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La llegada de la ventilación mecánica no invasiva a las plantas de hospitalización: cuidados de Enfermería

La llegada de la ventilación mecánica no invasiva a las plantas de hospitalización: cuidados de Enfermería

Resumen

Con la aparición de la ventilación mecánica no invasiva en las plantas de hospitalización, es necesaria una reflexión y actualización de conocimientos para la correcta implementación de esta terapia.

AUTORES:

Alberto Alonso Pereiras. Licenciado en Psicología por la UNED. Diplomado Universitario en Enfermería por la Universidad de Oviedo

Nuria González Sánchez. Diplomada Universitaria en Enfermería por la Universidad de Oviedo

Raquel López Merino. Diploma Universitaria en Enfermería por la Universidad de Oviedo

PALABRAS CLAVE:

ventilación mecánica no invasiva, cuidados de Enfermería, planta de hospitalización.

 El desarrollo tecnológico ha provocado la llegada de diferentes terapias a las unidades de hospitalización, sucediendo en algunos casos que la aparición de las mismas no se acompaña de la correcta formación de los profesionales. La externalización de la ventilación mecánica no invasiva es un ejemplo del avance tecnológico frente a los conocimientos profesionales. En este documento se presentan las habilidades necesarias para la realización de esta terapia.

En las últimas décadas se ha producido un aumento en la utilización de la ventilación mecánica no invasiva (VNI), el desarrollo de ventiladores portátiles de fácil utilización y la mejora en las interfases a provocado el aprovechamiento de las ventajas de esta terapia, de este modo, el paciente no necesita estar sedado, esta confortable y puede colaborar en el resto de sus cuidados

Existen estudios que ofrecen grandes márgenes de mejora en los cuidados de Enfermería a pacientes con ventilación mecánica no invasiva (VNI), demostrando que incluso en las unidades de cuidados intensivos los conocimientos son muy dependientes de los medios existentes en las unidades (1)⁠. Debido a esto, se sugiere un esfuerzo institucional e individual para la capacitación profesional en este tipo de terapia

Lógicamente, lo primero que se debe conocer son las indicaciones de la ventilación mecánica no invasiva (VNI) (2)⁠, actualmente podemos afirmar que los pacientes que presentan un beneficio son aquellos que presentan IRA con hipercapnia asociada a una EPOC exacerbada (3)⁠ y los que presentan una IRA con hipoxemia por edema agudo de pulmón cardiogénico sin shock ni isquemia (3)⁠. Otras indicaciones relativas y que nos podemos encontrar en las plantas de hospitalización pueden ser: Asma (sin estudios concluyentes), de forma paliativa a pacientes LTSV e IRA postoperatoria.

Una vez tomada la decisión por parte del facultativo de iniciar la terapia, la Enfermería debe tener presente que su trabajo comienza antes del inicio de la técnica, de esta forma, se informará debidamente al paciente, se tratará la ansiedad y se resolverán dudas. También será necesaria la recogida de constantes vitales tensión arterial (TA), frecuencia respiratoria (FR), frecuencia cardiaca (FC) y nivel de conciencia. Y recogida de valores analíticos solicitados

Otra parte muy importante al inicio será la elección de la interfase adecuada, dependiendo de la variabilidad de las mismas y sobretodo de la disponibilidad en el centro de trabajo diferenciando entre tipo (facial completa o por ejemplo nasobucal o casco) y talla.

Pasaremos posteriormente a la preparación del respirador, nos fijaremos en la correcta colocación de tubuladuras, en poseer los materiales de conexión con la interfase y en realizar los test previos que sean necesarios atendiendo al modelo de respirador.

