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Atención a la muerte

Atención a la muerte

El hombre nace, crece, se reproduce y por último muere. En esta última etapa de la vida los profesionales de Enfermería ocupan un lugar privilegiado para proporcionar unos cuidados de calidad.

La situación de agonía es de una gran complejidad y vulnerabilidad para el paciente y su familia, por ello el apoyo emocional es fundamental, para que no se sientan abandonados.

Autores:

María del Carmen León Bravo.

DUE de quirófano de Urgencias del Hospital General Reina Sofía de Córdoba.

Dirección de contacto:

María del Carmen León Bravo. Quirófano de Urgencias, planta baja.

Hospital Reina Sofía. Avda. Menéndez Pidal, s/n. CP 14.004, Córdoba.

Resumen:

 

Una vez llegada la muerte al paciente, la atención debe continuar con el proceso de duelo de la familia. Es muy importante valorar todas las necesidades para planificar unos cuidados adecuados.

En este artículo se describe los cuidados durante la agonía y el apoyo de Enfermería a la familia.

Palabras clave: agonía, muerte, apoyo a la familia, comunicación.

Metodología:

Búsqueda y revisión bibliográfica en las bases de datos Cuiden; así como en revistas científicas y libros especializados en atención a la muerte.

Introducción:

La fase de agonía es la situación en la que el proceso de morir se ha establecido y la muerte se espera en cuestión de horas. Es el último estadio de la enfermedad terminal, donde solamente existe posibilidad de sedación. Suele producirse una situación de coma o precoma y por tanto imposibilidad para la colaboración.

Los indicadores de la agonía son:

. Nariz fría o pálida.

. Extremidades frías.

. Livideces.

. Labios cianóticos.

. Estertores de agonía. Tiraje completo.

. Pausas de apnea (> 15 segundos/minuto).

. Anuria< 100 ml.

De 1-3 signos anteriores estaría en fase de preagonía y de 4 -8 signos sería fase de agonía

Cuidados durante la agonía:

Intervenciones de Enfermería.

. Aumentar el número de visitas y el tiempo al lado del paciente y la familia.

. Inducir a la familia a que esté a su lado.

. Atender las preocupaciones y demandas del paciente y la familia.

. Administrar fármacos pautados para el control del dolor, vómitos,…, a través de dispositivos de infusión continua sino puede tragar.

. Hablar con él aunque tenga la conciencia disminuida.

. Mantener también comunicación no verbal.

Cuidados de Enfermería (SECPAL):

En Estertores:

. Cabecera elevada y ladeada, decúbito lateral y rodillas flexionadas.

. Evitar aspirarla secreciones.

. El control farmacológico se realizará con butilescopolamina.

En la deshidratación:

. Reducir la sensación de sed con gasas mojadas y cacao.

. La hidratación por vía subcutánea es una medida excepcional.

Otras intervenciones:

. Posición cómoda y disminuir los cambios posturales.

. El tacto y la audición son los últimos sentidos que se pierden.

. Transmitir mensajes tranquilizadores.

Apoyo a la familia:

  1. Arranz entiende por apoyo emocional a la relación terapéutica en la que el enfermo no se siente juzgado, ni marginado, sino atendido y ayudado para poder confrontar, desde la acogida y el respeto, sus temores, deseos y necesidades.

Intervenciones de apoyo:

. Manejo y expresión de sentimientos y emociones.

. Ofrecer un apoyo verbal, estableciendo canales de comunicación adecuados.

. Soporte emocional creando un clima de confianza, con una comunicación abierta y eficaz.

. Analizar su situación social, para detectar posibles necesidades económicas o de otro tipo y movilizar recursos por parte de Servicios Sociales.

. Ayudar a decir adiós de una manera adecuada.

. Prevención y atención al duelo.

Para dar un correcto apoyo a la familia tendremos que llevar a cabo una comunicación efectiva mediante una serie de estrategias relacionales de comunicación asertiva, control emocional y habilidades para la solución de problemas.

Para establecer una buena comunicación se podría resumir en:

. Saber escuchar.

. Empatizar.

. Uso de un lenguaje adecuado.

. La comunicación no verbal.

. Respeto a las creencias del paciente y la familia.

. Flexibilidad en el trato.

. Control de la implicación emocional.

Conclusiones:

Morirse no es un momento, sino un proceso que se desarrolla de forma lenta. Entramos en una etapa donde lo importante no es curar, sino cuidar, mejorar la calidad de vida, aliviando y eliminando en la medida de lo posible el sufrimiento físico y psíquico.

No podemos olvidar que siempre hay algo por hacer por el paciente o la familia.

“La muerte es algo que no debemos temer

Porque, mientras nosotros somos,

La muerte no es, y cuando la muerte es

nosotros no somos”

(A. Machado).

Bibliografía

  • Intervención Clínica y Psicosocial en el anciano. Sinforiano Rodríguez Moreno, Antonio Castellano Suárez. ICEPSS. TEMA 39. Pag. 421-444.
  • La agonía. Enfermería en cuidados paliativos. Madrid. Editorial Panamericana; 1998
  • Apoyo emocional. Intervención emocional en cuidados paliativos. Modelo y protocolos. Arranz P., Barbero P, Barcelona: Ariel Ciencias Médicas; 2003.
  • Antón Onrubia M. Filosofía de los cuidados paliativo. Metas de Enfermería. Jun 2011: 14 (5):3
  • Manual de protocolos y procedimientos generales de Enfermería. Dirección de Enfermería. Hospital universitario Reina Sofía. Córdoba. DL CO-487/2001
  • Diplomados de Enfermería del SAS. Vol. IV. Araceli Beltrán Chacón, José Antonio Ponce Blandón. Ceditán/algaida Sevilla, junio 1998. Tema 49. pág. 179-193.
  • Klüber-Ross, E: La Muerte: un amanecer. Ediciones Luciérnaga. Barcelona. 1993.