Analgesia electroacupuntural preventiva postoperatoria en la conizacion de cuello uterino
Autor: Dra. Dolores Sierra Alfonso | Publicado:  30/01/2008 | Anestesiologia y Reanimacion , Ginecologia y Obstetricia , Medicina Alternativa | |
Analgesia electroacupuntural preventiva postoperatoria en la conizacion de cuello uterino.1

Analgesia electroacupuntural preventiva postoperatoria en la conización de cuello uterino.

 

Dra. Dolores Sierra Alfonso, Dr. Jesús Sanz Hernández, Dra. Gisela Almeida Quintana, Dr. Humberto Falcón Salmon.

 

Hospital Materno Norte. Tamara Bunke. Santiago de Cuba

 

Resumen

 

Se realizó una investigación aplicada experimental tipo ensayo clínico con el propósito de determinar la eficacia de la analgesia acupuntural preventiva postoperatoria en la conización de cuello uterino por la técnica de Faure modificada por Martínez en el periodo de tiempo de Octubre del 2005 a Noviembre del 2006. El universo estuvo constituido por todas las pacientes que se les realizó la conización por dicha técnica con anestesia general endovenosa con Ketamina y la muestra por 60 pacientes, se constituyó un grupo estudio a las que se les aplicó analgesia electroacupuntural antes de la inducción anestésica para alivio del dolor postoperatorio y un grupo control al cual se le administró analgesia convencional. Se determinó si existía o no dolor postoperatorio, su intensidad, así como la necesidad de administrar analgésicos y / o narcóticos y la presencia de reacciones adversas por la utilización de los mismos si la estadía de las pacientes en la sala de recuperación se prolongó por presencia de dolor o efectos colaterales de los medicamentos utilizados para analgesia postoperatoria. Los datos obtenidos se procesaron por el método de Chi2 observándose una analgesia postoperatoria satisfactoria en el mayor por ciento de los casos del grupo estudio con necesidad mínima del uso de analgésicos y de reacciones adversas a los mismos con menor estadía en la sala de recuperación por lo que recomendamos ampliar el uso de esta técnica para la analgesia postoperatoria.

 

 

Introducción

 

El dolor, quizás el síntoma más temido de cualquier enfermedad por el hombre, ha recibido de manera habitual, escasa o ninguna atención en la práctica médica. Esta estructura del hacer médico, proyecta determinadas consecuencias para la actitud del personal médico hacia el  paciente con dolor, hechos como el dolor postoperatorio, o durante el parto, o aquellos inherentes al trauma, se describen como “lógicos” y “normales”, aceptados en parte por la comunidad médica 1.

 

La lucha del hombre contra el dolor, es tan antigua como la humanidad, sin embargo el hombre, no ha logrado vencerlo. El dolor postoperatorio siempre ha constituido una preocupación para los anestesiólogos, por ser la especialidad médica que atiende directamente el postoperatorio inmediato, notándose que a partir de la década del los 90 ha cobrado mayor importancia el estudio de este tipo de dolor.

 

La idea de que lesiones titulares periféricas capaces de activar los sistemas nociceptivos puedan inducir alteraciones funcionales del sistema nervioso central (SNC), no es nueva y fue demostrada desde los trabajos de Woolf del 2000, quien fue el primero en aportar evidencia de que un estimulo periférico puede desencadenar un incremento sostenido de la excitabilidad central, fenómeno que se conoce como Plasticidad Neuronal 1.

 

El dolor fisiológico después de una operación es resultado de la estimulación de nociceptores que están presentes en todos los tejidos corporales. Dependiendo del tamaño y profundidad de la incisión se puede predecir la evolución del dolor postoperatorio y puede tener repercusiones a diferentes niveles, que están relacionados con el tipo de técnica quirúrgica, duración  y evolución  transoperatoria 2-4. En el tratamiento de este tipo de dolor en la actualidad se recomienda la analgesia preventiva que es el bloqueo farmacológico de las vías nociceptivas antes de que ocurra una estimulación, disminuyendo o evitando los cambios que se producen a este nivel 2,5-8.

