Realizando una revisión bibliografía nos remontamos a 1966 cuando Brescia y Cimino desarrollan el concepto de fistula arteriovenosa interna (FAVI) que consiste en la anastomosis de una arteria con un vena periférica mediante una intervención quirúrgica, cuando la arteria y la vena se une, la presión dentro de la vena aumenta, dilatándose y engrosando las paredes de esta. Este es el acceso de elección para realizar el tratamiento sustituto renal como es la hemodiálisis periódica en el caso de fracaso renal crónico.