Las lentes de contacto son unos discos de plástico, delgados y curvos diseñados para cubrir la córnea (la parte frontal transparente que cubre el ojo). Se aferran a la película lagrimal sobre la córnea debido a la tensión superficial, proporcionando una forma segura y eficaz para corregir la visión cuando se utiliza con cuidado, pudiendo ofrecer una buena alternativa a las gafas.