Lo que caracteriza a la esquizofrenia es que afecta a la persona de una forma total, por lo que quien la padece comienza a sentir, pensar y hablar de forma diferente a como lo hacía antes. Puede estar más aislada, evitar salir con amigos, dormir poco, que hable o se ría solo y sin motivo, y no pueden explicar lo que está sucediendo, y por lo tanto no pueden pedir ayuda, no aceptan acudir al especialista ni tomar medicación, lo que agrava mucho más la situación.