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Trastornos del sueño. Insomnio. Pesadillas. Terrores nocturnos
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Autor: Lic. María Cristina Heinzmann
Publicado: 7/12/2007
 

Es muy común en la infancia que se presenten estos llamados comúnmente “malos sueños” pero hay mucho adultos que en su sueño tienen la presencia de ésta alteración en su sueño normal y que alteran su normal dormir; estoy hablando específicamente de las pesadillas y terrores nocturnos. En el despertar luego de haber tenido una pesadilla, la persona ya sea niño o adulto se siente angustiado generalmente, acompañado esto de sudoración, palpitaciones, éste despertar ha sido brusco y sobre todo los niños refieren el temor que sienten ante los elementos que recuerdan del sueño, como así también la dificultad para conciliar el sueño nuevamente.


Trastornos del sueño. Insomnio. Pesadillas. Terrores nocturnos.1

Trastornos del sueño: Insomnio, Pesadillas, Terrores nocturnos

 

 

Lic. María Cristina Heinzmann 

 

 

Terapia psicológica con aplicación de terapia cognitivo-conductual, terapia Gestalt y terapia de hipnosis (hipnoterapia), una visión desde compartir.

 

Es muy común en la infancia que se presenten estos llamados comúnmente “malos sueños” pero hay mucho adultos que en su sueño tienen la presencia de ésta alteración en su sueño normal y que alteran su normal dormir; estoy hablando específicamente de las pesadillas y terrores nocturnos.

 

En el despertar luego de haber tenido una pesadilla, la persona ya sea niño o adulto se siente angustiado generalmente, acompañado esto de sudoración, palpitaciones, éste despertar ha sido brusco y sobre todo los niños refieren el temor que sienten ante los elementos que recuerdan del sueño, como así también la dificultad para conciliar el sueño nuevamente.

 

En el proceso del sueño se produce una modificación tanto en el contenido, como así también en las imágenes que forman los elementos que aparecen en el sueño. Se sabe que éste contenido tiene que ver con hechos ocurridos durante el día o también con preocupaciones que hay en la vida cotidiana o problemas por los que atravesamos. Cuando ese soñar, ese manifiesto en forma velada que aparece en el sueño, no tiene modo de mostrarse en forma disfrazada, cambiada, pero que tiene relación con nosotros mismos, y no pueden modificar (disfrazados) algunos aspectos pues lo que nos ocurre es demasiado emotivo, o tiene una carga particularmente traumática para nosotros, y por eso precisamente es que no es posible para nuestra psiquis encontrar elementos para éste cambio, este disfraz, es ahí cuando se producen las “pesadillas”.

 

Dentro de éstos sueños llamados comúnmente “malos” “feos” o científicamente llamados “parasomnias” están el sonambulismo (caminar dormido), los previamente nombrados terrores nocturnos, la somniloquia (hablar de noche dormido), el bruxismo (rechinar involuntario de los dientes) y también se considera a la enuresis nocturna (orinarse mientras se está dormido) y las pesadillas.

 

A las PESADILLAS entonces se las considera episodios de comportamiento que se producen o durante el sueño o en el momento del despertar.

En cuanto al pronóstico, siempre es positivo ya que si se producen en la niñez, ceden en la adolescencia. Éstas ocurren durante el REM (movimientos oculares rápidos), que es la parte del sueño en que se producen los sueños.

 

En los adultos suelen aparecer en cualquier momento de la vida, en cualquier edad, y a veces durante la misma noche se repiten.

Y si bien es cierto que en cuanto a las causas no existen elementos desde la genética a considerar como determinantes en la producción de pesadillas en los niños, si existen un conjunto de factores que se combinan siendo éstos:

 

Factores predisponentes: cuando hay antecedentes de alguna de las nombradas previamente parasomnias en cualquiera de los padres o en los dos.

 

Factores desencadenantes: la falta de sueño se da en forma reiterada, cuando se está cursando una enfermedad (comúnmente las que se manifiestan con estado febril), problemas en la familia, el nacimiento de un nuevo hermanito, el cambio de casa, la separación de los padres, etc.

 

Factores que los prolongan en el tiempo cronificándolos: cuando cualquiera de los factores previamente nombrados no se modifica y se perpetúa en el tiempo.

