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Programas de intervención de actividad física enfocados a la prevención de la obesidad en el ámbito escolar. Revisión sistemática

Programas de intervención de actividad física enfocados a la prevención de la obesidad en el ámbito escolar. Revisión sistemática

Resumen

Debido a la magnitud creciente y a las consecuencias que se derivan del sobrepeso y obesidad en los niños y adolescentes se realizó esta revisión sistemática, cuyo fin era valorar si la actividad física utilizada como estrategia principal reduce el sobrepeso y obesidad de los niños y adolescentes en el ámbito escolar. Para ello se analizaron estudios realizados en edad preescolar, escuelas primarias y escuelas secundarias.

Programas de intervención de actividad física enfocados a la prevención de la obesidad en el ámbito escolar. Revisión sistemática

Autores

Isabel Viñuales Laviña. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Ciencias de la Enfermería y Máster Universitario en Gerontología Social. Urgencias del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

Manuel Viñuales Laviña. Graduado en Enfermería. Máster Universitario en Ciencias de la Enfermería. Centro de Salud Barbastro. Huesca.

Emilia Ferrer López. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Ciencias de la Enfermería. Trasplante renal /hemodiálisis. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.

Cristina Hernando Gracia. Diplomada Universitaria en Enfermería. Máster Universitario en Ciencias de la Enfermería. Consultas externas. Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza.

Palabras clave: sobrepeso y obesidad infantil; actividad física; ámbito escolar.

Introducción

El porcentaje de la población con obesidad o sobrepeso se ha incrementado de forma importante en todo el mundo durante las últimas décadas, tanto en las poblaciones adultas como en poblaciones infantiles 1,2, de hecho en los últimos años está alcanzando dimensiones epidémicas 3 y en concreto en la población infantil y adolescente constituye el trastorno nutricional más prevalente 4,5.

La Organización Mundial de la Salud (OMS)6 refiere 42 millones de niños con sobrepeso en el mundo, de los cuales cerca de 35 millones, un 83% viven en países en desarrollo. En España, el Estudio ALADINO sitúa la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los niños y niñas españoles de 6 a 9 años en un 44,5% (26,2% sobrepeso y 18,3% obesidad)7. Según el Informe anual del Sistema Nacional de Salud 8, actualizado en Junio de 2015, el 27,8% de la población infantil (de 2 a 17 años) padeció sobrepeso u obesidad; de cada 10 niños uno tenía obesidad y dos sobrepeso, con proporción similar en ambos sexos.

La obesidad es una patología caracterizada por el aumento de la masa grasa corporal, como consecuencia de un desequilibrio entre la ingesta de alimentos y el gasto energético, y hoy en día constituye un problema de salud pública de alcance mundial 9. La alimentación y la actividad física son los mecanismos más directos del desequilibrio energético que consecuentemente produce la acumulación de grasa corporal que define a la obesidad 10. Su diagnóstico se valora a través del índice de masa corporal (IMC). Según la OMS11 –y apoyada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad-SEEDO-, la obesidad de clasifica:

  • Un IMC igual o superior a 25: sobrepeso.
  • Un IMC igual o superior a 30: obesidad.

La OMS en 2002 identificó unos factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas, y cinco de ellos están relacionados con la alimentación y el ejercicio físico 11:

  • La obesidad
  • El sedentarismo
  • La hipertensión arterial
  • La hipercolesterolemia
  • El consumo insuficiente de frutas y verduras.

Varios estudios sugieren que el aumento de la prevalencia de la obesidad tiene diversas causas etiológicamente hablando:

  1. Causas hereditarias.
  2. Factores ambientales.
  3. Disminución de la actividad física 1,4,11,12 especialmente en poblaciones urbanas 4.
  4. Cambio de hábitos alimenticios. Hoy en día existe una mayor disponibilidad y acceso fácil a alimentos de alto contenido calórico y escaso poder nutricional –como son los refrescos, bollería y embutidos11,13. De hecho, el 61% de la energía ingerida por los españoles proviene de alimentos “altamente procesados”7.
  5. Modificaciones en el entorno familiar, motivados por los recientes cambios en el entorno laboral y social, conllevan diferencias en las tareas de crianza que derivan en que los niños duerman poco, desayunen inadecuadamente y en muchas ocasiones coman solos, o incluso sólo alimentos que les gusten para evitar situaciones conflictivas 11.