 

 En el momento actual en el mundo existen varios medicamentos analgésicos como los AINES (analgésicos antiinflamatorios no esteroides) y narcóticos que se utilizan en el postoperatorio, pero ninguno llega a ser eficaz en su totalidad, siendo necesario generalmente la utilización de más de uno, lo que se conoce como analgesia multimodal 7-11  presentando estos analgésicos en su  mayoría reacciones adversas y cuando estos fracasan es necesaria la administración de narcóticos que son analgésicos más potentes pero dentro de sus reacciones adversas puede encontrarse la somnolencia y vómitos y depresión respiratoria 12 lo cual implica una mayor vigilancia postoperatoria con mayor estadía en la sala de recuperación y hospitalaria en general.

 

En nuestro país, debido al bloqueo económico al cual es sometido, la gama de medicamentos a utilizar con este fin es escasa, como analgésico no opioide disponemos prácticamente solo de la dipirona la cual se presenta en ámpulas de 600 mg y tiene como indicaciones el dolor agudo postoperatorio o postraumático y la fiebre refractaria a otros antipiréticos, la cual se encuentra en desuso en el mundo. Este medicamento tiene como contraindicaciones hipersensibilidad a las pirazolonas, antecedentes de reacciones alérgicas (rinitis, urticaria o asma) inducida por ácido acetilsalicílico y otros AINES. Antecedentes de agranulocitosis por medicamentos y anemia aplástica. Y debe usarse con precaución en el asma crónica, debido a la posible aparición de reacciones de broncoespasmo; en situaciones de colapso cardiovascular como la hipotensión y el infarto agudo del miocardio ya que puede agravarse más la hipotensión y por la taquicardia que produce; en caso de insuficiencia hepática debe ajustarse la dosis al grado de su incapacidad funcional; en la insuficiencia renal su eliminación puede verse disminuida y requiere ajustar la dosis; también en las ulceras gastroduodenal o hemorragia gástrica  reciente; en la deficiencia de glucosa 6 fosfodeshidrogenasa (G6PD) puede aumentar el riesgo de hemólisis; en pacientes portadores de porfiria pueden aumentar las porfirinas lo que provoca la exacerbación de la enfermedad. Dentro de las reacciones adversas más frecuentes encontramos las náuseas, vómitos e irritación gástrica. Entre las ocasionales pueden encontrarse las erupciones exantemáticas y cutáneas, broncoespasmo, urticaria, oliguria o anuria, proteinuria y nefritis intersticial. Como complicaciones raras pueden aparecer reacciones de hipersensibilidad, agranulocitosis, anemia aplástica, leucopenia, trombocitopenia, reacción anafiláctica y disnea (más frecuente por vía parenteral que es la usada en el alivio del dolor postoperatorio inmediato).

 

Y como complicaciones graves pueden verse las reacciones cutáneas vesículo-bullosas, que incluso pueden amenazar la vida, y que implican generalmente las membranas mucosas (síndrome de Stevens-Johnson y síndrome de Lyell). Este medicamento presenta además interacciones con otros como los anticoagulantes orales como el acenocumarol y la warfarina potencializando sus efectos anticoagulantes con riesgo de hemorragia, por desplazamiento de su unión a proteínas plasmáticas y con el metotrexato potencializando su toxicidad por posible disminución de su aclaración renal 13.

 

A pesar de las décadas de bloqueo a que hemos sido sometidos hemos logrado  importantes avances y grandes triunfos que nos han colocado a la cabeza  de los países del tercer mundo y  al nivel de los países desarrollados y siempre tratamos de buscar nuevas alternativas ante las dificultades, por lo expuesto anteriormente hemos decidido tratar el dolor postoperatorio con acupuntura.

 

En el lejano oriente desde el siglo III antes de Cristo, comenzó a utilizarse la acupuntura con fines terapéuticos, llegó a Europa en el siglo XVIII y en el XX a América y no es hasta la década del 60 que es conocida en Cuba 14-16. En nuestro centro hospitalario se han realizado varias intervenciones de conización de cuello uterino, con analgesia acupuntural como método anestésico, todas con analgesia postoperatoria total y en aquellos casos que ha fallado el método como anestésico y ha sido necesario administrar anestesia general endovenosa la analgesia postoperatoria también ha sido total. Motivado por lo anterior he decidido investigar la eficacia de la analgesia acupuntural de forma preventiva para el dolor postoperatorio comparándolo con un grupo control el cual trataremos con el analgésico convencionalmente utilizado, la dipirona; para de esta forma lograr una estadía en la sala de recuperación más corta con el mínimo de complicaciones y una más rápida incorporación de la paciente a la comunidad.


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