 

 

INSOMNIO

 

El insomnio es la incapacidad de dormir “una cantidad de horas regulares” o “durante éstas”. La persona que lo padece suele quejarse de que no puede conciliar el sueño cuando se acuesta, cuando lo hace ya han pasado varias horas desde que se acostó. O se acuesta en horario normal y luego de dormir un par de horas se despierta con la sensación de que ya durmió lo suficiente, mira el reloj, pero sólo han pasado dos o tres horas o menos aún, intenta dormirse nuevamente y esto le cuesta mucho llegando a hacerlo en horario cercano al que debe levantarse para hacer su obligación (trabajo, estudio, ocuparse de los chicos, casa, etc.). Y éste fenómeno se repite hasta que la persona toma conciencia de que tiene un problema y es ahí cuando consulta.

 

En cuanto a las causas del insomnio éstas pueden ser psicológicas, psiquiátricas, fisiológicas (la fibromialgia se asocia comúnmente al insomnio, pues quien la padece se queja frecuentemente de la dificultad para conciliar el sueño, por la intensa sensación de molestia y dolor que le produce la misma enfermedad) y en otros casos por el uso de medicamentos. Aquí nos ocuparemos de las causas psicológicas.

 

El insomnio es la alteración del sueño, y es el motivo más común por lo que esta alteración se produce. En cuanto a las causas psicológicas que lo producen pueden ser: el estrés, las dificultades personales (problemas familiares, de trabajo, sociales, académicos, etc.), la depresión, la ansiedad, la anorexia o cualquier otro trastorno psicológico. También el consumo de ciertos medicamentos como los psicoestimulantes, los antidepresivos, y también los corticoides. También puede haber causas orgánicas como una enfermedad crónica, o el dolor producido por un trauma u otro tipo de origen: es muy conocido el impedimento del sueño que produce un dolor de muelas o de oído).

 

Cuando una persona que padece de insomnio me consulta, se me hace necesario hacerle una serie de preguntas relacionadas con el horario en que se acuesta y también su horario de levantarse (muchas personas sienten dificultad para conciliar el sueño, pero han realizado una siesta pocas horas antes, o se han levantado muy tarde a la mañana, o hay quienes no tienen una regularidad en cuanto al horario de irse a la cama), lo previo debe ser modificado en la medida de lo posible (levantarse más temprano, no dormir siesta de ser posible, y si se siente realmente cansado, dormir un corto tiempo y no cercano al horario de la noche), también se aconseja no cenar en forma demasiado abundante aunque sí comer alimentos que contengan proteínas; si realiza actividad física que ésta no sea hecha en hora muy cercana a la actividad del dormir, pues esto hace que la persona se active y luego le cueste conciliar el sueño.

 

Si ante éstas sugerencias, la persona las practica y aún así tiene un persistente insomnio, entonces estamos ante una dificultad con una afectación que está mostrando la necesidad de un psicotratamiento y es necesario aquí saber las causas psicógenas que lo producen (por supuesto que en ésta primera entrevista ya quien está aquejado de insomnio brinda suficientes elementos con los que se puede determinar la causa y por ende también el tratamiento a seguir para modificar ésta dificultad que tiene la persona para dormir). En cuanto al número de horas de sueño, éstas dependen absolutamente de cada persona, pues hay quienes necesitan dormir entre 9 y diez horas diarias, y hay otros que con sólo 6 a 7 horas sienten que tienen suficiente descanso y hacen una vida totalmente normal. También hay diferencias entre los grupos etarios: los niños y jóvenes necesitan dormir más tiempo, en cambio los adultos y sobre todo los ancianos duermen mucho menos. Pero podemos decir que la media oscila entre las siete y las nueve horas (aunque hay estudios que relacionan la media seis-siete horas de sueño con una vida más larga).

 

Entonces quien padece de insomnio frecuentemente se queja de que:

 

·         le cuesta conciliar el sueño.

·         comúnmente durante la noche se despierta, y luego no vuelve a dormirse hasta bien cercano el horario en que debe levantarse para su actividad diaria.

·         en otros casos, se despierta ya cercano a la mañana, pero más temprano de lo que debiera ser, generalmente un par de horas y no vuelve a dormirse.

·         suele narrar que a veces siente que está dormido, pero su sueño no es precisamente profundo o reparador, y luego a la mañana no tiene la sensación de haber descansado, sino todo lo contrario.


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Entonces si nos llevamos por lo que quienes padecen de insomnio nos cuentan, podemos decir que el Insomnio es la percepción de la persona de tener un sueño insuficiente o lo que manifiesta como incapacidad para dormir.

