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Atención de Enfermería al paciente intervenido de colecistectomía laparoscópica complicada. Caso clínico

Atención de Enfermería al paciente intervenido de colecistectomía laparoscópica complicada. Caso clínico

En este artículo, se presenta un caso clínico de un paciente que sufrió una complicación vascular intraoperatoria y que requirió del seguimiento postoperatorio en una unidad de reanimación, para la satisfacción de las necesidades propias del paciente postoperatorio, que en esta situación se encontraba en un especial riesgo vital. El uso del Proceso de Atención de Enfermería permitió la planificación y aplicación fundamentada de cuidados de Enfermería de calidad para la recuperación óptima del paciente, en función de su estado y potencial de recuperación.

Atención de Enfermería al paciente intervenido de colecistectomía laparoscópica complicada. Caso clínico

AUTOR

Rubén Yagüe Pasamón. Máster Universitario en Investigación en Ciencias de la Salud por la Universidad San Jorge. Graduado en Enfermería por la Universidad San Jorge. Profesor asociado del grado en Enfermería de la Universidad San Jorge (Zaragoza).  Unidad de Hospitalización de “Medicina interna”, Hospital Royo Villanova (Zaragoza).

PALABRAS CLAVE: plan de cuidados; Enfermería; NANDA; NOC; NIC; cirugía; laparoscopia; colecistectomía.

RESUMEN

La colecistectomía laparoscópica, es un procedimiento quirúrgico endoscópico cuyo objetivo es la extracción de la vesícula biliar. Esta intervención puede tener origen en múltiples indicaciones clínicas.

  1. INTRODUCCIÓN

La colecistectomía laparoscópica es un procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar empleando un laparoscopio (instrumento quirúrgico de carácter endoscópico). Las principales indicaciones clínicas que motivan su realización son la presencia de cálculos biliares (colelitiasis y coledocolitiasis) y la colecistitis.

Para esta intervención quirúrgica se requiere la inducción de una anestesia general, por lo que el paciente deberá estar intubado y monitorizado adecuadamente. Tras la colocación propicia del paciente en la mesa quirúrgica (decúbito supino), se anestesiará e intubará al paciente, se aplicará la solución antiséptica (normalmente povidona yodada) y se esperará a que seque. Tras ello se colocará el campo quirúrgico, dejando al descubierto las zonas a través de las cuales se operará.

La colecistectomía laparoscópica se realizará a través de 3 o 4 pequeñas incisiones, en las que se colocan unos trócares a través de los cuales se introducen los instrumentos quirúrgicos (adaptados a la laparoscopia). Para permitir la visión del interior de la cavidad, el laparoscopio tiene luz y una cámara, que se conecta a la torre de endoscopias y permite ver la intervención en tiempo real. Además, se debe introducir gas en la cavidad para permitir que los tejidos y las paredes de la cavidad se separen y permitan unos mejores visión y manejo. Este gas es normalmente dióxido de carbono (CO2).

Al introducir los instrumentos quirúrgicos, se cortan y cauterizan los tejidos que hay entre la piel y la vesícula, procurando no lesionar tejidos no regenerables o importantes. Tras ello, al llegar a la vesícula biliar, se corta el conducto biliar (vaso de conexión entre el hígado y la vesícula, por el cual trascurre la bilis. y los vasos de irrigación de la vesícula, para dejar, a continuación, unos “clips” que mantendrán dichos vasos cerrados. A continuación se procede a la extracción de la vesícula a través de una bolsa. Esta muestra habrá de ser procesada para que el servicio de anatomía patológica diagnostique el origen del cuadro. Tras comprobar la ausencia de focos sangrantes, se lava la cavidad con suero fisiológico estéril, se extraen las herramientas quirúrgicas, y suturan las incisiones, tapándolas con apósitos estériles.

La laparoscopia, frente a la laparotomía (cirugía abierta abdominal), permite que haya un menor riesgo complicaciones, además de favorecer, por lo general, una recuperación más rápida. Sin embargo, las complicaciones derivadas de este procedimiento, que estarán eminentemente relacionadas con los riesgos intrínsecos a la anestesia general y la propia cirugía, pueden ser incluso letales. Algunas de las más frecuentes son: infecciones postquirúrgicas nosocomiales o iatrogénicas, alteraciones respiratorias, reacciones alérgicas o adversas a medicamentos (RAM), lesiones de estructuras periféricas a la vesícula y eventos hemorrágicos o tromboembólicos.

  1. PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Varón de 48 años que ingresa en la Unidad de Reanimación tras ser sometido a colecistectomía laparoscópica programada. Si bien, estaba previsto que el paciente ingresase en Unidad de Reanimación Postanestésica (URPA) temporalmente para regresar posteriormente a planta de hospitalización, durante el procedimiento quirúrgico el paciente sufrió una sección de la arteria cística, que le ocasionó una pérdida hemática sustancial. Por este motivo, la intervención pasó a ser una colecistectomía por laparotomía abierta de urgencia. Ante esta eventualidad, el anestesista responsable del paciente decide ingresar al paciente en Unidad de Reanimación (servicio que lleva a cabo cuidados intermedios entre URPA y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)) para un mejor seguimiento del proceso de recuperación del paciente, antes del ingreso en el servicio de hospitalización de Cirugía General y Digestiva.

A su llegada, el paciente porta sondaje vesical de 16 Fr.; dos vías venosas de acceso periférico de 18 Gauges 500 cc. de solución de Ringer Lactado y una bolsa de hidroxietilalmidón respectivamente y dos drenajes cerrados tipo “Jackson-Pratt” con vacío y unos 100 cc. de contenido serohemático en total. Tras su acomodación en el box 4, le tomamos constantes vitales, realizamos una pequeña anamnesis y procedemos a su valoración empleando las 14 necesidades humanas básicas de Virginia Henderson.

Anamnesis: Paciente con alergia medicamentosa conocida a dexketoprofeno. No refiere alergias alimentarias ni ambientales. Antecedentes personales de colecistitis crónica, hipertensión Arterial (HTA) y tabaquismo. También tiene antecedentes familiares de Accidente Cerebrovascular (ACV) que precipitó la muerte de su padre. Actualmente no tiene hábitos tóxicos.

Exploración física: Mal estado general malo. Puntuación en escala de Barthel = 10 puntos (dependencia total en actividades de la vida diaria). Puntuación en escala Norton modificada =  9 puntos (Riesgo alto de padecimiento de úlceras por presión). Frecuencia cardiaca: 110 latidos por minuto; frecuencia respiratoria: 15 respiraciones por minuto. Tensión arterial: 90/50 mmHg. Saturación de oxígeno basal: 92%.con aporte de oxígeno complementario en cánulas nasales a un flujo de 2 litros por minuto. Temperatura: 34,5ºC. Glucemia capilar: 122 mg/dl. Escala de coma de Glasgow= 14 puntos (alerta).  Escala Visual Analógica= 8 puntos (Nivel de dolor elevado).