Inicio > Ginecología y Obstetricia > ¿Tiene la episiorrafia continua mayor indicación que la discontinua frente al dolor postparto?

¿Tiene la episiorrafia continua mayor indicación que la discontinua frente al dolor postparto?

¿Tiene la episiorrafia continua mayor indicación que la discontinua frente al dolor postparto?

La mayoría de las mujeres que necesitan episiotomía durante el parto presentan dolor perineal en el puerperio y hasta el 20% continúan con problemas a largo plazo, como dispareunia superficial. La morbilidad materna asociada a la reparación perineal puede tener un impacto importante en la salud general de la mujer, produciéndole muchas molestias y distrés. Esto a su vez puede afectar la capacidad de la mujer para cuidar de su bebé y de otros miembros de su familia.

¿Tiene la episiorrafia continua mayor indicación que la discontinua frente al dolor postparto?

Los autores del artículo “¿Tiene la episiorrafia continua mayor indicación que la discontinua frente al dolor postparto?”, tenemos a bien declarar que:

  • Es un trabajo original y no ha sido previamente publicado en otro medio o remitido simultáneamente a otra publicación.
  • Hemos contribuido intelectualmente en su elaboración y por tanto somos los autores materiales del mismo.
  • No tenemos conflictos de intereses en la elaboración del manuscrito y hemos aprobado la versión final enviada.
  • En caso de ser publicado el artículo, transferimos todos los derechos de autor al editor de la revista.

Autores

1 Antonio Márquez Díaz. Matrona en Hospital Quirón Campo de Gibraltar.

2 Victoria Darnos Sánchez. Enfermera.

3 Rocío Palomo Gómez. Matrona en Hospital Quirón Campo de Gibraltar.

4 Juana María Vázquez Lara. Matrona y Coordinadora de la Unidad Docente de Matronas de Ceuta.

5 Luciano Rodríguez Díaz. Matrón y tutor de la Unidad Docente de Matronas de Ceuta.

Resumen

Objetivos: Determinar la relación existente entre el tipo de episiorrafia y el dolor perineal que sufre la mujer durante el puerperio.

Material y método: Se trata de una revisión de literatura, cuya información ha sido obtenida mediante búsqueda realizada en las bases de datos siguientes: Gerión, exploraevidencia, biblioteca Cochrane plus, SciELO, CUIDEN, CINAHL, PubMed y Ed. Panamericana. Idiomas utilizados para la búsqueda: español e inglés. Esta revisión incluye revisiones sistemáticas. Criterios de calidad metodológica CASPe, con una puntuación mayor a 5.

Resultados: Se han incluido un total de 23 estudios y una Guía de Práctica Clínica en la revisión, habiendo sido publicados entre 2.001 y 2.014. Los estudios presentaron heterogeneidad metodológica. Como instituciones, se reflejan tanto Atención Primaria como Hospital. Los resultados se encuentran presentados individualmente por estudio y posteriormente son expuestos de forma global.

Discusión y Conclusiones: Aunque se han podido obtener ciertas conclusiones sobre tipos de episiorrafia y consecuencias postparto, la falta de unos resultados sólidos en la mayoría de las revisiones no permite esclarecer por completo el objetivo establecido debido a una falta de evaluación del impacto de las intervenciones tanto en la percepción subjetiva como objetiva.

Palabras clave según DeCS (descriptores en ciencias de la salud): episiotomía, técnicas, dolor, puerperio, sutura y reparación.

1.               Introducción.

Etimológicamente episiotomía significa “cortar el pubis” (episeion = pubis y temno = yo corto). También puede llamarse colpoperineotomía y con ella se pretende facilitar la expulsión del feto ampliando el canal blando del parto. Es un acto quirúrgico simple.

Según datos históricos, parece que fue Sir Fielding Ould (1742) en Irlanda el primero en realizar este procedimiento para vencer la resistencia perineal y favorecer la expulsión fetal.

Su utilización ha sido objeto de múltiples controversias. El primer caso de incisión perineal descrito, fue realizado en Hapsburg (Alemania), en 1799. Según lo que describe Nugent, el profesor Dubois de Francia, fue el primero en sugerir la modalidad mediolateral de episiotomía después del año 1847 y diez años más tarde, Carol Braun denominó “episiotomía” a este tipo de incisión; fue también este médico el primero en criticarla y considerarla inadmisible e innecesaria.