 

Tomando en cuenta a la población adulta podemos decir que hay encuestas que hablan de hasta un 48% de éste grupo etáreo que en algún momento han padecido de insomnio. Demás está decir que si tomamos en cuenta a quienes recurren a la medicación, ésta es una de las principales causas de consumo de psicofármacos.

 

Siempre es recomendable que todo aquel que padece de insomnio consulte, pues además de encontrar la modificación y cura a éste, la prolongación en el tiempo lo transforma en crónico y con el agravante de que le afecta en calidad de vida, en rendimiento laboral, en su estado de ánimo, carácter, y además en riesgo de su vida si la falta de un adecuado descanso le lleva a sufrir un accidente en el manejo tanto de vehículos, máquinas, etc.

 

Decimos que un Insomnio se toma por crónico, cuando tiene más de tres semanas en su manifestación. Lo contrario el Insomnio agudo es el que se produce por estrés, alguna enfermedad o también por medicamentos. En otras situaciones el insomnio es causado por la llamada somnolencia diurna, que es muy común en los ancianos. Suele estar causada por depresión, vida sedentaria, etc.

 

El insomnio es:

·         ocasional o transitorio cuando tiene una reiteración que va de una a varias noches.

·         de corta duración o agudo cuando no llega a tres semanas, y

·         crónico cuando supera las tres semanas.

 

Siempre a los dos primeros los produce algo que está fuera del organismo, distintas circunstancias que afectan a la persona. Pero el insomnio crónico, siempre tiene elementos complejos en su formación y mantenimiento.

 

 

Causas del insomnio

 

El insomnio se puede producir por motivos de envejecimiento:

·         Cuando la persona envejece tiene una reducción del tiempo total del sueño

·         La eficacia de éste sueño no es la misma

·         Se despierta más veces por la noche

·         Manifiesta durante el día somnolencia

·         En el anciano también se puede comprobar que tiene mayor frecuencia y duración de los períodos de vigilia

·         La Fase REM es estable

·         La fase no REM (sueño profundo) con el envejecimiento disminuye progresivamente

·         Por eso es que los ancianos tienen un sueño menos reparador

·         Sus vigilias son más frecuentes y prolongadas

·         Su sueño nocturno es más liviano.

 

 

Causas de insomnio crónico

 

Es muy común que quienes padecen de una enfermedad de larga data, manifiesten síntomas durante la noche que afecta a un sueño profundo y reparador.

 

Siempre en la primera entrevista con quien viene a la consulta por insomnio, hay que tener presente que son muy importantes los datos que nos brinde tanto él como su familia relacionados con: lo que considera él como “dificultad para conciliar el sueño, dificultad para mantenerlo, o también el despertarse antes de la hora conveniente o deseada, no pudiendo luego conciliar el sueño nuevamente” Es decir de lo que se trata es de hacer una correcta anamnesis de modo que con los elementos volcados en la misma, tener un completo concepto del modo en que éste insomnio se manifiesta en el paciente, para luego elaborar la estrategia correspondiente. Todo dato que nos brinde es importante en cuanto a brindar una historia de su sueño o falta de él. Es decir hora en que se acuesta, que es lo que come, si lo hace o no, su rutina diaria, hábitos a la hora de irse a la cama. Si se despierta durante la noche, si es frecuente o algunas veces, historia sobre psicopatologías, si ha habido depresión o investigo síntomas que me pueden llevar a sospechar que en éste momento esté cursándola, ansiedad, si hay consumo de drogas, alcohol, psicofármacos. Es importante la presencia de un familiar que nos pueda relatar si el paciente ronca, si tiene pesadillas (esto se lo preguntamos a él mismo). Deberemos tener en cuenta que en ancianos la etiología del insomnio es de origen multicausal.

 

 

 

Terrores nocturnos ¿que son esos “terrores nocturnos”?

 

Los llamados terrores nocturnos son aquellos que se exteriorizan con un grito de angustia, luego del cual la persona se despierta angustiada, y también a veces agitada, sudorosa. No recuerda si ha habido algún sueño que produjera esto, es común que les ocurra a los niños. Los terrores nocturnos se presentan generalmente en forma recurrente.

 

Cuando se reiteran, el malestar que le provoca a quien lo sufre se manifiesta tanto en lo familiar como en lo social o laboral, y es tal el modo en que le afecta que la persona siente que en muchos aspectos su vida se ha modificado. Cuando esta reiteración ocurre entonces se puede hablar de un trastorno.

