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Prevención de la listeriosis en la gestación

Prevención de la listeriosis en la gestación

La Listeriosis es una toxiinfección alimentaria, producida por el bacilo Listeria monocytogenes, que durante el embarazo puede dar lugar a abortos espontáneos, partos pretérmino o muertes intraútero y a secuelas neurológicas en el recién nacido.

AUTORES:

  1. Gustavo Silva Muñoz. Matrona.
  2. Patricia Mª Villa Gómez. Matrona.
  3. Ana Siles Carvajal. Matrona.

RESUMEN

El embarazo, debido a su disminución en el sistema inmunitario, es más susceptible de adquirir la infección. La infección se adquiere principalmente por ingesta de alimentos contaminados, por lo que será de vital importancia una buena educación sanitaria a las gestantes desde atención primaria.

En caso de infección el tratamiento de elección es la ampicilina, para poder disminuir la morbimortalidad materno-fetal, aunque el tratamiento primordial se basa en la prevención de la infección.

INTRODUCCIÓN

La Listeriosis es una Toxiinfección alimentaria, producida por el bacilo Listeria monocytogenes, que durante el embarazo puede dar lugar a abortos espontáneos, partos pretérminos o muertes intraútero, y a secuelas neurológicas en el recién nacido.

En situaciones de compromiso inmunológico cómo la gestación, hay mayor susceptibilidad a la infección. Su incidencia ha aumentado significativamente en los últimos años, siendo una infección infradiagnosticada, ya que puede cursar asintomática hasta en un 30% de los casos.

Se estima que la infección puede afectar a 2-10 casos por millón de personas en Europa, siendo 18 veces más frecuente en embarazadas que en no embarazadas, y el 99% de los casos es por transmisión alimentaria.

Aunque en la gestante inmunocompetente se suele presentar como un cuadro leve (fiebre, cefaleas, malestar general…), puede tener grandes repercusiones fetales.

La infección se adquiere principalmente por ingesta de alimentos contaminados. Presenta un 40-50% de mortalidad fetal o neonatal; en el primer o segundo trimestre produce abortos sépticos y muerte fetal intrauterina, en el tercer trimestre produce corioamnionitis y parto prematuro. En 1/3 casos puede cursar de forma asintomática en el feto/neonato.

La infección materna puede ser difícil de diagnosticar debido a las manifestaciones sistémicas inespecíficas, su estudio se basa en analítica sanguínea y amniocentesis.

Independientemente del momento de la infección, el tratamiento tiene por objetivo mejorar la evolución fetal/neonatal, ya que puede ser tratada para conseguir un parto a término y sin complicaciones, siendo la ampicilina de elección.

OBJETIVOS

Identificar las manifestaciones que se producen en las gestantes que desarrollan Listeriosis así como educarlas sobre las medidas de prevención para evitar la infección durante el embarazo.

METODOLOGÍA

Se llevó a cabo una búsqueda bibliográfica en las diferentes bases de datos COCHRANE, MEDLINE, EMBASE y en CINAHL y se consultaron fuentes científicas de interés de ámbito nacional e internacional como Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La búsqueda realizada fue sobre la listeriosis y sus posibles efectos durante la gestación, además de las recomendaciones que existen para poder prevenirla, utilizando las siguientes palabras clave: Listeriasis, pregnancy, neonatal, treatment.

RESULTADOS

En el primer y segundo trimestre el síntoma principal es la fiebre mayor o igual 38ºC sin focalidad aparente. La sintomatología gastrointestinal es poco frecuente (20%) y suele preceder al cuadro febril. En el tercer trimestre la infección suele aparecer como un cuadro de corioamnionitis clínica (fiebre materna >37´8º, taquicardia materna, taquicardia fetal, irritabilidad uterina (dolor a la palpación abdominal y/o dinámica uterina), y por tanto mayor riesgo de parto pretérmino. (4)

