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Reanimación cardiopulmonar básica en adultos

Reanimación cardiopulmonar básica en adultos

Una parada cardiorrespiratoria (PCR) es un cese súbito, inesperado y potencialmente reversible de la respiración y circulación espontánea. Como resultado de ello, se produce una interrupción brusca del transporte de oxígeno a los órganos vitales; esta situación representa la muerte clínica y de no ser rápidamente revertida, llevaría en pocos minutos a la muerte biológica irreversible por anoxia tisular.

Por tanto, es de vital importancia actuar. Pero no podemos estar siempre cerca. En ello reside la importancia de enseñar a la población las maniobras de soporte vital básico, disminuyendo el tiempo durante el cual el cerebro no recibe riego sanguíneo, reduciendo las secuelas y aumentando las probabilidades de sobrevivir, ya que por segundos se pierde la probabilidad de supervivencia.

Autoras

María del Rocío Ruiz Calzado, DUE. Hospital Reina Sofía, Córdoba.

Amparo Camacho Reyes, DUE, Oncología pediátrica. Hospital Universitario La Paz, Madrid.

Rosa María Zamorano Antonio. DUE. Master oficial en Cuidados críticos. Servicio de Dermatología. Hospital Universitario de Torrejón. Madrid.

Resumen

El objetivo fue capacitación de recuso humano en la práctica de reanimación cardiopulmonar básica. Saber identificar a una víctima en paro cardíaco y activar el sistema de emergencia local. Describir las técnicas de reanimación cardiopulmonar básica que se deben aplicar ante una parada cardiorrespiratoria (PCR) y explicar el uso del desfibrilador semiautomático (DESA) para saber usarlo de forma precoz y efectiva.

Es de vital importancia saber identificar a una víctima en parada cardiorrespiratoria (PCR) y saber actuar. La desfibrilación en los 3-5 primeros minutos del colapso puede producir tasas de supervivencia tan altas como 50- 70%. Se puede conseguir desfibrilación precoz por los que hacen la reanimación cardiopulmonar (RCP) mediante la utilización de DEA (desfibrilador externo automático) de acceso público in situ. Se deberían implementar activamente programas de acceso público a DEA (desfibrilador externo automático) en los espacios públicos que tengan una alta afluencia de personas. Muchas víctimas de PCS (parada cardíaca súbita) pueden sobrevivir si los testigos presenciales actúan inmediatamente mientras la FV (fibrilación ventricular) aún está presente, pero la resucitación con éxito es poco probable una vez que el ritmo se ha deteriorado a asistolia.

Palabras clave: reanimación cardiopulmonar, parada cardiorrespiratoria, cuidados, muerte súbita.

Introducción

La parada cardíaca súbita (PCS) es una de las principales causas de muerte en Europa, afecta a unos 700.000 individuos al año. En el momento del primer análisis de ritmo, cerca del 40% de las víctimas de PCS tienen una fibrilación ventricular (FV). La fibrilación ventricular se caracteriza por ser una despolarización y repolarización rápida, caótica. El corazón pierde su función coordinada y para de bombear sangre de manera efectiva

Muchas víctimas de parada cardíaca súbita pueden sobrevivir si los testigos presenciales actúan inmediatamente mientras la fibrilación ventricular aún está presente, pero la resucitación con éxito es poco probable una vez que el ritmo se ha deteriorado a asistolia.

El tratamiento óptimo de la parada cardíaca en fibrilación ventricular es la reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediata por el testigo presencial (compresiones torácicas combinadas con respiraciones de rescate) más desfibrilación eléctrica. El mecanismo predominante de la parada cardíaca en víctimas de traumatismo, sobredosis de drogas, ahogamiento y en muchos niños es la asfixia; las respiraciones de rescate son críticas para la reanimación de estas víctimas.

Los siguientes conceptos de la Cadena de Supervivencia resumen los pasos vitales necesarios para una reanimación con éxito (Figura 1). La mayoría de estos eslabones son importantes para las víctimas tanto de paradas en fibrilación ventricular como asfícticas.

1- Reconocimiento precoz de la emergencia y llamar pidiendo ayuda: activar los servicios de emergencia médicos (SEM) o el sistema de respuesta de emergencia local, llamando al 112. Una respuesta temprana y efectiva puede prevenir la parada cardíaca.