 

Como dije previamente generalmente lo sufren los niños, pero también suele presentarse en los adultos. Cuando la persona despierta de éste episodio siente palpitaciones, sudoración, su respiración se acelera, la frecuencia cardíaca puede aumentar hasta cuatro veces más de lo habitual.

 

La persona siente terror, o miedo muy agudo, y no son pocas las veces que además se levanta gritando y al acudir quienes lo rodean en su ayuda notan que se encuentra en un estado de gran confusión (y si bien puede parecer despierto a veces, no lo está).

 

Por eso es que sus familiares deben tener presente que aunque tenga los ojos abiertos no está totalmente despierto. Y no son pocas las veces en que luego de que éste terror desaparece, la persona vuelve a sumirse en un profundo sueño, por la mañana no recuerda nada de lo ocurrido la noche anterior, y tampoco recuerdan si hubieron de tener un sueño que provocara el episodio.

 

Si bien no se conocen las causas que lo producen, suelen comprobarse en quienes lo padecen elementos que se condicen con estrés, falta de sueño, también fiebre y comida muy abundante previa al sueño.

 

Un dato curioso, se considera que éste se produce en la fase 3 o 4 del sueño, cuando la mente está en blanco, entonces pasa a ser un misterio el que estos episodios de terrores nocturnos se produzcan.

 

Podemos decir en cuanto a cifras que los “terrores nocturnos” son mucho más comunes en niños que en adultos. (Del 1 al 6 % se presentan en la infancia, en algún momento de la vida del niño). Y un dato curioso es más frecuente en niños que en las niñas. Se produce entre la franja etaria que va de los 3 a los 12 años de edad y alcanza el mayor porcentaje entre los 3 y los 5 años. Luego al llegar a la adolescencia desaparece. No existen indicios para asociar éstos terrores nocturnos de los niños con problemas psicológicos.


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Si tomamos en cuenta a los adultos en que se presentan éstos episodios, suelen empezar entre los 20 y los 30 años (suelen continuar desde la infancia, en que en algún momento siendo niños se producían, luego dejaron de darse y al llegar a la edad adulta previamente mencionada, se producen nuevamente) No hay diferencia en cuanto a porcentaje en ésta edad en cuanto a sexo.

 

Otro hecho significativo es que en adultos sí están asociados a trastornos psicológicos, estrés, estrés postraumático, trastornos de ansiedad, y otros trastornos de la personalidad. Suele ser común que personas que tienen familiares con historia de terrores nocturnos o sonambulismo, tengan una probabilidad de hasta 10 veces mayor que alguien que no la tiene de que se produzcan en él éstos episodios.

 

 

Cuando consultar:

 

Consultar con el psicólogo si el niño tiene varios episodios cada noche y durante varias noches, si los episodios se repiten cada noche durante varias semanas o si éstos de alguna manera afectan a las actividades del niño ya sea las sociales, familiares, escolares, etc.

 

¿Cuándo hablamos de terrores nocturnos estamos hablando de pesadillas?

En Ambos estamos hablando de sueños desagradables, de despertar angustioso y agitado. Pero quien ha tenido una “pesadilla” recuerda ese sueño, y luego éste recuerdo le dificulta volver a conciliar el sueño. En cambio el “terror nocturno” la persona no recuerda el sueño, y es la sensación de miedo la que le impide volver a dormirse.

 

El estar teniendo una pesadilla hace que quien la esté soñando se despierte justo en el momento previo a esa parte más aterradora del sueño.

 

En cuanto al movimiento corporal, durante la pesadilla la persona prácticamente no se mueve, o lo hace en mucha menor medida que en un terror nocturno, y es difícil o muy raro que llegue con su movimiento a salir de la cama.

 

Otra particularidad las pesadillas se producen durante la fase del sueño llamada REM, en cambio los terrores nocturnos se dan en las fases 3 y 4 del sueño.

 

 

Tratamiento:

 

Como ya lo dije previamente, si no son episodios frecuentes, y además éstos no perturban la vida normal de quien los tiene, sólo observar y no es necesario ningún tratamiento, sólo esperar que dejen de producirse. Se pueden tomar medidas precautorias como organizar los muebles y elementos que pudieren dañarlo si sale de la cama dormido y se puede llevar por delante algo y golpearse (alejar la cama de las ventanas, por ej.).

