No cabe duda que a lo largo de la historia de la humanidad, los conceptos de vejez y de envejecimiento se han visto envueltos en continuos cambios, evolucionando a la vez que lo hacían la sociedad y la cultura del momento; es decir, no supone lo mismo ser anciano en las sociedades primitivas que en la Edad Media o actualmente.
Para poder comprender la consideración que de la vejez se tiene en el siglo XXI, es necesario conocer el papel que a lo largo de los siglos ésta ha ido desempeñando, entendiéndola como un hecho no meramente biológico, sino también como un aspecto íntimamente ligado a la cultura.