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Disminución de movimientos fetales: riesgos y actuación de la matrona

Disminución de movimientos fetales: riesgos y actuación de la matrona

Durante el tercer trimestre hasta un 15% de las embarazadas acuden al servicio de urgencias por percibir una disminución de los movimientos fetales (DMF), tratándose de uno de los motivos de consulta que genera más ansiedad materna debido a que se asocia a un mayor riesgo de complicaciones perinatales.

Autores:

  1. Patricia María Villa Gómez. Matrona.
  2. Ana Siles Carvajal. Matrona.
  3. Gustavo Silva Muñoz. Matrona.

Palabras clave: disminución movimientos fetales, riesgos, abordaje.

Resumen:

Para tratar de disminuir las tasas de complicaciones perinatales asociadas a la disminución de los movimientos fetales (DMF), los profesionales sanitarios en contacto con las gestantes deben informarlas correctamente sobre los signos de alarma por los cuales acudir a urgencias. Un correcto abordaje de la disminución de los movimientos fetales (DMF) puede evitar hasta un 15% de las muertes fetales anteparto.

Introducción:

Los movimientos fetales (MF) son signos de bienestar fetal y nos indican un correcto desarrollo neuromuscular, suelen detectarse alrededor de las 18-22 semanas de gestación en primigestas y a las 16-18 semanas en multíparas, aunque en los casos de obesidad es frecuente que no se perciban los movimientos fetales hasta las 24 semanas. A partir de las 28 semanas (periodo de máxima intensidad de MF) y a medida que van avanzando las semanas de gestación, irán aumentando los periodos en los que se perciban menos los movimientos fetales (MF) debido al establecimiento del ritmo circadiano y disminución del espacio intrauterino, aunque estos movimientos serán más fuertes y de mayor duración.

La DMF es uno de los principales motivos de consulta en los servicios de urgencias obstétricas durante el tercer trimestre de gestación, aproximadamente un 15%. Una gestante a término percibe de 4-100 MF/h, es importante saber que existen factores que causan disminución de los movimientos fetales (DMF) sin que sea patológico, por ejemplo, durante los periodos de sueño fetal (de 20-40 minutos) puede existir una ausencia de movimientos fetales (MF) y esto no indica que exista compromiso fetal. En otros casos la causa de disminución de los movimientos fetales (DMF) es patológica: una insuficiencia placentaria, alteraciones neuromusculares, hipoxia, anemia por isoinmunización, muerte fetal…

Por ello es importante definir correctamente la disminución de los movimientos fetales (DMF) y conocer los factores que puedan causar una disminución de los movimientos fetales (DMF) sin que esta sea indicativa de una complicación perinatal, así como detectar los casos patológicos y abordarlos correctamente.

Objetivo y metodología:

– Conocer la definición correcta de disminución de los movimientos fetales (DMF) así como los factores que puedan causarla sin que esta sea indicativa de una complicación perinatal para informar correctamente a la mujer de cuando acudir a los servicios de urgencia.

– Conocer los riesgos asociados a la disminución de los movimientos fetales (DMF).

– Revisar y actualizar conocimientos sobre cómo abordar correctamente la disminución de los movimientos fetales (DMF).

Para ello, llevamos a cabo una revisión bibliográfica en las bases de datos científicas online: PubMed, Embase, Cochrane, sciELO… Además, se revisaron protocolos hospitalarios y fuentes científicas de ámbito nacional e internacional.

Resultados:

Según las diferentes fuentes revisadas la disminución de los movimientos fetales (DMF) se define como:

– Si no se perciben movimientos fetales (MF) a partir de las 24 semanas de gestación.

– Si en una gestante que percibía los movimientos fetales (MF) existe una ausencia total de los mismos superior a 2 horas.

– Si una gestante  percibe una disminución de los movimientos fetales (DMF) respecto a su patrón habitual y esta dura > 12 horas.

La mujer debe considerar como signos de alarma estos criterios y acudir al servicio de urgencia, sin esperar a que pasen 24 horas, para ser valorada y descartar que la causa sea patológica. Ante la duda se recomienda realizar un contaje de los movimientos fetales (MF) y si existe menos de 10 movimientos fetales (MF) en 12 horas o en 2 horas en caso de realizar el contaje en un periodo que normalmente esté activo y tras haber comido, debe acudir al servicio de urgencias de obstetricia.