Será el momento en que iniciaremos el procedimiento en el ventilador, comprobando que se programan niveles bajos de presión con el objetivo de mejorar la tolerancia al inicio

Procederemos ajustar la interfase al paciente, necesitaremos dos profesionales, uno por cada lado del paciente, se ajustará de forma simétrica pero sin ejercer demasiada presión permitiendo la introducción de 1 o 2 dedos entre el paciente y la máscara

Continuaran en este momento los cuidados destinados a prevenir, reducir y resolver las posibles complicaciones de la ventilación mecánica no invasiva (VNI), debemos ser conscientes que estas complicaciones aparecerán en una gran cantidad de los pacientes, se calcula que aproximadamente el 40% de los casos, aquí la formación de los profesionales enfermeros y la competencia de los mismos será un factor determinante

Por un lado debemos centrarnos en la vigilancia y monitorización, tanto de la técnica como del paciente.

Respecto a la técnica debemos asegurarnos del cumplimiento de los parámetros prescritos, para eso debemos prestar atención a la presencia de fugas, que estarán siempre presentes, confirmando que los ajustes que realiza el ventilador permiten el correcto desarrollo de la terapia. Será necesario disponer también de unos conocimientos sobre curvas de presión y flujo. Y además prestaremos especial atención a la interacción paciente-ventilador (4)⁠

En la monitorización del paciente en primer lugar debemos valorar la adaptación a la terapia, que será determinante para el éxito de la misma, mantener una comunicación abierta con el paciente, facilitando la comunicación no verbal y valorando signos de disconfort y ansiedad.

Con el avanzar de la técnica monitorizaremos también la hemodinámica, la oxigenación y estado neurológico. Se registrarán valores de tensión arterial (TA), frecuencia respiratoria (FR), frecuencia cardiaca (FC), Sat02 y estado neurológico, de acuerdo con el patrón de frecuencia destinado para cada paciente.

Pasaremos a prevenir algunos de los efectos secundarios, de esta forma, estableceremos periodos de descanso de la técnica, al menos cada dos horas, para permitir valorar y evitar la presencia de estos.

Destacamos los siguientes efectos secundarios, las lesiones cutáneas, la irritación ocular, la distensión gástrica y la sequedad de boca

Como se puede apreciar estos efectos secundarios están en gran medida relacionados con la elección de la máscara y el control de las fugas, pero principalmente relacionados con los cuidados de Enfermería. Por ejemplo, en los periodos de pausa de la técnica, podemos valorar la combinación de distintos tipos de interfase, así como la hidratación de la piel, la higiene ocular, la colocación de una SNG (sonda nasogástrica, para evitar la distensión gástrica), etc.

Como conclusión se puede afirmar que se trata de una técnica compleja, que supone una gran carga de trabajo para las unidades de hospitalización que va interferir en la dinámica de actividades diarias, pero que debe de ser asumida como una tarea incluida en la cartelera de servicios prestados, que tan solo con formación y conocimientos específicos puede ser resuelta por los profesionales.

Bibliografía

  1. Raurell-Torredà M, Argilaga-Molero E, Colomer-Plana M, Ruiz-Garc T, Galvany-Ferrer A, González-Pujol A. Analisis comparativo de los conocimientos en ventilación mecánica no invasiva de profesionales de cuidados intensivos. Enferm Intensiva [Internet]. 2015;26(2):46–53. Available from: http://dx.doi.org/10.1016/j.enfi.2015.01.002
  2. Lorencio C, Sirvent JM. Ventilación no invasiva: ¿cuándo, cómo y dónde? Med Intensiva. 2012;36(9):601–3.
  3. Moritz F, Brousse B, Gell B, Chajara A, L’Her E, Hellot MF, et al. Continuous Positive Airway Pressure Versus Bilevel Noninvasive Ventilation in Acute Cardiogenic Pulmonary Edema: A Randomized Multicenter Trial. Ann Emerg Med. 2007;50(6).
  4. Artacho R, García F, Gómez MI, Guzmán JA, López M, del Campo E. Interacción paciente- ventilador en ventilación mecánica no invasiva. Enferm Intensiva [Internet]. 2009;20(3):110–6. Available from: http://dx.doi.org/10.1016/S1130-2399(09)72591-X