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Importancia del espesante en pacientes con enfermedades neurológicas. (Resultados del estudio)

Importancia del espesante en pacientes con enfermedades neurológicas. (Resultados del estudio)

Introducción: En el 2014 las personas mayores de 65 años representaban el 18,1% de la población Española, según Instituto Nacional de Estadística. La ONU prevé incremento de esta cifra a un 30% en 2050. España es el cuarto país más envejecido del mundo, este incremento de la expectativa de vida trae aparejado el debut de enfermedades neurodegenerativas y cambios físicos que merman salud y bienestar de las personas, siendo la disfagia funcional un síntoma que se presentará en cualquier momento del curso de estas enfermedades, con las repercusiones sanitarias y socioeconómicas que sus complicaciones generan.

AUTORES. Laura Barroso Pérez (Enfermera Inspectora Dpto 21/22)

Iris Soberón Varela (Médico Inspector Dpto 21/22)

Gonzalo José Ruiz-Risueño Caballero (Máster en Urgencias, Emergencias y cuidados Críticos)

NOMBRES: Laura Barroso Pérez. Especialista en Enfermería Pediátrica. Iris Soberón Varela. Médico General. Gonzalo José Ruiz-Risueño Caballero. Máster en Urgencias, Emergencias y cuidados Críticos.

Inspección de Servicios Sanitarios Departamento Orihuela y Torrevieja los dos primeros. Ministerio de Defensa el tercero.

PALABRAS CLAVE: Enfermedades neurodegenerativas, ACV, Broncoaspiración, Espesante, Test Volumen-viscosidad.

Objetivos: Describir la relación entre uso de espesantes, enfermedades neurológicas y broncoaspiraciones.

Material y Método: Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo de corte transversal. Nuestro universo, los pacientes que ingresaron en Urgencias del Hospital Vega Baja en 2015, por Neumonía y Broncoaspiración con diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas y ACV. Se analizó el uso de espesantes en vivos y fallecidos.

Resultados: Hubo 94 Ingresos por Broncoaspiración (50 mujeres y 44 hombres). Fallecieron 61.70% (30 mujeres y 28 hombres).De los 58 fallecidos tomaban espesante 16 (27,58%) y No tomaban 44 (75,86%). Viven 36 es decir un 38,29% (20 mujeres y 16 hombres). De los 36 vivos toman espesante 11 (30,55%) y No toman 25 (69,44%). De la muestra total de 94 pacientes No tomaban espesantes el 72.41% y sí toma espesante un 28,73%.

Conclusiones: No podemos afirmar que los fallecidos fueran por no tomar espesantes, pero sí podemos afirmar que es directamente proporcional la disfagia a la broncoaspiración y que existen más fallecidos que no toman espesantes que vivos que no toman espesante.

Recomendaciones: La Inspección de Servicios Sanitarios de Orihuela propone realizar acuerdo de gestión con Hospital Vega Baja para el uso de espesantes; con el objetivo de que se utilice adecuadamente el mismo mediante una encuesta de 10 preguntas (3) y la realización del test volumen-viscosidad, para disminuir episodios de broncoaspiración y reducir costes por uso inadecuado de espesantes e ingresos hospitalarios.

INTRODUCCIÓN.

Con el aumento de la esperanza de vida cada vez será mayor el número de personas que lleguen a la tercera edad. En el 2014 las personas mayores de 65 años representaban el 18,1% de la población Española, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) (1). De esta manera, España se convierte en el cuarto país más envejecido del mundo. Asimismo, la ONU prevé que en el año 2050 un 30% de los españoles serán personas mayores de 65 años (2).

En esta etapa de la vida se producen cambios físicos, que merman la salud y el bienestar de las personas, destacándose la pérdida en la sensibilidad de los sentidos, pérdidas dentales que dificultan la masticación, problemas al tragar los alimentos, dificultad al moverse, etc. Estos cambios afectan al proceso de alimentación, lo que origina un mal estado nutricional y de salud. Es de señalar que durante el envejecimiento existe un deterioro de los diferentes órganos y sistemas con disminución del funcionamiento renal, circulatorio, dificultades en la respiración, etc. Cuando esta situación se prolonga, la calidad de vida del afectado puede verse comprometida.

El envejecimiento también trae aparejado el debut de enfermedades neurodegenerativas que tienen como común denominador, su aparición insidiosa y su curso progresivo. Dado que el número de ancianos ha aumentado considerablemente en estos últimos años, estas enfermedades adquieren una gran magnitud epidemiológica, incrementando su progresión a lo largo de años de las cuales se originan repercusiones socioeconómicas muy importantes, pues al propio proceso de la enfermedad hay que sumar el impacto psíquico, la disminución en la calidad de vida, la incapacidad laboral, la pérdida de habilidades sociales, la carga física y psíquica de los cuidadores de estos pacientes y el enorme gasto económico que conlleva la atención social y sanitaria de todas estas personas.

Las posibilidades terapéuticas son limitadas y no evitan la progresión de la enfermedad, a esto se le asocia el dilema familiar haciendo que los casos deban conducirse de maneras diferentes, con las implicaciones éticas que conlleva.