A pesar de la importancia que la actividad física tiene en la prevención de la obesidad, un alto porcentaje de niños no cumple las recomendaciones actuales de actividad física en la mayoría de los países desarrollados 14.

La principal causa de la disminución de la práctica cotidiana de actividad física en los últimos años se debe a la incorporación de la tecnología en la vida diaria de los niños y adolescentes. Dedican más tiempo a los videojuegos y a otros medios audiovisuales –como la televisión 13,14– que ha realizar algún deporte en su tiempo libre 12. Adicionalmente, el uso cada vez mayoritario de los medios de transporte y en especial del coche, reduce de forma muy importante el desplazamiento a pie, situación que conlleva a una disminución de la práctica de actividad física 12. Si a esto le añadimos que la existencia de un entorno familiar carente de hábitos alimentarios saludables la situación se complica aún más si cabe 4,5, ya que varios estudios han confirmado que los hábitos de compañeros, hermanos o familiares influyen en la práctica de la actividad física en los niños 13,14. Todas estas características se engloban bajo el concepto de “ambiente generador de obesidad”, ya que son factores que facilitan el incremento de la prevalencia de la obesidad infanto-juvenil 1.

El incremento de las tasas de obesidad infantil ha ocasionado el afloramiento de un importante número de patologías que hasta el momento era propias de la edad adulta 4. La obesidad en la infancia se ha relacionado con trastornos en el metabolismo lipídico, hipertensión arterial, tendencia a la agregación plaquetaria e hiperinsulinemia…2,3,5,10. Cada vez existen más evidencias de que los niños con obesidad y sobrepeso tienen más probabilidades de convertirse en adultos obesos 3,10.

En Europa, la obesidad y la comorbilidad asociada a dicha patología suponen un gasto sanitario de unos 10 billones de euros 3. En España, el 7% del gasto sanitario se destina a dicha patología, cifra que está muy por encima del 2% que destinan otros países mediterráneos como Francia.

A la luz de todo ello, no cabe duda de que la obesidad representa un grave problema de salud entre los más jóvenes y una prioridad que se debe abordar a edades cada vez más precoces para prevenir comportamientos poco saludables 4. Los niños en edad preescolar están iniciando el desarrollo de hábitos de vida, y dada la gran facilidad que tienen para el cambio, parece la edad idónea para iniciar las intervenciones de promoción y prevención 15 de la salud.

Las intervenciones en el ambiente escolar constituyen una importante oportunidad para la prevención y control de la obesidad. Los niños pasan gran parte de la jornada diurna en la escuela 16, existe cobertura casi universal de la educación básica y es un período en que se están desarrollando los hábitos de alimentación y actividad física 7. Por otra parte el contacto con los profesores es continuo y estrecho, además existe la posibilidad de integrar a los padres en la prevención de sus hijos y el coste por niño de un programa de promoción y prevención es bajo si lo comparamos con los costes de tratar las morbilidades asociadas a la obesidad 2. Por todo ello, la prevención debe tomar como base el sistema educativo 10 para poder iniciarse en edades muy tempranas 5, y debe concebirse como un problema sociocultural para analizarse desde los determinantes sociales de salud 12. Se debe abordar el problema desde diferentes áreas, de tal manera, que se logren generar respuestas interdisciplinarias acordes con los patrones contextuales de cada población.

Hasta el momento los estudios de intervención realizados sobre alimentación y actividad física en población escolar apoyan la efectividad en la reducción de los índices de obesidad 4 y además fomentan el interés de los niños y adolescentes en dichas áreas. Este interés en la alimentación y la actividad física no sólo repercute de manera beneficiosa en la prevención de la obesidad, sino también en muchas patologías que en la edad adulta suponen un problema de salud pública.

Dentro de los beneficios de la práctica de actividad física no sólo encontramos mejorar el nivel cardiovascular sino que también mejora la fuerza muscular, la imagen corporal, la autoestima, mejores estados de ánimo, menor riesgo de lesiones de espalda, reducción del estrés, mejora el sistema inmunológico… y previene la aparición de otras enfermedades crónicas 16. En contraposición, el no practicar deporte tiene efectos adversos de tipo metabólico además de generar alteraciones psicosociales y de las habilidades motoras, lo que incrementa el nivel de inactividad física 12.