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Cuidados de Enfermería al paciente con VIH/ SIDA

Cuidados de Enfermería al paciente con VIH/ SIDA

Introducción: La infección por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y su evolución, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), son un problema de salud pública, que ha llegado a convertirse en una pandemia a nivel mundial.

Cuidados de Enfermería al paciente con VIH/ SIDA

Rubén Yagüe Pasamón. Máster Universitario en Investigación en Ciencias de la Salud por la Universidad San Jorge. Graduado en Enfermería por la Universidad San Jorge. Profesor asociado del grado en Enfermería de la Universidad San Jorge (Zaragoza). Unidad de Hospitalización de “Medicina Interna”, Hospital Royo Villanova.

PALABRAS CLAVE: VIH, SIDA, Enfermería, cuidados de Enfermería, prevención, diagnóstico, tratamiento.

RESUMEN

Resultados: El VIH es una patología incurable que deteriora el funcionamiento del Sistema Inmunológico, apareciendo el SIDA en estados avanzados. Solo se puede evitar su avance con fármacos antiinfecciosos antirretrovirales. El tratamiento antirretroviral, junto con la prevención, el diagnóstico precoz, y la Educación para la Salud, permitirán reducir el impacto de la patología sobre la población.

La enfermera debe asistir al paciente con VIH / SIDA en sus esferas biológica, psicológica y social para conseguir el mayor grado de bienestar e independencia, favoreciendo a su vez los autocuidados. Estos objetivos se alcanzarán implementando cuidados referidos al apoyo del estado físico, psicológico y al estado anímico, favoreciendo el control de la enfermedad y la mejora de su salud y evitando aspectos psicosociales negativos asociados a la patología, como la exclusión social, el rechazo o la soledad. Este asesoramiento también incluye los cuidados paliativos.

Conclusiones: El VIH y el SIDA forman parte de un síndrome de carácter infeccioso que supone una pandemia a escala mundial. Aunque los antirretrovirales mejoran el funcionamiento del sistema inmune, actualmente es patología incurable. La enfermera es un pilar fundamental en el complejo abordaje del paciente con VIH, tratándolo desde distintas perspectivas: prevención y educación, seguimiento, tratamiento y cuidados paliativos.

  1. INTRODUCCIÓN

La infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), y su evolución, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), son un problema de salud pública, que ha llegado a convertirse en una pandemia a nivel mundial (Ministerio de Salud, Gobierno de Chile, 2013; Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas).

El VIH es un retrovirus cuyo mecanismo de replicación utiliza y destruye linfocitos, deteriorando el sistema inmune (inmunodeficiencia) y predisponiendo al padecimiento de infecciones, que además resultan más agresivas (Achucarro, 2010; Cruz Roja, 2008).

Aunque el tratamiento antirretroviral puede detener la replicación del virus, el VIH no tiene cura definitiva (Cruz Roja, 2008). Así, llega un momento en el que el sistema inmune no puede controlar el avance de la infección y el organismo se deteriora progresivamente, apareciendo el SIDA (Ministerio de Salud, Gobierno de Chile, 2013; Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas).

  1. MATERIAL Y MÉTODOS

Objetivos

El objetivo principal de este estudio es recoger y exponer, de manera breve y didáctica, los aspectos esenciales que debe conocer todo profesional de Enfermería en lo relativo a la prevención, diagnóstico, tratamiento y los cuidados de Enfermería al paciente infectado por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y su consecuencia más grave el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

Metodología

Ejecutamos una revisión bibliográfica en fuentes primarias como libros especializados y fuentes secundarias como la base de datos de Medline (Pubmed) utilizando, en diferentes combinaciones, los siguientes términos MeSH: HIV; Adquired Inmunodeficiency Syndrome; health education; diagnosis; therapeutics y primary prevention. También se realizó una búsqueda bibliográfica en bases como Scielo y Google Scholar.

  1. RESULTADOS

Fisiopatología

El VIH actúa sobre el sistema inmunitario, reduciendo la inmunidad celular específica, en especial la mediada por linfocitos T-CD4. Cronológicamente podemos diferenciar la enfermedad en tres estadios principales (A, B y C):

  • En la etapa A, que incluye la infección subclínica y la primoinfección, el sistema inmune controla la infección, permitiendo la regeneración de linfocitos T-CD4 hasta que los mecanismos lesivos acentúan la inmunodeficiencia. Esta etapa cursa con adenopatías generalizadas y persistentes.
  • La etapa B corresponde a la infección crónica de VIH. Se caracteriza por infecciones oportunistas, pérdida de peso patológica (superior a 10 kilogramos), púrpura trombocitopénica idiopática y polineuropatías periféricas.
  • La etapa C es la más avanzada, y supone la aparición del SIDA. Cursa con infecciones oportunistas severas y neoplasias como sarcoma de Kaposi. (Ministerio de Salud, Gobierno de Chile, 2013).

Mecanismos de transmisión

La transmisión del VIH puede ser directa o indirecta. El virus se encuentra en tejidos y fluidos como sangre, fluidos vaginales y seminales, leche materna, liquido sinovial, pericárdico, pleural y peritoneal. Sudor, orina y heces, saliva y lágrimas sin sangre no son infectivos (Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas; Eloy et al, 1992; SESCAM, 2011).

El VIH se puede transmitir por diferentes vías, siendo las relaciones sexuales de riesgo la más común. En este caso, el contagio se produce por contacto directo de los fluidos (vaginales, preseminales y seminales) de un individuo infectado, con las mucosas de un individuo sano (especialmente la vaginal). Las relaciones sexuales de riesgo (múltiples parejas sexuales, sin preservativo) pueden ser orales, vaginales o anales, siendo este último tipo el de mayor riesgo (Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas).

Otra vía de transmisión del VIH es la vertical (de madre a hijo durante embarazo, parto y/o lactancia materna). Durante embarazo y parto, elementos como las técnicas invasivas de diagnóstico prenatal, rotura de membranas o el parto instrumentado pueden favorecer el contacto de la sangre materna y fetal incrementando el riesgo de contagio. Con la lactancia ocurre una situación similar, ya que la leche contiene una elevada carga viral. Por este motivo, está contraindicada en países desarrollados [Ministerio de Salud, Gobierno de Chile, 2013; Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas; SESCAM, 2011).

Otras formas de contagio son el contacto con sangre infectada y las mucosas de un individuo sano (heridas, proyecciones de sangre a mucosas) y el uso compartido de jeringuillas entre usuarios de estupefacientes por vía parenteral (Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas). Históricamente se reseñaron casos de infección transfusional, pero actualmente, el cribado de factores de riesgo en donantes, y el análisis y tratamiento sistemático de hemoderivados antes de ser administrados, han reducido esta situación (Cruz Roja, 2008; Blejer et al., 2002).

Manifestaciones clínicas

La enfermedad no es sintomática en todas sus fases. En primer lugar, existe una etapa conocida como periodo ventana, cuya duración oscila entre las 6 y las 8 semanas. En esta fase, el individuo está infectado (y consecuentemente puede transmitir la enfermedad) pero no ha generado todavía anticuerpos frente al virus, y los análisis resultarán negativos. Además, la primoinfección puede permanecer asintomática durante 8 o 10 años. (Cruz Roja, 2008; Secretaría de Salud. Gobierno de México, 2010).

La sintomatología que acompaña al VIH/SIDA afecta a diferentes aparatos y sistemas y suele ser inespecífica. Ejemplos de dichas manifestaciones son los siguientes: sintomatología