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Dieta alcalina y prevención de cáncer

Dieta alcalina y prevención de cáncer

A pesar de que el sistema inmunitario es el principal encargado de proteger al organismo frente a los distintos ataques de virus, bacterias o células malignas, hay que señalar que a medida que el cuerpo se vuelve mucho más ácido, el sistema inmune se debilita con motivo de las toxinas.

Esto da lugar a que las células del cuerpo pierdan su capacidad de absorber oxígeno, lo cual da lugar a la aparición del cáncer.

Dieta alcalina y prevención de cáncer

María de los Ángeles España Romero; DUE

Isabel Gallego Carbajo; DUE

Elvira López Sánchez; DUE

Javier Rodríguez Espina, TCAE.

Palabras clave: dieta alcalina, cáncer, Enfermería, alimentos, prevención

INTRODUCCIÓN:

Nuestros cuerpos albergan una enorme cantidad de bacterias y hongos que viven, crecen y sobreviven dentro de nuestros cuerpos, en armonía con nosotros y nosotros con ellos cuando vivimos y comemos saludablemente. Sin embargo, pueden volverse tremendamente dañinos cuando el medio en el que viven se altera; la alteración de este medio es fomentadas por dietas altas en azucares y carbohidratos, así ellas como obtienen su alimento de nuestra sangre, también vuelcan en ella sus desperdicios y toxinas que tornan cada vez más ácido al medio y que con el tiempo llegan a envenenar los tejidos.

Es clave saber que las células que son cancerígenas pueden sobrevivir en un medio ácido, pero con ayuda de la comida alcalina dichas células mueren.

Cuando una persona tiene cáncer, esto indica que esa persona tiene deficiencias nutricionales múltiples. Estas podrían ser genéticas, ambientales, por alimentos, por infecciones o por factores de estilo de vida. Para solucionar las deficiencias nutricionales múltiples y fortalecer el sistema inmune, se recomienda un cambio en la dieta, incluyendo suplementos que ayuden a desintoxicar y potencien al sistema inmune.

Llevar una alimentación alcalina, ayuda a que las células cancerígenas terminen muriendo. Las células cancerígenas solamente pueden sobrevivir cuando llegan bajas cantidades de oxígeno a las células.

Cuando, mediante la comida alcalina, se logra mantener un pH adecuado para el organismo, se ayuda a fortalecer el organismo, y más concretamente el sistema inmunitario.

Ello permite que llegue la correcta cantidad de oxígeno a las células para que puedan eliminar todas las toxinas que se acumulan en su interior. Un ambiente ácido es idóneo para el crecimiento de tumores, debido a su escasa cantidad de oxígeno. Y es que los tejidos alcalinos cuentan con hasta 20 veces más cantidad de oxígeno en las células, evitando el desarrollo de cáncer en las mismas.

Hablar de comida alcalina es hablar de comida saludable que ayuda a proteger el sistema inmunológico y ayuda a combatir patologías de importante gravedad como el cáncer, al contrario de lo que ocurre llevando una alimentación ácida.

Los cánceres cuya incidencia más han aumentado en los últimos años son los de mama, colon, pulmón, ovario y piel, que son precisamente los más relacionados con una mala alimentación y con la exposición a tóxicos ambientales. Se estima que se podría reducir entre un 30-40% la incidencia de cáncer con una alimentación óptima. Así que si tenemos una herramienta que nos puede ayudar a prevenir y tratar el cáncer ¿por qué no ponernos manos a la obra?

Una alimentación correcta es un complemento ideal para los tratamientos médicos convencionales.

La alimentación puede potenciar los efectos beneficiosos de quimioterapia y radioterapia y disminuir sus efectos secundarios. Lo mejor que puede hacerse ante cualquier proceso patológico es ayudar al organismo a que afronte por sí mismo el problema, potenciando su sistema inmune y llevándolo a un estado de equilibrio y armonía idóneos mediante una desintoxicación profunda y una adecuada nutrición.

Y lo que se trata es de entender que si modificamos el “terreno” es posible hasta revertir la evolución de las células tumorales o provocar su suicidio.

Todo tumor vive en un medio ácido pobre en oxígeno, cargado de sodio, y alimentándose de proteínas dextrógiras. Para que las células cancerosas mueran basta modificar su entorno porque no sobreviven en terrenos alcalinos y oxigenados. Luego si queremos neutralizarlo sin atacarlo, ¿qué podemos hacer?

  • Primero, desacidificar el terreno alcalinizando al paciente. Lo que se logra erradicando los ácidos que se han acumulado en el organismo. En este ámbito es por eso clave la alimentación, hay que eliminar de la dieta todo lo que acidifica y eso incluye el alcohol, el café, el tabaco, el azúcar, los lácteos, los hidratos de carbono refinados, la carne roja. La dieta es pues el primer elemento clave en toda estrategia curativa. Una forma de empezar a introducir alimentos alcalinos en tu vida es ir eliminando definitivamente alimentos muy ácidos como, por ejemplo, los azucares ya que las células cancerígenas se alimentan de azúcar; dejémosla morir de hambre, sustituyámosla por stevia y cuidado con los preparados que suelen llevar un bajo porcentaje de stevia sin saber cuál es el porcentaje restante.

Otro sustitutivo puede ser la miel de calidad y la melaza. Otro alimento muy acidificante es la leche añadiendo lo poco asimilable que son los lácteos en general ya que contienen lactosa y caseína que producen grandes cantidades de alergias e intolerancias, la leche que venden en supermercados son procedentes de vacas sobrealimentadas por piensos, inyectadas de antibióticos y de hormonas y liberan muchísima pus por producción de mastitis y todo esto conlleva una desnaturalización de las proteínas y perdidas de vitaminas; la leche de cabra contiene menos lactosa y menos caseína pudiendo ser más digestiva pero la mejor sustitución es por leche vegetal de almendra/ coco/ avena/arroz sésamo etc. y la obtención de calcio la podremos encontrar en las latas de conservas de sardinas, en las almendras, en el salmón, en las espinacas…etc

Entre todos estos alimentos acidificantes cabe destacar también la sal, “ la sal de mesa o refinada” contiene un 97% de sodio y el resto son sustancias químicas, contiene anti apelmazante, y también mucha fructosa por ser procesada y esto da lugar a contraer miles de enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal crónica, etc en cambio las sales naturales como la sal de mar o la sal cristalina como la sal del Himalaya es asimilable para todo el organismo ya que existe la misma proporción de sodio y potasio y esto se considera muy relevante para que la bomba sodio potasio tenga un buen equilibrio, estas sales al ser naturales y no llevar anti apelmazantes ni productos químicos son altamente beneficiosas para la salud, regula la presión arterial, regula el sueño, ayuda a la absorción de alimentos por el intestino, produce una mayor resistencia ósea, regula el contenido de agua por todo el cuerpo, actúa como antihistamínico natural, etc y además contiene 84 elementos naturales que encontramos en el cuerpo.