Existen factores que pueden causar una disminución de los movimientos fetales (DMF) sin que esta suponga un compromiso fetal, son los siguientes:

– Posición materna, especialmente la bipedestación.

– Obesidad

– Actividad física importante.

– Ayuno prolongado, hipoglucemia.

– Ansiedad y estrés.

– Anemia materna.

– Hipotiroidismo.

– Hábito tabáquico, alcohol y cafeína.

– Ingesta de fármacos sedantes y antidepresivos.

– Corticoesteroides.

– Placenta anterior.

– Sueño fetal.

Según los estudios realizados, se ha podido observar que las mujeres que presentan disminución de los movimientos fetales (DMF) tienen un mayor riesgo de complicaciones: crecimiento intrauterino retardado (CIR) por insuficiencia placentaria y muerte perinatal por hipoxia crónica (en la mitad de los casos es percibida cuando ya se ha producido la muerte fetal, siendo un signo tardío para poderlo prevenir).  Además existe una mayor tasa de inducciones de parto, partos pretérmino y cesáreas urgentes.

Tras la revisión de diferentes estudios no hay suficientes datos de ensayos aleatorios que guíen el abordaje de la disminución de los movimientos fetales (DMF). En la actualidad cada vez existen métodos más fiables de medición para valorar el bienestar fetal, no debemos basarnos únicamente en el contaje de los MF o en la valoración del RCTG, ya que puede dar lugar a falsos positivos y con ello intervenir innecesariamente aumentando la tasa de partos pretérminos. Lo ideal sería valorar un conjunto de pruebas que aporten más información sobre el bienestar fetal para abordar correctamente la disminución de los movimientos fetales (DMF).

  • Abordaje de la disminución de los movimientos fetales (DMF):

– En primer lugar se debe realizar una correcta anamnesis en la que se detalle la duración del episodio de DMF junto con la existencia o no de tono uterino, metrorragia, etc. Es importante que preguntemos por los factores expuestos anteriormente, que pueden causar disminución de los movimientos fetales (DMF) sin que esto indique complicaciones fetales (ayuno, tabaquismo, ansiedad…). Es fundamental que tanto las matronas como los ginecólogos tranquilicen a la mujer transmitiéndole un ambiente de apoyo y confianza.

– Se realizará ecografía por ginecólogo, en ella se objetivará la presencia de latido cardíaco, se valorará el índice de líquido amniótico (ILA), se calculará el peso estimado y se medirá el flujo diastólico para descartar la presencia de CIR, se observará la presencia de movimientos fetales y se evaluará la velocidad máxima a nivel de la arteria cerebral media para descartar una posible anemia fetal.

– Si la gestación es mayor o igual a 28 semanas la matrona realizará un registro cardiotocográfico (RCTG).

Ante RCTG patológico se avisará al ginecólogo y se valorará finalizar la gestación, ante un RCTG poco reactivo o con ausencia de movimientos durante la ecografía se realizará un perfil biofísico completo (PBF).

– Si tras la realización de las pruebas todo es normal se dará alta y dependiendo del riesgo obstétrico de la gestante continuará con su control obstétrico habitual si es de bajo riesgo o se derivará a la consulta de alto riesgo. Aconsejaremos volver a acudir al servicio de urgencias si vuelve a tener otro episodio de disminución de los movimientos fetales (DMF).

– Si el PBF es de 6/10, se volverá a repetir en 12-24 horas y si persiste se valorará la finalización de la gestación.

Es importante que los profesionales informen a la mujer en un lenguaje que entiendan y que estas se sientan apoyadas y acompañadas, debemos tratar de reducir su ansiedad transmitiendo tranquilidad, profesionalidad y seguridad.

Conclusión:

-Es importante que las matronas informen en los cursos de educación maternal y durante los controles de embarazo sobre la percepción de los movimientos fetales, las causas no patológicas que pueden hacer que exista una disminución de los movimientos fetales (DMF) y los criterios a partir de los cuales consultar a un especialista.

– No se debe recomendar el contaje de movimientos fetales (MF) de forma rutinaria a todas las embarazadas ya que genera ansiedad.

– Se deben realizar más estudios sobre el abordaje de la DMF para tratar de reducir los resultados perinatales adversos.

Bibliografía: 

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