La enfermedad celiaca es una patología inflamatoria de tipo inmunitario, que afecta al intestino delgado y que es generada por la ingestión de gluten en individuos genéticamente predispuestos. La enfermedad es permanente y el daño al intestino ocurre cada vez que se ingiere gluten, independientemente de si haya síntomas o no. El objetivo del tratamiento en la enfermedad celiaca es doble: por una parte, corregir las anormalidades histológicas y funcionales asociadas a esta patología; por otra, disminuir el riesgo de complicaciones evolutivas, especialmente el desarrollo de linfoma intestinal.