Por entonces, las únicas indicaciones que justificaban la práctica de una episiotomía, eran la asistencia de un parto dificultoso y el intentar salvar la vida del feto. No fue hasta finales del siglo XIX cuando comenzó a extenderse su uso. Anna Broomall en EEUU y Credé y Colpe en Alemania, abogaron por el empleo más frecuente de la episiotomía para prevenir la ocurrencia de laceraciones del periné. En 1895 Stahl defendió su uso rutinario, argumentando que a diferencia de lo que sucedía en los casos de laceraciones espontaneas, después de su reparación, la episiotomía permitía la restauración ad integrum del periné (1).

El mayor auge de la episiotomía en la práctica obstétrica fue en el año 1920; la conducta de entonces cambió, se pasó del uso selectivo y terapéutico de la episiotomía (sólo realizada frente a ciertas complicaciones del parto) al uso rutinario y profiláctico, particularmente en primíparas. Aunque la episiotomía se ha convertido en uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes en el mundo, se introdujo sin evidencia científica solida de su efectividad (2). Los índices informados sobre esta práctica en el mundo son de un 40% en los EEUU (3), un 30% en Europa (4) y un 9% en América latina(5).

En la actualidad, en una encuesta realizada por la Sección de Medicina Perinatal de la SEGO, se ha podido comprobar que la tasa de episiotomías en los partos eutócicos en España fue del 54,08% y en los partos instrumentales del 92,62% (6) .

Gran cantidad de mujeres en todo el mundo sufren lesiones perineales después del parto y el tipo de reparación puede tener un gran impacto en el dolor, el malestar y su curación. La mujer de hoy, además de pedir que se le garantice el máximo bienestar para su bebé durante el parto, exige poder conservar su cuerpo lo más intacto posible, sobre todo a nivel funcional. Por lo tanto, todas las medidas técnicas de control fetal que se puedan aplicar, deben ir unidas a las medidas de prevención de daños y profilaxis de disfunción del suelo pélvico; esto permitirá que mantenga una calidad de vida similar a la que tenia previo al parto (7).

1.1.         Definición y técnicas.

La episiotomía es un procedimiento quirúrgico menor que consiste en realizar una incisión con tijera o bisturí en la zona del periné femenino, en el momento del expulsivo del parto vaginal; comprende piel, plano muscular y mucosa vaginal y tiene como objetivo principal ensanchar el tercio inferior de la vagina, el anillo vulvar y el periné, acortando el periodo expulsivo e intentando evitar la producción de desgarros complicados en perinés muy rígidos o en vaginas muy estrechas; puesto que de entrada en una incisión recta y limpia favorece una mejor sutura y cicatrización que un desgarro. En la figura 1 se representa esquemáticamente la anatomía perineal que se ve afectada en la realización de dicha práctica.

            Se pueden distinguir tres tipos de episiotomías según donde se realice la incisión quirúrgica:

  • Lateral: la incisión se realiza desde unos centímetros por encima de la línea media en dirección a la tuberosidad isquiática. Se seccionan haces del musculo bulbo cavernoso. Actualmente está en desuso (8).
  • Media o central: La incisión se realiza sobre el rafe fibroso ano-vulvar respetando los músculos elevadores. Puede prolongarse si es necesario bordeando el esfínter anal. Para las escuelas anglosajonas es la mejor de las incisiones, siempre que no se prevea la posibilidad de un desgarro del esfínter y/o recto (8).
  • Está asociada a una mayor tasa de desgarros de 3er y 4º grado.
  • Proporciona una mejor cicatrización y un mejor resultado estético (9)(10)(11).
  • Medio-lateral: La incisión parte en dirección oblicua (45 grados) desde la horquilla vulvar, abarcando mucosa vaginal, piel y músculo. Se secciona el musculo constrictor vulvar, el musculo bulbocavernoso y haces del musculo transverso superficial del periné, incluida en su totalidad la fascia puborectal del elevador del ano. El sangrado es mayor que con la episiotomía media, pero si se hace correctamente se evita la extensión de los desgarros a ano y recto, y puede prolongarse hacia la fosa isquiorrectal cuando se considere necesario.