La leptospirosis puede presentarse con una amplia variedad de manifestaciones clínicas, desde una forma leve a una enfermedad grave y a veces fatal. Sus síntomas pueden parecerse a varias enfermedades, como influenza, dengue y otras enfermedades hemorrágicas de origen viral. En un 10% toma un curso dramático con ictericia, manifestaciones hemorrágicas, insuficiencia renal aguda e insuficiencia respiratoria con hemorragia alveolar difusa. La forma icterohemorrágica severa se reconoce desde 1886 como enfermedad de Weil, con una tasa de mortalidad de hasta el 20%.