 

Y si es un niño quien tiene éste problema, tratar de no darle demasiada importancia al hecho, y hacerle entender que es común esto y que pronto dejará de ocurrir, no se los preocupa así y consecuentemente éstos se olvidan del episodio sin darle demasiada importancia.

 

Generalmente cuando los papás consultan preocupados, se le hace ver que esto es grave según la reiteración y sistematización del episodio. Si éste no se reitera en forma continuada, se les da a entender que no hay que preocuparse, y sólo esperar que pase. Únicamente se recomienda la psicoterapia en niños cuya frecuencia y sistematicidad de la aparición del episodio afecta su actividad normal.

 

En adultos lo mismo cuando éstos llegan a la consulta preocupados por las causas o por la reiteración, se recomienda una psicoterapia corta, breve enfocada al episodio mismo, salvo que sean episodios que perturben mucho a la persona, entonces sí se lo trata.

 

Pronóstico: En la mayor parte de niños que tienen terrores nocturnos, éstos desaparecen en la pubertad o en la adolescencia, y no es necesario tratamiento. En los adultos en cambio una psicoterapia y el darse cuenta de cuáles son los agentes estresores para así evitarlos y de ese modo también evitar la producción del terror nocturno. También disminuyen con la edad en los adultos, ya que la fase en que se produce éste episodio que es la del sueño profundo, también con la edad disminuye.

 

Ahora nos ocuparemos del modo de tratar al insomne, la psicoterapia: psicoterapia cognitivo - conductual, hipnosis clínica.

 

Con la aplicación de éstas dos metodologías terapéuticas lo que se tiende es a lograr una esperada y necesaria REEDUCACIÓN DEL SUEÑO: Para ello se tiende a la modificación de conductas, psicoeducación con esto modificación de pensamientos, control y cambio de hábitos en cuanto a estímulos que pudieren provocar el insomnio, como así también la modificación conductual de los horarios, modificación de falsos preconceptos, enseñanza de métodos de relajación, y de ejercicios psicoimaginativos productores de sueño.

 

Tratamiento del insomnio. Psicoterapia cognitivo-conductual- terapia gestalt con o sin Terapia de Hipnosis (Hipnoterapia).

 

Cuando la persona comienza a sentir la reiteración en la dificultad del dormir, cuando siente que el insomnio se está apoderando de su vida lentamente, son muy negativas en cuanto a eliminarlo o desterrarlo, todo tipo de ideas o falsos conceptos relacionados con éste como así también la preocupación que siente de que se vuelva a repetir nuevamente cuando se va a la cama, como así también costumbres o hábitos que dificultan un buen dormir, como puede ser el practicar gimnasia en horario cercano al dormir, el comer abundantemente y comidas indigestas, el jugar videojuegos con violencia o sobreincentivación del SNC.

 

Cuando lo previo está producido o acrecentado por algún trastorno psicológico como la depresión o alguno de los trastornos de ansiedad, los cuales por sí ya sirven para causar insomnio, y si éstos están además acrecentado por la preocupación o ideas sobreaumentativas de la dificultad, entonces tenemos un insomnio en ciernes persistente y reiterado.

 

En los casos previamente citados una psicoterapia psicológica ayuda y mucho. Pues se modifica la conducta aprendida del insomnio, y también porque ayuda a modificar el modo de preocupación, la anticipación preocupatoria que se produce antes del horario de ir a la cama y que predispone precisamente para no poder conciliar el sueño.

 

Lo que hace el psicoterapeuta en éstos casos es enseñar al paciente a resolver la problemática concreta que le aqueja y por la cual se ha vuelto insomne, y además le enseña el manejo del estrés y de la ansiedad.

 

Cuando la persona sufre de insomnio siente que se ha instalado en su vida un modo y forma de mal dormir y para siempre, y siente esto de tal manera que durante la primera sesión ya hay que comenzar a derribar en él éste preconcepto, es necesario hacerle conocer que mucho de la reiteración de su insomnio se debe precisamente a su temor y a la creencia firme que está en él, de que el insomnio ha venido para quedarse y que es muy difícil o imposible modificar y solucionar esto.

 

Entonces enseñándole formas de relajación, aprende en el consultorio a manejar su cuerpo y su mente, por ende sus pensamientos. Con psicoimaginación se le lleva mentalmente a un lugar o sitio que tiene las características de hacer que se sienta totalmente relajado, a gusto y no ansioso, sino todo lo contrario.

