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Técnica y cuidados de Enfermería en el sondaje nasogástrico

Técnica y cuidados de Enfermería en el sondaje nasogástrico

RESUMEN

El sondaje nasogástrico es una técnica bastante habitual en el desarrollo de la práctica enfermera. Es un procedimiento agresivo no exento de complicaciones, algunas de ellas potencialmente graves. De ahí la importancia del correcto conocimiento por parte de Enfermería tanto del desarrollo de la técnica como de los posteriores cuidados, que procuren y garanticen la seguridad y calidad de las intervenciones, así como la confortabilidad del paciente.

Técnica y cuidados de Enfermería en el sondaje nasogástrico

Autores:

Sergio Galarreta Aperte (DUE)

Inés Julián García (DUE)

Ezequiel Montero García (DUE)

Begoña López Zapater (DUE)

Marta Manero Solanas (DUE, Máster en Gerontología Social)

Palabras clave: sondaje nasogástrico, técnica, cuidados de Enfermería

El sondaje nasogástrico consiste en la introducción de una sonda a través de la nariz en el estómago, con distintos fines:

  • Descompresión gástrica y drenaje, identificación y cuantificación del débito.
  • Administración de medicación y alimentación
  • Extracción para análisis de contenido gástrico.

Tipos de sondas nasogástricas:

La sonda nasogástrica es un tubo flexible con un marcador radiopaco, de distintos calibres y diferentes materiales como silicona, poliuretano y polivinilo. Las de silicona y poliuretano son finas y elásticas por lo que son de elección para sondajes de larga duración, mientras que las de polivinilo son mas rígidas y de mayor calibre por lo que se suelen usar para aspiración.

– Ver Tabla nº1: Tipos y características de sondas nasogástricas (al final del artículo)

INSERCIÓN DE SONDA NASOGÁSTRICA:

Procedimiento:

  1. Informar al paciente de la técnica que se le va a realizar.
  2. Colocarle en posición Fowler (mínimo 45º).
  3. Inspeccionar orificios nasales y valorar cual tiene mejor flujo de aire para seleccionarlo.
  4. Determinar longitud de sonda a introducir: medir colocando extremo de la sonda en punta de la nariz hasta el lóbulo de la oreja y desde ahí a la apófisis xifoides. Marcar la longitud en la sonda.
  5. Lubrificar extremo distal de sonda con lubricante hidrosoluble e introducirla por orificio seleccionado, deslizándola por el suelo de la nariz y dirigiéndola hacia abajo y hacia atrás en dirección a la faringe. Una vez que el extremo de la sonda llega a nasofaringe, flexionar cabeza de paciente hacia tórax para facilitar cierre de vía aérea y apertura de vía digestiva. Avanzar la sonda mientras se solicita al paciente que trague, bien de forma simulada o tragando pequeña cantidad de líquido (si está permitido), hasta alcanzar nivel marcado previamente y fijar sonda mediante un apósito a la nariz.
  6. Si durante el procedimiento el paciente presenta tos, valorar posibilidad de haber introducido tubo en vía aérea, procediendo a su retirada. Si aparecen nauseas que persisten, comprobar con ayuda de un depresor que sonda no esté enrollada en parte posterior de faringe.

Una vez introducida, proceder a comprobar su correcta colocación:

  • Insuflando aire (30 cc aire) a través de una jeringa conectada a la sonda y auscultando a nivel epigástrico (poco fiable, ya que pueden confundirse con ruidos intestinales y pulmonares).
  • Aspirando contenido gástrico.
  • Radiografía de tórax (método más fiable): Se debe informar al radiólogo del fin con el que se ha puesto la sonda nasogástrica y éste debe redactar un informe con la localización de la misma y si está bien posicionada para el fin que se le va a dar, para evitar posibles riesgos y malfuncionamiento.
  • En caso de que sea imposible realizar control radiológico, la forma más fiable sería aspirar contenido gástrico y comprobar pH del líquido extraído (si es contenido gástrico presentará un pH muy ácido).

Precauciones:

  • Elegir tipo y calibre de sonda adecuado.
  • Lavado de manos antes y después del contacto con el paciente.
  • Retirar prótesis dentales si las hubiera.
  • No utilizar lubricante no soluble en agua.
  • No forzar la entrada de la sonda.

