Las aguas malas o Carabelas Portuguesas tienen su cuerpo casi transparente y sus tentáculos con células urticantes pueden causar daño en el momento en el que entran en contacto con la piel de una persona.
La sintomatología más frecuente es: escozor en la piel, ardor, dolor, e incluso debilidad, escalofríos y vómitos. Hay casos en los que se puede ver agravada la situación, pero son las menos.