La infección materna sintomática va acompañada de parámetros analíticos que orientan a un cuadro de origen bacteriano (leucocitos con neutrofilia 81%). La PCR es el parámetro más sensible y se encuentra elevada prácticamente en todos los casos. (4)

El diagnóstico se realiza por aislamiento de la bacteria en la embarazada, la placenta o el neonato, mediante cultivos de fluidos o tejidos estériles (sangre, líquido cefalorraquídeo (LCR) neonatal, líquido amniótico o placenta); en la gestante se recomienda instaurar tratamiento ante la sospecha clínica. (2,4)

Independientemente de la edad gestacional, el tratamiento tiene por objetivo mejorar la evolución fetal/neonatal. Una terapia apropiada y precoz mejora la evolución y puede revertir el cuadro. Ante la sospecha de una infección por listeria (fiebre sin otra focalidad con PCR mayor de 5mg/dl) se debe ingresar a la paciente para iniciar lo antes posible el tratamiento antibiótico vía intravenosa (IV) hasta la obtención del resultado de los cultivos o hasta 48 horas después de la desaparición de la fiebre si los cultivos aún no están disponibles. La ampicilina es el tratamiento de elección, pero amoxicilina y penicilina también han mostrado ser efectivas. La asociación con gentamicina presenta un efecto sinérgico: (5)

-Ampicilina 2 gramos cada 6 horas + Gentamicina 80 mg cada 8 horas vía intravenosa (IV)

-Si alergia a Penicilina, Eritromicina 1 gramo cada 6 horas vía intravenosa (IV) + Gentamicina 80 mg/8h IV

Ante cultivo positivo, el tratamiento debe prolongarse al menos 7 días por vía IV y en caso de supervivencia fetal, un mínimo de 14 días. A partir de los 7 días de tratamiento, si la paciente se encuentra asintomática, se puede cambiar la vía intravenosa (IV) por vía oral.

Se puede prevenir la listeriosis en el embarazo, informando a las gestantes sobre una serie de recomendaciones. (1,4)

-Cocinar los alimentos crudos de origen animal a temperaturas elevadas (> 50ºC) y evitar beber leche sin tratamiento térmico.

-Lavar cuidadosamente los alimentos que se consumen crudos.

-Lavado de manos y utensilios después de manipular alimentos crudos y antes de utilizar con alimentos ya cocinados.

-Retirar la corteza de todos los quesos.

-No mezclar alimentos crudos con cocinados o listos para consumir.

-Limpiar a menudo la nevera.

-Una vez abiertos no conservar demasiado tiempo los productos de charcutería que requieran conservación en nevera.

-Los restos alimentarios y los platos precocinados deben ser recalentados cuidadosamente (>50ºC) antes de su consumo.

CONCLUSIONES

-Es importante que las gestantes tengan unos buenos hábitos higiénico-dietéticos para la prevención de la infección por Listeria.

-El personal sanitario debe estar dotado de información.

-La matrona será la encargada de dar la información a la gestante en los centros de atención primaria.

BIBLIOGRAFÍA

1) Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) en relación con los riesgos microbiológicos asociados al consumo de determinados alimentos por mujeres embarazadas. Ferrus Pérez, MA. Barat Baviera, JM. Herrera Marteache, A. Revista del comité científico 2014; 19: 11-49.

2) Listeriosis durante el embarazo: importancia del tratamiento precoz. D. Montañez, I. Camaño, O. Villar, A. García Burguillo y P. Vallejo. Clin Invest Gin Obst. 2011; 38(4):160162

3) Parrilla F., Vaqué J. Estudio de la incidencia de listeriosis en España. Gac Sanit. 28(1): 74-6.

4) Protocolo de Listeria y gestación. Protocolos hospital Clinic, Barcelona, servicio de perinatología

5) Gelfand MS. Treatment, prognosis, and prevention of Listeria monocytogenes infection. En: UpToDate, Rose, BD (Ed), UptoDate, Waltham, MA, 2014.