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Valoración y manejo extrahospitalario urgente de la gestante con episodio convulsivo

Valoración y manejo extrahospitalario urgente de la gestante con episodio convulsivo

El presente trabajo tiene como objetivo la revisión de los principales aspectos que acontecen durante el estatus convulsivo, destacando el manejo en la gestante y las pautas de tratamiento a nivel extrahospitalario. Para ello se realizó una búsqueda sistemática y se seleccionaron 15 referencias de las bases de datos: WOS, PubMed, PLOS y CINAHL, utilizando los términos MeSH: Pregnancy, Seizures, Emergencies, Eclampsia y Pre-eclampsia.

Valoración y manejo extrahospitalario urgente de la gestante con episodio convulsivo

Autores: Sergio Landróguez Salinas 1. María José Cantizano Núñez 2. Patricia Gilart Cantizano 3.

Autor de contacto: Dr. Sergio Landróguez Salinas.

1 Doctorado en Ciencias de la Salud. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. UCCU Jerez Centro. UGC DCCU. AGS Norte de Cádiz. Jerez de la Frontera. España.

2 Enfermera UGC DCCU. AGS Norte de Cádiz. Sanlúcar de Barrameda. España.

3 Matrona. Hospital Quirón Campo de Gibraltar. Hospital Materno Infantil Badajoz. Doctorando Universidad de Málaga.

Valoración y manejo extrahospitalario urgente de la gestante con episodio convulsivo.

Resumen:

Para realizar un manejo adecuado de la convulsión en la gestante, resaltar la importancia de una anamnesis detallada, indagando sobre la etiología, la edad gestacional y las características de la convulsión, destacando la Pre-eclampsia-Eclampsia como el proceso emergente potencialmente mortal causante de convulsiones durante el embarazo en el que primero debemos pensar.

Palabras clave: Embarazo, Convulsiones, Urgencias, Eclampsia y Pre-eclampsia.

Introducción.

Todo proceso convulsivo en cualquier paciente, supone un importante momento disruptivo en la evolución vital de la persona. La importancia de este signo, sus connotaciones y la asociación con posibles secuelas neurológicas, supone un alarmante cambio en el estado de salud general, agravado, aún más si cabe, en el caso de la mujer gestante, por las consideraciones especiales de su estado grávido.

Las características que nos orientan hacia un episodio convulsivo son: comienzo y término brusco, duración breve (90-120 segundos), alteración del nivel de consciencia, movimientos sin finalidad, falta de provocación y estado post-crítico. Representan el 1-2% de las urgencias médicas y el 44% debutan como primera crisis en pacientes previamente sanos. Señalar que no toda convulsión es sinónimo de epilepsia, ni toda epilepsia se manifiesta por convulsiones y pueden clasificarse en:

  1. Crisis parciales o focales:
    1. Simples: cursando sin alteración del nivel de conciencia.
    2. Complejas: con alteración del nivel de conciencia.
    3. Parciales secundariamente generalizadas.
  2. Generalizadas: La alteración del nivel de conciencia suele ser el síntoma inicial y la afectación es bilateral desde el comienzo.

La distinción entre ambas resulta fundamental, ya que las crisis parciales, en un importante porcentaje, son secundarias a una enfermedad cerebral orgánica, mientras que las generalizadas, habitualmente, son idiopáticas y/ metabólicas.

A pesar de que son numerosos los cuadros clínicos asociados a una convulsión -epilepsia, ictus, fiebre, intoxicaciones, trastornos de ansiedad, trastorno disociativo de conversión, alteraciones hidroelectrolíticas, discinesias agudas, síndrome extrapiramidal, síndromes de abstinencia, hipoglucemia, cardiopatías, etc.-, en lo primero que debe pensarse ante cualquier gestante que sufre una convulsión es en una eclampsia, ya que representa una emergencia potencialmente mortal causante del 10% de las muertes maternas en países desarrollados.

El momento de aparición de la crisis en la eclampsia, en relación al parto, condicionará las complicaciones y la evolución del proceso, haciéndolo en un 53% de los casos antes del parto, en un 28% después, y durante el parto, en un 19%.

Objetivos.

Proporcionar a los profesionales sanitarios unas pautas sencillas sobre el manejo urgente de una convulsión en una gestante en el medio extrahospitalario, con el objetivo final de conseguir minimizar sus efectos sobre la madre y el feto.

Metodología.

Se revisó la evidencia científica sobre el manejo y tratamiento extrahospitalario de la gestante con episodios convulsivos a través de una búsqueda sistemática en las bases de datos: WOS, PubMed, PLOS y CINAHL, utilizando los términos MeSH: Pregnancy, Seizures, Emergencies, Eclampsia y Pre-eclampsia.

La búsqueda obtuvo un resultado de 43 artículos, de los cuales se seleccionaron 15 al no estar el resto relacionados con el objeto de estudio. Los resultados se limitaron a las revisiones publicadas en español e inglés.

Resultado y revisión.

El paso imprescindible para realizar un correcto tratamiento de la crisis convulsiva en la gestante pasa por realizar una anamnesis lo más detallada posible, indagando sobre cualquier factor que pueda orientarnos sobre la etiología del proceso:

  • Epilepsia conocida previa, factores desencadenantes (drogas, abandono del tratamiento, alcohol, estrés, estímulos lumínicos, procesos infecciosos, etc.).
  • Antecedentes familiares.
  • Antecedentes de pre-eclampsia o eclampsia.
  • Embarazos previos.
  • Enfermedades previas que expliquen la convulsión: cáncer, hipertensión arterial, diabetes, insuficiencia respiratoria, enfermedades hepáticas, etc.
  • Traumatismos craneales previos.
  • Exposición a tóxicos (CO, DTT, Lindano, etc.).
  • Hábitos tóxicos: alcohol, drogas.
  • Ingesta de fármacos: anticolinérgicos, antidepresivos, etc.

Lo primero que debería hacerse es intentar esclarecer la edad gestacional, bien a través de la paciente, de familiares si su estado no lo permite o bien a través de signos externos que puedan orientarnos sobre el estado grávido y la datación de la gestación actual –tamaño uterino, eco FAST si se dispone, etc.-.

Posteriormente debe indagarse sobre la convulsión en sí, la forma de instauración, la presencia de aura o pródromos -cefalea fronto-occipital, hiperreflexia, diplopía, escotomas, amaurosis, epigastralgia, oligoanuria, hormigueo en manos y cara, descompensación cardiopulmonar, etc.-, la forma de inicio, la progresión de la convulsión y el estado postcrítico.

La exploración física debe incluir:

  • La toma de constantes: tensión arterial, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno, temperatura, glucemia capilar.
  • Inspección de la piel -estigmas de