 

Una vez aprendido esto en el consultorio, se le orienta para que lo lleve a la práctica antes de dormir, y se le hace ver que serán muchas las veces en que empiece el proceso de relajación y sin haberlo terminado ya se encuentre totalmente dormido(por otro lado es muy común que también se duerman en el consultorio).

 


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Si además se aplica la sesión con Terapia de Hipnosis, se le hacen sugerencias en cuanto a que va a dormir profundamente y no se va a despertar sino en el momento que necesite por su actividad. Esto lo escuchan con asombro antes de la sesión de hipnoterapia, luego se convencen durante la misma tanto porque han podido probar cuál es el estado de relajación y tranquilidad en que por el proceso hipnoterapéutico ha logrado, cuando además se le hacen sugerencias de que éste estado lo va a lograr por sí, y cuando lo necesite, y a aplicarlo en su casa luego, lo hace, ve el resultado y viene totalmente convencido luego de que resulta, contento y satisfecho con el logro.

 

Cuando el insomnio es de hace poco tiempo, suele ser necesario solo una o dos sesiones. Si el insomnio es de mucho más tiempo, entonces si es necesario un número de sesiones mayor, siempre va a depender de la persona, su edad, el nivel de ansiedad que padece o de depresión, y también la natural posibilidad de modificación en forma inmediata o no, pero siempre tiene un resultado positivo.

 

Tanto cuando se encara el tratamiento con psicoterapia Cognitivo-conductual, con Terapia Gestalt con o sin Terapia de Hipnosis, por lo general el tratamiento no lleva más de 4 sesiones de psicoterapia, durante las cuales además de modificar y contrarrestar los elementos estresores, eliminar falsas ideas acerca del sueño, resolver distintos conflictos que pudieren estar impidiendo el sueño, además la persona recibe el tratamiento y la enseñanza de las técnicas necesarias para que aplique en su vida desde ese momento para cambiar conductas y también se le enseña a relajarse. Estas enseñanzas una vez practicadas llevan a la persona a adquirir el hábito y el condicionamiento de encontrar el sueño con rapidez una vez que es el horario de dormir, y que desea hacerlo.

 

Las técnicas que se enseñan en la psicoterapia Conductivo-conductual e Hipnoterapia Clínica:

Son varias entre ellas la relajación progresiva, también la psicoimaginación, y la autohipnosis. Éstas técnicas lo que van a lograr es reducir la ansiedad, modificar el estrés, y cambiar la conducta ya que logra un condicionamiento nuevo pues aprende a conciliar el sueño y cada vez que quiere conciliar el sueño aplica éstas técnicas aprendidas en el consultorio. Por ende el factor que antes era estresante y lo condicionaba para sentir ansiedad, ahora lo condiciona para sentir relajación y puede conciliar el sueño rápidamente.

 

Se le enseña a manejar su mente de modo que cuando es el momento de dormir, si hay algún problema o dificultad que le ocupa sus pensamientos, éstas técnicas que va a aplicar le permiten dejar fuera de su atención todo pensamiento no acorde con el momento de dormir, sino que sus pensamientos e imaginación estarán ocupados de aplicar los ejercicios aprendidos, éstos le traen a su cuerpo y mente la relajación necesaria y le permite entrar en un profundo y reparador sueño.

 

Con ayuda de la psicoimaginación (imaginación guiada) la persona aprende a guiar su mente a imágenes tranquilizadoras, a fantasías creadas previamente y que le producen un dulce y relajado sueño, esto lo aprende en el consultorio y luego lo aplica solo en su casa.

 

Insomnio. Psicoterapia para el logro de: Modificación de pensamientos.

Se le enseña a la persona que si a esos pensamientos que lo asaltan cuando no puede dormir tales como: “es tarde y aún no me puedo dormir”, ”tengo tanto por hacer mañana y no puedo dormirme aún” “me despertaré tan cansado que no podré hacer nada de lo que deseo nuevamente”...etc. etc. etc., a considerar y dejar pasar esos pensamientos, no ponerles atención si aparecen y si lo hacen pensar en ”no importa si no me duermo, total ya sé que aunque sean muy pocas las horas de mi sueño, mañana veré que hago con mi poca energía si eso me pasa, veré en función de cómo me sienta, no voy a preocuparme más por no poder dormir, y en cuanto a que hoy nuevamente tal vez no duerma, bueno debo tener conciencia que si estoy en la cama, también descanso, con sólo cerrar los ojos y estar en silencio sin pensar en nada, o sólo pensando en esa hermosa playa, tranquila y luminosa, con ese mar transparente y con sus aguas cálidas y cristalinas, siento ahora el tibio sol sobre mi cuerpo, y la arena fina y también cálida en la que se hunden mis pies, el sólo ver esas imágenes yo sé que además de tranquilizarme, me descansan y relajan, si no puedo dormirme me da igual….

