Los accidentes cerebrovasculares (ACV) son uno de los procesos médicos más frecuentes de nuestros hospitales, suponen el 50% de los ingresos de los Servicios de Neurología. Según la OMS, representa la tercera causa más frecuente de muerte, tras el cáncer y otras enfermedades cardiovasculares, y es la primera causa de invalidez en los adultos.
Se entienden por accidentes cerebrovasculares (ACV) aquellos trastornos en los que hay un área cerebral afectada de forma transitoria o permanente por isquemia o hemorragia y/o cuando uno o más vasos sanguíneos cerebrales estén afectados por un proceso patológico.
Definición: Inflamación crónica de las vías aéreas en las que ejercen un papel destacado determinadas células y mediadoras. Este proceso se asocia a la presencia de hiperrespuesta bronquial que produce episodios recurrentes de sibilancias, disnea, opresión torácica y tos, particularmente durante la noche o la madrugada. Estos episodios se asocian a la obstrucción del flujo aéreo en mayor o menor medida, reversible de forma espontánea o con tratamiento.