En el vertiginoso mundo actual la investigación farmacológica se ha hecho multicéntrica. El Complejo médico industrial logra en el Tercer Mundo lo que no le es posible en el Primero: reclutar pacientes con rapidez y eludir las regulaciones éticas y legales de los países desarrollados. Latinoamérica es El Dorado de la investigación internacional de nuevos agentes terapéuticos lo que crea injustas y abusivas asimetrías con los países desarrollados. La participación informada y responsable y la deliberación democrática son imprescindibles para definir políticas científicas y de salud en función de los intereses de los países de la región y de las necesidades de la población.