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Accidentes con animales de granja. Descripción de un caso y actuación urgente

Accidentes con animales de granja. Descripción de un caso y actuación urgente

Resumen

Muchas actividades relacionadas con la ganadería obligan a trabajar en contacto con los animales de granja ya sea para darles alimento o para controlar su estado de salud e higiene. La proximidad a estos animales pueden comportar lesiones traumáticas que en ocasiones son graves.

Las producidas por coces, pisotones, mordiscos, aplastamientos y cornadas son las más frecuentes pudiendo causar desde traumatismos leves a otros más graves como craneoencefálicos, torácicos y abdominales con riesgo para la vida del paciente.

Estela María Oria Salmón (Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria)

María del Mar Esparza Escayola (Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria)

María Cruz Martínez Pérez (Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria)

Ángel García-Lago Sierra (Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria)

Pilar Usamentiaga Ortiz (Médico Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria)

El trauma torácico es la causa del 25% de de los fallecimientos por trauma grave.

Las fracturas costales son las más frecuentes y se hallan presentes en el 35-40% de todos los traumatismos torácicos; los arcos costales más afectados son del 3º al 9º.El tratamiento debe dirigirse a paliar el dolor y a prevenir las complicaciones respiratorias.

Palabras Clave: traumatismo torácico, neumotórax

Caso clínico:

Varón de 82 años que durante su labor con ganado es embestido por un carnero en varias ocasiones siendo golpeando en cuello y tórax presentando dificultad respiratoria importante. Al lugar del accidente acude servicio de urgencias que aprecia hundimiento y vólet del hemitórax derecho con deterioro del nivel de conciencia con una escala de Glasgow de 7. Ante gravedad estado realiza secuencia de intubación rápida y conexión al respirador, tras lo cual sufre una bradicardia extrema seguida de un neumotórax a tensión derecho, precisando una descompresión con dos catéteres del Nº 14 tras lo cual recupera frecuencia cardíaca y mejora la mecánica ventilatoria. Tras dicha estabilización se traslada a Unidad de Cuidados Intensivos.

Al ingreso presenta una tensión arterial de 70/30 mmHg, una frecuencia cardíaca de 90 lat/min y una saturación de oxigeno del 85%. A la exploración presenta un Glasgow de 3 con pupilas mióticas reactivas, frialdad y mala perfusión con múltiples lesiones inciso-contusas en cuero cabelludo y frontales. Asimismo presenta un enfisema subcutáneo desde el cuello al abdomen, un vólet costal derecho con hundimiento derecho e hipoventilación bilateral. El abdomen está distendido, con ruidos presentes. La cadera está estable y en extremidades inferiores presenta múltiples heridas contusas con pulsos distales positivos.

La analítica con hematimetría, coagulación y bioquímica general son normales.

Se realiza un TAC de columna craneal, cervical y torácico informado como: sin signos de hemorragia intracraneal. Línea de fractura en huesos nasales y en pared inferolateral del seno maxilar derecho. Fractura del tabique nasal con desviación a la derecha (Fig.1). En región torácica múltiples fracturas costales de la 3ª a la 11ª costilla derechas y 5ª y de de la 8ª a la 11ª costilla izquierdas, algunas desplazadas y acabalgadas, sobre todo en el lado derecho. Importante neumomediastino y neumotórax derecho en región anterior (Fig.2). Enfisema subcutáneo masivo facial, cervical, torácico, abdominal y pélvico generalizado.

Evolución: Dentro de las maniobras de estabilización se canaliza una vía central con la colocación de 3 tubos torácicos y se trasfunde 4 concentrados de hematíes y se realiza una interconsulta con el servicio de cirugía torácica para valorar la estabilización quirúrgica del tórax.

Conclusión

Los traumatismos torácicos en general son una causa importante de morbilidad y mortalidad, siendo directamente responsables del 20-25% de las muertes debidas a traumatismos y contribuyen en el fallecimiento de otro 25%. La mayoría de los fallecimientos por traumatismos torácicos ocurren antes de la llegada a un centro sanitario, en los minutos siguientes a la lesión, y son debidos a la disrupción de grandes vasos, corazón o árbol traqueobronquial. Con un diagnóstico precoz y un adecuado manejo terapéutico en el área de Urgencias, muchas de estas muertes pueden ser evitadas. La mayoría de estos pacientes con lesiones torácicas podrán ser tratados de manera no quirúrgica, y solo el 10-15% precisarán de una operación de cirugía torácica. La causa más frecuente de traumatismo torácico la constituyen, en el mundo occidental, los accidentes de tráfico (80-85%), seguidos de las caídas (caídas casuales, precipitaciones desde grandes alturas, etc.) que representan el 10-15%, y un grupo misceláneo (accidentes laborales, agresiones, accidentes deportivos, etc.) el 5%, aproximadamente. En este último grupo aparecen los accidentes por animales domésticos de granja que pueden afectar a nuestra salud no sólo por su capacidad de transmitir agentes patógenos o por su implicación en algunos accidentes de tráfico, también pueden provocarnos traumatismos graves, siendo el traumatismo torácico una de las lesiones más graves.

Fig 1. TAC Craneal

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Traumatismo. TAC craneal

Fig 2. TAC Torácico

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Traumatismo. TAC torácico

Referencias bibliográficas

  1. Asensio García MA y col. Protocolos Clínicos Terapéuticos en Urgencias Extrahospitalarias. Instituto Nacional de Gestión Sanitaria. Sanidad 2013,pag 32-33
  2. Freixinet Gilart J, Ramírez Gil ME, Gallardo Valera G, Moreno Casado P. Traumatismos Torácicos. Arch Bronconeumol, 2011;47(supl 3);9-14