América latina no es ajena a este fenómeno, pues la proporción de adultos mayores también va en aumento; se estima que dentro de 50 años el 75% de la carga global de las fracturas de cadera provendrá de países en desarrollo (Negrete-Corona, Alvarado-Soriano, & Reyes-Santiago, p. 352-62). En el Ecuador la tasa de incidencia anual bruta de fracturas de cadera es del 49.5 por cada 100 000 personas (34.8 por cada 100 000 hombres y 63.2 por cada 100 000 mujeres) (Orces, 2009, p. 438-442).