La fuente más habitual de contaminación es a partir de los huevos, su cáscara se puede contaminar durante la puesta a partir de las heces de la gallina.
La Salmonella es capaz de crecer activamente a temperaturas inferiores a 54ºC y también puede crecer en alimentos refrigerados. Respecto al pH, puede multiplicarse con valores comprendidos entre 4,5 y 9,5.