Está ampliamente distribuida en la población. Aunque puede afectar a cualquier edad, es más grave los primeros meses de vida, siendo responsable de una elevada morbilidad y mortalidad en lactantes pequeños. Cerca de la mitad de los bebés menores de 1 año que contraen tosferina necesitan recibir atención médica en un hospital, y 1 de cada 100 bebés que reciben tratamiento en el hospital muere.