La posibilidad de evitar los riesgos quirúrgicos, preservar la fertilidad y tener hospitalizaciones más cortas son beneficios importantes para el paciente y para los sistemas de salud.
En los pacientes con hemorragia ginecológica benigna y obstétrica el objetivo primario del tratamiento es identificar rápidamente los vasos sangrantes y ocluirlos, dando una oportunidad a los mecanismos hemostáticos normales para ponerse en funcionamiento.