El presente artículo ofrecerá una revisión no solo sobre la situación y riesgos de las Personas Usuarias de Drogas Inyectables (PUDI), sino que además, revisará aspectos relacionados con la respuesta de las instituciones sanitarias en una concepción que supera el abordaje tradicional de las ciencias de la salud, a partir del desahucio, para concebir al usuario como un individuo consiente, que en medida de su situación es capaz de generar autocuidados y cambios que reducen riesgos y daños.