2- Reanimación cardiopulmonar (RCP) precoz por el testigo: la RCP inmediata puede doblar o triplicar la supervivencia de parada cardíaca súbita en fibrilación ventricular

3- Desfibrilación precoz: la reanimación cardiopulmonar (RCP) con desfibrilación en los 3-5 minutos del colapso puede producir unas tasas de supervivencia tan altas como el 49-75%. Cada minuto de retraso en la desfibrilación reduce la probabilidad de supervivencia al alta en un 10-15%. Daño cerebral producido por una parada cardiorrespiratoria, en la que se puede observar que el daño producido a partir del décimo minuto es irreversible.

4- Soporte vital avanzado precoz y cuidados postreanimación: la calidad del tratamiento durante la fase postreanimación afecta al resultado

La reanimación cardiopulmonar (RCP) se lleva a cabo con los siguientes pasos;

1- Análisis de la situación del paciente y del entorno. Pensar en la seguridad propia, de la víctima y de cualquier otra persona presente.

2- Comprobar la consciencia de la víctima estimulando al paciente (pellizcar, zarandear…), llámele por su nombre, compruebe si existe respuesta.

2.1 Si está consciente

– Poner en posición lateral de seguridad (PLS).

– No abandonar a la víctima

– Reevalorarlo regularmente

2.2. Si no está consciente:

– Abrimos la vía aérea a través de la maniobra frente-mentón (F.M).

– Inspeccionamos que no exista objeto extraño que pueda ocluir la vía aérea. Vemos, oímos y sentimos la respiración durante no más de 10 segundos. (ver, oír, sentir)

2.2.1 Si respira: PSL, no abandonar a la víctima y reevaluación regularmente

2.2.2 Si no respira: se lleva a cabo la cadena de supervivencia (figura 2) los 5 pasos son:

1- Reconocimiento inmediato del paro cardíaco y activación del sistema de respuesta de emergencias (llamada al 112) Describiendo la situación, que se encuentra inconsciente y no respira. Es importante detallar la hora exacta. Dar la correcta dirección donde se encuentre la víctima reducirá el tiempo de llegada de los servicios de emergencias.

2- reanimación cardiopulmonar (RCP) precoz con énfasis en las compresiones torácicas. La RCP va a consistir en 30 compresiones y 2 ventilaciones. Compresiones: El ritmo de las compresiones será de al menos 100 compresiones por minuto y deprimiendo el tórax 4-5 cm, aplicándolo sobre la línea media del tórax, sobre el esternón. Es tan importante deprimir el tórax como su reexpansión. Si el corazón no se rellena adecuadamente antes de cada compresión, el flujo sanguíneo se reduce. Debemos evitar separar las manos del pecho para evitar fracturar costillas. Insuflaciones de 1 segundo: Para las insuflaciones no existe un volumen exacto que administrar, sino el suficiente para que el tórax del paciente se eleve, esto implica que mientras insuflamos debemos observar el tórax.

Combina las compresiones torácicas con respiraciones de rescate:

– Tras 30 compresiones abrir la vía aérea otra vez mediante la extensión de la cabeza y elevación del mentón

– Pinzar la parte blanda de la nariz cerrándola con los dedos pulgar e índice de la mano que está sobre la frente.

– Permitir que se abra la boca pero manteniendo la elevación del mentón.

– Hacer una respiración normal y pon tus labios alrededor de su boca, asegurándote de hacer un buen sellado.

– Soplar de manera constante dentro de la boca mientras observas la elevación del tórax, durante aproximadamente 1 segundo como en una respiración normal; esta es una respiración de rescate efectiva.

– Manteniendo la cabeza extendida y la elevación del mentón, retirar boca de la de la víctima y observa el descenso del tórax mientras va saliendo el aire.

– Hacer otra respiración normal y soplar dentro de la boca de la víctima otra vez, para alcanzar un total de dos respiraciones de rescate efectivas. Volver a poner las manos en la posición correcta sobre el esternón y realizar 30 compresiones torácicas más.

– Continuar con compresiones torácicas y respiraciones de rescate con una relación de 30:2.

Únicamente si la víctima comienza a respirar normalmente, debes parar para revalorarla; de otro modo, no interrumpas la reanimación.