 

” Esto es un ejemplo de imagen tranquilizadora, yo pongo el mar y la playa extensa, luminosa y cálida pues generalmente las personas eligen esa imagen pues las tranquiliza mucho, pero cada quien puede elegir la imagen tranquilizadora que le sirva y el efecto es el mismo, tranquiliza y generalmente, y yo diría en prácticamente todos los casos la persona se duerme.

 

En cuanto a la modificación de hábitos (a la hora de irse a la cama) y por ende tener en cuenta a los estímulos y modificar éstos

 

Esto está relacionado con que si han sido muchas las noches en que la persona ha sufrido de insomnio, ésta asocia todo lo relacionado con éste a elementos contrarios a un buen dormir. Entonces esto consiste en que cambie de hábitos, por ejemplo no vea TV en la cama, y que sólo encuentre en su dormitorio el momento para exclusivamente dormir (que no sea un lugar para leer, escuchar música, comer, etc.).

 

Luego es importante que aunque se haya dormido poco, o nada, el horario de levantarse sea el mismo. ¿Qué hacer con los pensamientos preocupantes?, es decir si los hay, salir del dormitorio y pensar en otro lugar, para así dejar de asociar el dormitorio con un lugar en al que le da la significación de productor de insomnio.

 

Otro hecho que no se debe hacer es dormir durante el día., es decir por más que no se haya dormido durante la noche, se le pide al paciente que haga restricción del sueño y que aunque tenga sueño durante el día, no vaya a la cama hasta que no sea la hora de dormir.

 

En cuanto a las Causas:

Siempre se debe tener en cuenta que el insomnio, si bien está relacionado muchas veces con diversas patologías como depresión, trastornos de ansiedad, etc. No necesariamente se producen como resultado de alguna enfermedad. A veces las causas pueden ser psicológicas, hay personas que sienten que si ha habido en su familia un historial de insomnes, creen que directamente a ellas les pasa o pasará lo mismo, y crean en ellas un condicionamiento para que así sea, pero en casos como éstos, siempre deben tener presente que si esto es así, con un condicionamiento contrario que se produce por las técnicas mencionadas anteriormente, el saberlo seguramente les sirve de gran ayuda.

 

El estrés también se reconoce como causante de insomnio o incremento de éste. Dificultades en la vida cotidiana, cambios de horarios en el trabajo, cambios de casa (esto se produce generalmente en los niños y ancianos), distintas enfermedades orgánicas.

 

Cuando hay que modificar modos de vida, costumbres, tipos de relaciones….

Es bien sabido que el alcohol puede ayudar a ganar rápidamente sueño, pero luego de que has dormido inmediatamente después del vaso de vino o cualquier otra bebida alcohólica, poco después la persona se despierta y o no se duerme más o lo hace en forma interrumpida, con el consecuente poco descanso.

 

El café puede interferir en un sueño y también el cigarrillo, ambos son estimulantes. También diversos medicamentos.

 

Es bueno tener un horario regular para disponerse adormir, ésta regularidad hace que se cree un estímulo condicionado, se asocia la hora con el sueño, y es importante en ese momento en forma regular irse a la cama pues se ha programado al cuerpo para sentir cansancio y sueño.

También se debe tener en cuenta que una vida sedentaria y sin actividad, contribuye a la falta de sueño en la noche.

 

Otras causas pueden ser externas como el ruido intenso y persistente (vehículos que pasan), ruido de motores, máquinas, etc. La intensa luz, antes de acostarse y también dentro de la habitación afectan retrasando el sueño.

 

Insomnio secundario

El insomnio está producido por una enfermedad o por un intenso dolor (dolor de muelas, dolor de espalda, etc.)

 

Lic. Cristina Heinzmann

Psicóloga Clínica - Hipnóloga Clínica. Centro Psicológico Compartir. Terapia Psicológica en Línea. Terapia Gestalt – Terapia Cognitivo Conductual – Terapia Hipnosis.