalaria, todo ello dirigido a la consecución de mejores resultados materno-fetales.

METODOLOGÍA:

Se ha realizado una revisión sistemática de la literatura científica existente