Ventilación

Durante la reanimación cardiopulmonar (RCP) el propósito de la ventilación es mantener una oxigenación adecuada. El volumen tidal, la frecuencia respiratoria y la concentración inspirada de oxígeno óptimas necesarias para conseguirlo, no es completamente conocida. Las recomendaciones actuales se basan en las siguientes evidencias:

1- Durante la reanimación cardiopulmonar (RCP), el flujo sanguíneo a los pulmones está reducido sustancialmente, por lo que una relación ventilación-perfusión adecuada puede mantenerse con volúmenes tidal y frecuencias respiratorias menores de lo normal

2-No sólo la hiperventilación (demasiadas respiraciones o volúmenes demasiado grandes) es innecesaria, sino que es peligrosa porque aumenta la presión intratorácica, por tanto disminuye el retorno venoso al corazón y disminuye el gasto cardíaco. Consecuentemente la supervivencia se reduce.

3- Cuando no está protegida la vía aérea, un volumen tidal de 1 l produce mucha más distensión gástrica que un volumen tidal de 500 ml.

4- Menor ventilación-minuto (volumen tidal y frecuencia respiratoria menores de lo normal) pueden mantener una oxigenación y ventilación efectivas durante la reanimación cardiopulmonar (RCP). Durante la RCP de adultos unos volúmenes tidal de aproximadamente 500-600 ml (6 ml/kg) deberían ser adecuados.

5-Las interrupciones de las compresiones torácicas (por ejemplo para dar las respiraciones de rescate) tienen un efecto perjudicial sobre la supervivencia. Dar las respiraciones de rescate durante un tiempo más corto ayudará a reducir la duración de las interrupciones a las esenciales.

Si la respiración de rescate inicial no hace que el tórax se eleve como en una respiración normal, entonces antes del próximo intento:

– Revisar la boca de la víctima y quita cualquier obstrucción

– Comprobar que es adecuada la extensión de la cabeza y la elevación del mentón

– No intentar más de dos respiraciones de cada vez antes de volver a las compresiones torácicas

Si hay presentes más de un rescatador, el otro debería llevar a cabo la reanimación cardiopulmonar (RCP) cada 1-2 minutos para prevenir la fatiga. Asegurarse de que se produce el retraso mínimo durante el intercambio de rescatadores.

3- Desfibrilación precoz rápida: Si disponemos de un DESA (desfibrilador externo semiautomático) se debe conectar y seguir las instrucciones. (Figura 3). Si hay más de un rescatador presente, debe continuar la reanimación cardiopulmonar (RCP) mientras esto se lleva a cabo. Los pasos son:

– Colocación de los parches (Electrodos adhesivos) en el pecho desnudo del paciente. Un parche se coloca debajo de la clavícula derecha y el otro debajo del pectoral izquierdo, de modo que, atraviesen el corazón de punta a punta. Para ello:

– Secar previamente si está húmedo.

– Si tiene mucho vello, rasurar. Si no se realiza dificultará el contacto de los parches.

– Si el paciente tiene puestos parches de medicación, se retirarán y se  limpiará la zona antes de la colocación del electrodo porque estos parches podrían bloquear la liberación de energía y producir pequeñas quemaduras.

– Si observamos que el paciente lleva un marcapasos, evitar colocar los parches del desfibrilador sobre éstos.

– Sigue las directrices de voz/visuales

– Asegurase que nadie toca a la víctima mientras el DEA (desfibrilador externo automático) está analizando el ritmo

  1. A) Si está indicado un choque:

– Asegúrate de que nadie toca a la víctima

– Pulsa el botón de choque como te indica (los DEAs completamente automáticos descargarán el choque automáticamente)

– Continúa según las directrices de la voz/pantalla del DEA (desfibrilador externo automático)

  1. B) Si no está indicado un choque

– Reinicia reanimación cardiopulmonar (RCP) inmediatamente, usando una relación de 30 compresiones y 2 respiraciones de rescate

– Continúa según las directrices de la voz/pantalla del DEA (desfibrilador externo automático)

Continuar con la RCP, el 30:2 durante 2 minutos o hasta que:

– Llegue ayuda cualificada y se haga cargo

– La víctima empiece a respirar normalmente

– Estés agotado

Estos tres primeros pasos de cadena de supervivencia forman parte de la reanimación cardiopulmonar (RCP) básica de adultos. Los dos últimos pasos como son “soporte vital avanzado adulto” y “cuidados integrados posparo cardíaco” forman parte de la RPC avanzada.

Anexos

Anexos – Reanimación cardiopulmonar básica en adultos

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