Todo lo que nos rodea adquiere una vital importancia en el manejo de toda situación de emergencias. A nivel tectónicos (tormentas, tsunamis, erupciones…) hacen de nuestra valoración un lugar imposible como modos operandi. En los aspectos meteorológicos (huracanes, sequias, inundaciones...) y topológicos (avalanchas, deslizamientos…) pueden provocar de una valoración rápida, concisa y segura, en una valoración lenta, dificultosa e insegura. De igual forma, debemos tener en cuenta aquellas situaciones provocados por el hombre (incendios, explosiones, contaminaciones químicas…).