Dentro de los síntomas que empeoran la calidad de vida de los pacientes con enfermedades neurodegenerativas y ACV se encuentra la disfagia de origen neurógena o neurológica la cual padecerán en el transcurso de la enfermedad y que podemos paliar evitando las complicaciones que se derivan de la misma, como las neumonitis aspirativas. Esta complicación como consecuencia de la disfagia no sólo empeora la calidad de vida del paciente sino que puede dar al traste con la misma, además de los efectos socioeconómicos que supone un ingreso hospitalario, el cual se realiza en muchas ocasiones en UCI.

Por todo ello realizar un diagnóstico precoz de la disfagia y tratarla es la base de este estudio preliminar.

OBJETIVO GENERAL. Analizar la relación entre uso de espesantes y broncoaspiración en pacientes con enfermedades neurodegenerativas y ACV en el Hospital Vega baja año 2015.

MATERIAL Y MÉTODO.

Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo de corte transversal. Nuestro universo, todos los pacientes que ingresaron en el Hospital Vega Baja en el Servicio de Urgencias (enero 2015 a diciembre 2015), por Neumonía y Broncoaspiración y que tenían diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas, entre las que incluimos: Parkinson, Alzheimer, Demencia senil y pacientes con ACV.

Analizamos número de personas que fallecieron con y sin uso de espesante; y número de personas que viven con y sin uso de espesante. Los datos fueron solicitados a las autoridades pertinentes cumpliendo la ley de protección de datos y se filtraron en un programa creado a tal efecto. Dicho análisis se realizó utilizando base de datos Excel construyéndose gráficos y tablas para una mejor demostración y análisis de los resultados.

Palabras clave. Enfermedades neurodegenerativas, ACV, Broncoaspiración, Espesante, Test Volumen-viscosidad.

ANALISIS Y DISCUSIÓN DE LOS RESULTADOS

Las enfermedades neurodegenerativas, incluyendo los accidentes cerebrovasculares, los traumatismos cerebrales o las lesiones de la médula espinal, tienen una elevada incidencia en todo el mundo y constituyen la tercera causa de muerte más frecuente en Europa y Estados Unidos seguidas de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer (3,4)

Los pacientes que padecen enfermedades neurodegenerativas necesitan se les realice una correcta valoración nutricional como parte del proceso diagnóstico y terapéutico, en el cual deberán estar implicados los especialistas que les atienden, siendo de importancia capital el papel del médico de atención primaria, quien deberá precozmente derivar a estos pacientes al especialista de nutrición o en su defecto a la unidad designada a tal efecto.

La disfagia es un síntoma que además de empeorar la situación nutricional, favorece el desarrollo de infecciones por aspiración y esto a su vez impulsa el desarrollo de una malnutrición, creando por tanto un círculo vicioso. (5)

Ahora bien, las broncoaspiraciones producidas por los trastornos de la deglución que presentan estos pacientes y, que hasta hace algunos años se pensaba se producían en las etapas finales de estas enfermedades, se ha probado, pueden estar presentes desde el inicio de las mismas, (6) de ahí la necesidad de que los equipos médicos y de Enfermería deban estar sensibilizados ante este problema, tanto para su diagnóstico como para instaurar medidas de intervención nutricional.

Desde una primera etapa se debe valorar durante el ingreso la posible disfagia del paciente, con pruebas relativamente sencillas de realizar como son la detección del reflejo nauseoso, la evaluación de la sensibilidad faríngea, la observación de los movimientos deglutorios y la aparición de síntomas y signos de atragantamiento o aspiración después de la deglución.

Desde la Inspección de Servicios Sanitarios del Departamento de Orihuela-Torrevieja proponemos un cribado rápido mediante una encuesta de 10 preguntas (7), de las cuales si más de 2 son positivas se deberá realizar un test de disfagia al paciente denominado test volumen-viscosidad que consiste en utilizar bolos alimentarios de 3 viscosidades diferentes (néctar, líquido y pudin) y 3 volúmenes crecientes (5-10-20 ml). Se evalúan los signos de disfagia en la deglución realizándolo con un orden progresivo de dificultad. Todo ello bajo la monitorización de la saturación periférica de oxígeno mediante un pulsioxímetro para detectar las posibles aspiraciones silentes y aportar más seguridad a la prueba. (8)

La motivación para la realización precoz de este test, es la detección del grado de disfagia y la actuación en consecuencia. También existen otros tipos de tests para realizar un diagnóstico más exhaustivo pero de mayor coste como son la videofluoroscopia y la fibroscopia (8) la cual informa acerca de la movilidad y sensibilidad faríngea y permite visualizar de forma directa la deglución, pero no el problema de la aspiración.

A pesar de todos los avances de la neurología, hoy en día se desconoce la etiología de la enfermedad y por tanto cómo prevenirla. Sí sabemos, que su aparición puede estar favorecida por diversos factores ya que se ha comprobado que existe una mayor afectación en el género femenino manifestándose con la misma incidencia en todas las razas. Así mismo predomina en los mayores de 60-65 años pero también existe lo que se denomina Alzheimer prematuro el cual surge a los 40 años.

Por otro lado se defiende que el factor genético puede repercutir en cierta medida en la aparición de esta enfermedad. (9)