Además de esta complicación son otras las que pueden surgir por la inserción de los catéteres vesicales como hematuria por haber creado una falsa vía o falta de flujo al no realizar la técnica de manera correcta. Además teniendo en cuenta que hasta un 80%1-2 de los casos de infecciones urinarias nosocomiales están asociadas al catéter vesical la importancia de la técnica y los cuidados en el mantenimiento de la sonda vesical alcanzan otra magnitud más relevante que no solamente la mera observancia de los protocolos.