Complicaciones:

  • Traumatismos y/o hemorragias nasales (lo más frecuente), faríngeas o laríngeas
  • Traumatismos o perforación esofágica y gástrica.
  • Obstrucción o intubación laringotraqueal inadvertida.
  • Compromiso cardiaco por reflejo vagal.
  • Infecciones pulmonares y orales por mantenimiento prolongado de sonda.
  • Aspiración del contenido gástrico, tanto en el momento de la colocación como secundaria a una malposición de la sonda antes de introducir medicación u alimentación.
  • Complicaciones irritativas: rinitis, faringitis, esofagitis o gastritis.

Contraindicaciones:

  • Traumatismo craneoencefálico, lesión maxilofacial o fractura de fosa anterior de cráneo, por riesgo de penetración del cerebro a través de la lámina cribiforme o hueso etmoidal, si se inserta sonda por vía nasal. Usar vía orogástrica.
  • Lesiones potenciales en columna cervical por riesgo de lesión de la médula espinal si se produce algún movimiento durante la inserción de la sonda
  • Varices esofágicas por riesgo de rotura y hemorragia.

CUIDADOS:

  • Registrar intervención: apuntar fecha de la colocación, motivo del sondaje, modelo y calibre de la sonda e incidencias durante el proceso si las hubiera. La indicación de la técnica debe estar firmada por orden médica.
  • Planificar fecha de cambio según tipo de sonda y cuidados de mantenimiento.
  • Informar al paciente de las sensaciones que puede tener y hacerle partícipe en la medida de lo posible en su autocuidado.
  • Evitar tirones y desplazamientos de sonda.
  • Cambiar fijación cada 24 horas y movilizar sonda (si la patología no lo contraindica) para evitar úlceras por decúbito. No se movilizará sonda, ni se realizarán lavados en casos de intervención de cirugía gástrica o esofágica, salvo prescripción médica.
  • Se recomienda verificar la correcta colocación de la sonda antes de la administración de medicación y/o alimentación y siempre que existan dudas de su correcto emplazamiento.
  • Cuidadosa higiene buco nasal.
  • Mantener permeabilidad y vigilar aparición de náuseas, vómitos o distensión abdominal que pueda indicar obstrucción de la sonda.
  • Si la SNG se emplea para nutrición enteral o administración de medicación, limpiar sonda antes y después de administración con 50cc de agua y cada 4 o 6h si se trata de nutrición continua. Mantener al paciente en posición fowler durante la administración y dejarlo con cabecero elevado 30º media hora después de la misma.
  • Cuando se trata de una sonda nasogástrica de luz única, utilizar aspiración intermitente a baja presión. Cuando posee doble luz, se puede usar aspiración continua baja (30mmHg) preferentemente o aspiración alta de modo intermitente 8entre 80 y 120 mmHg).
  • Vigilar integridad de la sonda. Es recomendable cambiar sonda cada 15 días, alternando ambas coanas. Si la sonda es de alimentación el cambio se realiza cada 30 días.

RETIRADA DE SNG:

Se coloca a paciente en posición de Fowler, se pinza o tapona sonda y se retira fijación.

Se solicita que realice inspiración profunda y espiración lenta y prolongada mientras se retira sonda con un movimiento continuo y moderadamente rápido, en sentido rotatorio.

Ésta, como muchas otras técnicas, precisa de los conocimientos y habilidades apropiados por parte de todo el equipo de cuidados para garantizar una correcta praxis. Es necesario la comunicación y colaboración entre equipo multidisciplinar sanitario, que asegure la correcta trasmisión de información y unos cuidados de calidad.

El sondaje nasogástrico es un procedimiento que puede causar un impacto físico y emocional en el paciente, por lo que se le debe proporcionar información y educación sanitaria al respecto, implicarle en su autocuidado, darle apoyo emocional y procurar las comodidades que sean posibles.

Tabla 1. Tipos y características de sondas nasogástricas.

SONDA – CARACTERÍSTICAS

Sonda Levin – Luz única. Para descompresión gástrica y aspiración de contenido. También se puede utilizar para administrar nutrición enteral de manera eventual.

Sonda Salem – Posee doble luz; una para drenaje y otra más pequeña que actúa como ventilación y proporciona flujo de aire para evitar adherencia a la pared gástrica. Mismas indicaciones que sonda Levin.

Sonda Moss – De tres luces. Tiene un globo que ocluye el píloro y dos luces; una queda en estómago y aspira y la otra se aloja en duodeno, a través de la cual se puede administrar alimentación.

Sonda Entron – Para alimentación nasogástrica. Diámetro pequeño. Pinzar cuando no se utilice. No conectar a aspiración porque se colapsa.

Sonda Freka – Para alimentación, calibre estrecho.

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